Del 22 de julio al 7 de agosto se llevará a cabo de manera presencial la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL Lima,2022), en el Parque Próceres de la Independencia en Jesús María. Como un adelanto a esta fiesta internacional del libro charlamos con Daniela Alcalde, editora y especialista en Literatura Infantil y Juvenil (LIJ)
¿Qué cambios experimentó en nuestro país el sector editorial de literatura infantil y juvenil (LIJ) durante la pandemia global? ¿Qué papel jugaron las editoriales independientes locales vinculadas a la LIJ en todo este período?… Según la editora Daniela Alcalde: “En estos dos años de pandemia, el sector editorial de literatura infantil y juvenil se ha reconfigurado. Sellos grandes como Santillana, SM, Norma o Panamericana cerraron sus equipos editoriales o redujeron significativamente su ritmo de publicación. Por el contrario, los sellos independientes son los que han ofrecido más novedades para el público infantil. En líneas generales, me parece importante que la LIJ siga en crecimiento y más ahora que su producción parece haberse independizado un poco de la escuela. Como sabemos, los sellos grandes antes mencionados tenían a los colegios como sus principales espacios de venta y orientaban sus libros a los planes lectores. Sin embargo, a la par siempre existió la producción independiente de LIJ, que es la que en este momento predomina y la que veremos con mayor presencia en la feria. En cuanto a la producción de LIJ, en general, noto que se está abriendo a la diversidad”.
Precisamente, para que nos ahonde sobre la LIJ en nuestro país y nos brinde algunos alcances sobre la delegación de autores y autoras de Portugal, país invitado de la FIL Lima 2022, Lima en Escena charló con Daniela Alcalde.
-Daniela, en unos días se inaugura la FIL 2022 después de dos años de pandemia global. ¿Qué esperas de esta nueva versión, particularmente del tema referido a la LIJ?
-Esta nueva edición de la FIL genera mucha expectativa en el sector editorial, que aún intenta recuperarse del impacto de la pandemia y de la coyuntura político-económica nacional e internacional. Si bien existen varias ferias regionales, distritales y alternativas, la FIL Lima sigue siendo el evento más importante del sector en cuanto a cantidad de asistentes y volumen de ventas. Considerando que en el 2020 la edición fue virtual y que el año pasado no hubo FIL, creo que es un evento muy esperado por el público y que es probable que esto se traduzca en ventas, lo cual sería significativo porque el ingreso de capital les permite a las editoriales financiar nuevos proyectos, sobre todo a las independientes. Espero que el reciente incremento de casos de Covid-19 y la difícil situación económica que atraviesan las familias peruanas no sean impedimentos para que la FIL alcance sus objetivos y se vuelva a posicionar como uno de los principales eventos culturales del país. En lo que respecta a la LIJ, será interesante ver cómo se ha reconfigurado el sector luego de estos dos años: nuevos sellos, nuevos autores, nuevos editores, entre otros.
-Portugal, es el país invitado y nos visita con una delegación de 12 invitados. Cuatro han escrito/escriben literatura infantil, además de Adélia Carvalho, educadora, editora y escritora de libros infantiles, un referente de la literatura para niños, a nivel internacional, ganadora del Premio de Literatura de la Unión Europea (2012). ¿Qué nos puedes decir al respecto?
-La llegada de escritores de literatura infantil y juvenil en la delegación internacional, en general, permite que la propuesta creativa de estos autores llegue a más público. Es común que sean conocidos por especialistas, pero su presencia en estos eventos los acerca a un público más amplio. Siempre resulta interesante escuchar cómo conciben su trabajo y al lector infantil, qué importancia le dan a la búsqueda de lo estético en sus propuestas, qué temas abordan y cómo es la recepción de sus libros en el público. Esto nos puede dar luces interesantes para que, como público, evaluemos de manera más profunda y compleja los libros para niños, para que seamos más exigentes como compradores. A los autores, ilustradores y editores creo que también nos invita a reflexionar sobre lo que venimos haciendo. Entre los invitados que mencionas, por ejemplo, Adélia Carvalho, en su obra Nadav aborda de manera directa el tema de los conflictos bélicos, mientras que Afonso Cruz, Vamos a comprar un poeta, hace una crítica al consumismo. ¿Qué tanto nos arriesgamos en el abordaje de temas como estos cuando nos dirigimos a los niños? Si se tratan, ¿cómo lo estamos haciendo? Si no, ¿por qué no lo intentamos? Con esto no quiero decir que debamos imitar la producción de estos autores o que en la producción editorial peruana de LIJ no se toquen nunca estos temas, solo creo que acercarnos a su obra nos puede dar una perspectiva interesante sobre lo que hacemos. Además, visitar el pabellón de Portugal para ver su producción de libros infantiles también nos puede aproximar a ciertas tendencias en cuanto a ilustración, diseño y edición.
