Violeta Barrientos, Teresa Cabrera y Roxana Crisólogo, directoras de laperiódica.pe, portal que busca discutir la actualidad y los asuntos públicos con una mirada crítica, pero sin una agenda preestablecida, nos ofrecen una mirada sobre el actual proceso electorero y la tan anunciada celebración por el Bicentenario. Fotos: archivo laperiódica.
Nuestra sociedad y toda la parafernalia que la componen siempre requiere de miradas atentas, ojos fiscalizadores que observen sus labores, sus acciones y cómo se ejecutan. De estas miradas, de estos ojos críticos dependerá el cambio, el progreso y desarrollo de lo que popularmente llamamos país. Precisamente, en todos estos procesos el papel de las mujeres juega un rol fundamental. Desde las instituciones públicas, las empresas privadas, las organizaciones feministas, los gremios académicos y los portales de información, día a día las mujeres aportan propuestas para el cambio y modernización de nuestro país. Justamente, hace algunos meses tres personalidades del ámbito cultural local: Violeta Barrientos, Teresa Cabrera y Roxana Crisólogo, presentaron el portal digital laperiódica.pe., una publicación virtual de periodicidad mensual cuyo consejo editorial lo integran Maruja Barrig, Valeria Román, Raquel Reynoso e Indira Huilca. “Buscamos enunciar la cosa pública y la actualidad, reconociendo que hablamos desde un espacio material y simbólico constituido por una circulación de bienes siempre en disputa”, señalan sus gestoras, quienes nos ofrecen algunas reflexiones sobre la actual coyuntura política.
– Chicas, laperiódica.pe se enfoca o reflexiona sobre temas de interés público que desde lo social y lo político siempre están en disputa. Apelando a sus miradas, ¿cómo observan el contexto pre electoral plagado de candidatos con antecedentes de corrupción y violencia de género?
-Lo que ocurre es que la política en general, desde la derecha a la izquierda, pasando por el liberalismo, no ha integrado un enfoque de género que empieza obviamente por evitar el acoso sexual o político entre gente del mismo partido o usarla como arma en la competencia electoral. Y ni se diga en cuanto a liderazgos de mujeres. Ahora, gracias a la reciente ley de paridad, en las trece fórmulas presidenciales hasta ahora en carrera, hay al menos una mujer. Hay dos planchas con candidatas a la presidencia que son las de Juntos por el Perú con Verónika Mendoza y Fuerza Popular con Keiko Fujimori. El resto, tiene a mujeres en la primera vicepresidencia, y tanto Verónika como Keiko llevan a mujeres para la segunda vicepresidencia. La agrupación de Verónika lleva también a la única candidata trans para las elecciones, aunque su nombre original no ha sido cambiado aún por la autoridad electoral.
La paridad en la representación electoral se ha ido abriendo paso por la constante presión del movimiento feminista. Interesa que haya más mujeres en política, llamaríamos a esto un “primer momento”, necesario, pero no suficiente, al que habría que añadir un segundo momento, en el que esta participación no sea un “poder delegado”. Es decir que la participación de mujeres impacte en la balanza de quién ejerce el poder. Nos interesan quienes tengan esto en cuenta. Es mejor que quede claro de una vez por todas, que las mujeres no entran a la política para tratar solo “temas de mujeres”. La participación de la mujer amplía nuestra democracia, y así como la amplía con nombres femeninos también lo hace -y esto es lo más importante- con otra forma de pensar la política.
Por eso, tan o más importante que el componente femenino en las listas congresales o las planchas presidenciales, es saber qué ofrecen estas candidaturas, desde el punto de vista de los derechos de las mujeres, además en un contexto de pandemia, donde la carga familiar de la enfermedad y la salud mental, la educación en casa, los cuidados y el desempleo afectan en mayor proporción a las mujeres de las clases trabajadoras. Qué van a hacer para ponerle un alto a los gremios empresariales, principales responsables de la precarización del trabajo. Cómo piensan mejorar las condiciones laborales del personal de salud que está exhausto por la pandemia, y que es mayoritariamente femenino.
Qué ofrecen estas candidaturas para reparar a las mujeres que hasta hoy buscan justicia en sus casos de derechos humanos y esterilizaciones forzadas, a las mujeres que buscan justicia en sus propias lenguas. Qué ofrecen a las jóvenes que están desertando de la educación superior. Qué ofrecen para revertir la situación de violencia, las violaciones sexuales, las desapariciones y los feminicidios, crímenes execrables que no solo afectan a las mujeres víctimas y a sus familiares, sino que desintegran el tejido social, minan la confianza en la administración de justicia y cuya impunidad solo refuerza el machismo endémico del peruano. Si las mujeres que candidatean no tienen propuestas en estos campos, no nos interesan más ni menos que cualquier hombre que postule.
