Julia Wong Kcomt
Lima, lunes 23 de marzo de 2020
Anaranjado, amarillo, rojo sangre, son los colores que uso para pintar las naranjas del árbol. Cada una de diferente tamaño. Pongo mucha paciencia en contornear sus formas cilíndricas.
Logré comprar algunos periódicos antes de abordar el avión de Lisboa hacia Lima; dos en portugués, uno en inglés, uno en italiano. La información era la misma: se avecinaban días diferentes para el mundo. Treinta mil soldados norteamericanos desembarcarían en Italia, y eso cambiaría la faz de Europa. De ahora en adelante tendremos que pintar círculos anaranjados. No solo yo, quizás los habitantes de Portugal deberían cambiar de oficio y pintar naranjas, buscar nuevas tonalidades. Los ejercicios militares destrozarán el ecosistema. Treinta mil soldados sin máscaras para aliviar el coronavirus, solo que esta operación estaba prevista desde hace más de un año y el coronavirus apareció recién en diciembre, en Wuhan, donde también hay una base militar. No sé nada de mi primo Nan. Se dedica a fabricar material quirúrgico y abastecer de indumentaria de trabajo a una filial de la base militar de Hubei. Ni siquiera deseo pensar si recibiré más de sus graciosos mensajes por el WeChat. Si pinto naranjas, este momento parece pasar con rapidez. ¿Por qué han cercado a la bella Italia? Pienso que no podrían llegar portaaviones, helicópteros o misiles a Lombardía si la gente está pendiente. Italia es el país de Gramsci, de Leonardo y Galileo, de Dante, es el país de Baricco. Los italianos son personas despiertas, se darán cuenta de lo que están tramando. No puedes invadir un continente a vista y paciencia de observadores inteligentes. “Las naranjas italianas representan el 3 por ciento de la producción mundial y su calendario de maduración es reducido, están disponibles en los mercados de noviembre a mayo. Entre los tipos de naranja italiana más comunes se encuentran las Tarocco, las Navel y las Rojas Sicilianas”. Las naranjas portuguesas no son las mismas. Meu laranjeiro es el que pinto con paciencia impostada en Lima. Mientras lo hago, se han vaciado las calles y los vecinos tratan de prevenir un virus terrible, que solo produce una neumonía leve, pero produce ensimismamiento y ceguera graves. No veremos cuando las naranjas de Europa sean destruidas y sucumban ante las condiciones poco favorables del clima. La producción de naranjas de Brasil y Estados Unidos crecerá en los próximos años. La producción de cítricos vendrá también de Chile o de otros países. Os laranjeiros europeos serán pintados por manos que recuerden su sabor. En nombre de la venganza anticolonialista. El recuerdo de la sangre derramada no se borra fácilmente. Es importante conocer Portugal desde el punto de vista climático, para entender el éxito o el fracaso de la producción de naranjas. Siendo un país pequeño, posee gran diversidad climática, lo que permite cultivos distintos, como por ejemplo los aguacates y los cítricos en el Algarve, manzanas de la Beira Interior, lechugas en los invernaderos del Oeste o tomate y pimiento para la industria en Alentejo. Reescribiremos la historia pintando naranjas para enviar a Italia.