-Justamente, estos dos últimos años las editoriales grandes y las independientes locales publicaron títulos de diversos géneros tanto de autores locales como internacionales. ¿Cómo observas esta producción editorial en general?
-En estos dos años de pandemia, el sector editorial de literatura infantil y juvenil se ha reconfigurado. Sellos grandes como Santillana, SM, Norma o Panamericana cerraron sus equipos editoriales o redujeron significativamente su ritmo de publicación. Por el contrario, los sellos independientes son los que han ofrecido más novedades para el público infantil. En líneas generales, me parece importante que la LIJ siga en crecimiento y más ahora que su producción parece haberse independizado un poco de la escuela. Como sabemos, los sellos grandes antes mencionados tenían a los colegios como sus principales espacios de venta y orientaban sus libros a los planes lectores. Sin embargo, a la par siempre existió la producción independiente de LIJ, que es la que en este momento predomina y la que veremos con mayor presencia en la feria. En cuanto a la producción de LIJ, en general, noto que se está abriendo a la diversidad. Por ejemplo, Planeta está apostando por libros informativos de calidad. Animales peruanos, de Micaela Chirif y Loreto Salinas, ha tenido muy buena recepción en el público, tanto en su versión informativa como en el libro de actividades. Ahora en la feria presentarán Inti Sol Quilla Luna, también de Micaela Chirif, esta vez en compañía de Yesenia Montes, Amanda Mijangos y Armando Fonseca. Se trata de un diccionario ilustrado quechua castellano. Por su parte, Pichoncito ha continuado con Peruanos Power, su colección de biografías sobre personajes peruanos. También han aparecido otras ediciones en quechua como Rosalía cuenta (Alaluna), Es mágico (Aletheya), Oveja y niño (Ámbar), Cuentos fascinantes del Willkamayu (Rojo & Negro), entre otras. Cabe precisar que los libros informativos y las publicaciones en lenguas originarias han sido terrenos poco explorados en la LIJ peruana; por eso, considero relevantes estas apuestas. Por otro lado, también se nota diversidad en cuanto a la calidad de las ediciones y al enfoque de las propuestas. Hay algunas mucho más cuidadas que otras, que denotan un mayor respeto por el niño como lector. Entrar en el campo de la LIJ, como en cualquier otro, demanda cierto grado de especialización e investigación por parte de los autores, editores e ilustradores que llevan a cabo estos proyectos. Por eso, espero que en los próximos años se pueda ver una evolución en cuanto a la calidad de las propuestas.
-Y como es habitual, la literatura infantil y juvenil, es un nicho en la industria editorial que se desenvuelve de manera sostenida. En el país, por ejemplo, se afianza y crece. Observamos nuevos sellos, otros se consolidan. ¿Lo observas así?
-Indiscutiblemente sí. En estos dos últimos años, han aparecido nuevos sellos especializados en infantil como Mónimo, que este año fue premiado por su primer libro (Diosario) en la Feria del Libro de Infantil de Bolonia. Otros sellos especializados como Polifonía y Pichoncito continuaron su producción y a ellos se sumaron sellos que, si bien no publican exclusivamente infantil, han sumado también al sector, como Pesopluma, Colmena, Aletheya, entre otros. No obstante, creo que cuando pensamos en crecimiento debemos considerar tanto cantidad como calidad. En este último aspecto, como dije anteriormente, se encuentran propuestas muy dispares. Me parece que se debería apostar por un mayor grado de especialización en el sector y creo que se debe seguir trabajando para alcanzar estándares de mayor exigencia y tener propuestas más arriesgadas en cuanto a lenguaje, temas, abordajes, estilos de ilustración, entre otros. Escribir, editar o ilustrar libros para niños no implica hacer libros simples o fáciles. Los niños son lectores mucho más exigentes y atentos de lo que muchos adultos creen, y merecen libros que los sorprendan.
Sobre Daniela Alcalde
Es licenciada en Educación con especialización en Lengua y Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Posteriormente, cursó un máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil en la Universidad Autónoma de Barcelona y un diplomado en Políticas Editoriales y Proyecto Cultural en la Universidad de Buenos Aires. Ha brindado servicios de capacitación para instituciones como el Fondo de Cultura Económica, el Ministerio de Educación y la Casa de la Literatura Peruana. También ha sido monitora del Ministerio de Educación en el programa de Núcleos de Lectura Imagina. Ha trabajado como editora en SM Perú y Editorial San Marcos. Como coordinadora editorial de Panamericana Perú, editó libros que han obtenido reconocimientos nacionales e internacionales. Cuentos de Vallejo, de Águeda Noriega, Miguel Det y Fernando Laguna, ganó el Premio Luces 2019 como mejor libro de cómic. Asimismo, El hambriento lobo feroz, de Isabel Menéndez Ibárcena fue seleccionado en la Lista de Honor IBBY 2020. Actualmente, dirige Rojo & Negro Servicios Editoriales.