Violeta Barrientos, Roxana Crisólogo Correa y Teresa Cabrera
– ¿Cómo abordarán esta coyuntura electorera?
-Desde nuestro punto de vista feminista quisiéramos poner algunos temas en la palestra en el contexto de la epidemia, principalmente la salud pública, los cuidados, la resistencia social ante la crisis, asuntos en los que nuestra sociedad tiene una experiencia en la que las mujeres han sido determinantes. Una experiencia que merece ser revalorada. Claro, son temas que seguiremos explorando más allá de lo electoral, pues de aquí a abril tendremos dos ediciones y la siguiente ya será con resultados congresales y presidenciales de primera vuelta. Estas son unas elecciones sui géneris, no despiertan mucho interés y tal vez enfrenten ausentismo. La legitimidad de quien resulte electo o electa, estaría puesta en cuestión y se abrirán los espacios para un contraataque de los grupos conservadores que levantaron cabeza en noviembre del año pasado. Un sector en el que convergen los antiderechos, los antivacunas y demás.
La pandemia puede tener un peso político a favor de una ultraderecha antisistema que, aunque no cuenta con muchos seguidores, empieza a salir a las calles a protestar contra el uso de la mascarilla y la cuarentena. En Perú hemos tenido la cuarentena más rígida y larga que en otros países, debido a las deficiencias del sistema de salud. Y para las mayorías, la cuarentena es sinónimo de falta de plata. En un primer momento, el tema de la corrupción tumbó a la clase política, y en otro momento, la necesidad que emerge de la pandemia puede tener el mismo efecto. Las elecciones en una situación de emergencia no son un buen contexto, pueden conectar a la gente más con un discurso de soluciones a corto plazo que con un discurso de “cambio político”.
-Estamos en el año del Bicentenario. Desde la mirada de laperiódica.pe. ¿Qué celebraremos, a quiénes reivindicaremos?
-Qué difícil año. Pandemia, y crisis política juntas. Hay que pensar en cómo el notorio “virreinato del Perú” se convirtió en una República opaca en la región, dirigida por un pequeño grupo de criollos y con una gran población de esclavos y siervos al margen, que luego no fueron integrados realmente en la sociedad salvo por un derecho al voto llegado tardíamente, en 1979. Somos el resultado de eso. Siguiendo lo que dice la historiadora Cecilia Méndez en la entrevista que nos concedió en noviembre, no hay lugar para celebrar nada, este es más bien un momento para reflexionar sobre cómo llegamos a este descalabro, a dónde vinimos a dar. Si ahora hay carencias debido a la pandemia, si los partidos no nos dicen nada, hay una causa común. Habría que reivindicar a los que se sientan peruanos y peruanas a pesar de que este país nunca los absorbió.
Sobre las directoras
Violeta Barrientos
Ha llevado adelante un recorrido entre la poesía y el activismo feminista. Es abogada y egresada de una maestría en sociología política. Luego de publicar “Elixir” (1991) y “El innombrable cuerpo del deseo” (1992), residió en París donde se doctoró en Estudios Hispánicos y Latinoamericanos. Participó en 2005, en la Bienal de Val-de Marne. Parte de su obra poética fue traducida al francés, así como publicada en París desde 1999. Actualmente reside en Lima y es profesora de las maestrías de género de la UNMSM y la PUCP, así como de la facultad de Arte de la PUCP. Algunos de sus títulos poéticos son: “El jardín de las delicias”, “Tragic/Comic”, “El libro de la serpiente”, “Cosas sin nombre”.
Poeta, gestora cultural, con estudios de derecho. Su último libro Kauneus La belleza (Lima, 2021) es publicado gracias a una beca del Ministerio de Cultura del Perú. La escritura del libro recibió una beca de trabajo del Finnish Cultural Foundation. Actualmente trabaja como coordinadora del proyecto Nordic Exchange in Literature. Fundadora de Sivuvalo Platform y miembro de Somos La Colectiva, Comando Plath y La Periódica. Sus proyectos han sido apoyados por las fundaciones finlandesas Kone Foundation, Finnish Literature Exchange, Kari Mattila Foundation and Arts Promotion Centre Finland. Vive y trabaja en Helsinki, Finlandia.
Teresa Cabrera
Es editora de Quehacer, revista del Centro de Estudios y Promoción del desarrollo, Desco. Es autora del blog limamalalima. Integra el comité editorial de Pesapalabra, boletín de poesía y crítica. Forma parte del comité editorial de Noticias SER, portal de la Asociación de Servicios Educativos Rurales. Antes ha sido editora de la Revista Poder y del portal LaMula. Ha publicado los poemarios Sueño de Pez o Neblina (2010) y El Nudo (2012), ambos por el sello Álbum del Universo Bakterial.