Ezequiel Dellutri: “El rock se une al adolescente de manera visceral y profunda”

Autor de la novela “Koi” y Premio Norma de Literatura Infantil y Juvenil 2018, nos cuenta cómo la música de Charly García, Fito Páez, dos genios del rock argentino forman parte de la banda sonora de su historia

Aunque ya tiene 15 años, Laura nunca conoció a su papá ni se animó a preguntar por él. Un día, sin pensarlo demasiado, comienza a exigir respuestas. Lo que le cuentan resulta desolador, pero gracias a ese impulso conocerá a Julián, su hermano. Julián tiene problemas de comunicación con las personas. Sin embargo, con los peces, su obsesión e interés principal, se entiende a la perfección. Laura se siente sola y, en su caso, la música funciona como refugio. Peces, música y una apuesta al futuro les permitirán encontrar una fuerza que se despliega cuando están juntos, juntos a la par.

Es en resumen el argumento de la novela juvenil “Koi”, del autor argentino y Premio Norma 2018: Ezequiel Dellutri, escritor, conductor radial y profesor de Literatura, especialista en géneros como la narrativa fantástica y de horror. También ha escrito dos libros de ensayo para adolescentes, uno de ellos dedicado a la influencia de las nuevas tecnologías en la vida de los jóvenes. Fotos: Lima en Escena

-Ezequiel, tu novela Koi nos abre al mundo de dos personajes: Laura y Julián, dos hermanos que tejen su historia en complicidad con la música: el rock argentino.

-De todas las artes, la música es la que más nos habla al corazón, la que más nos interpela. Con la música sentimos algo particular. Las letras de estas canciones son poesía y dialogan con nuestra emotividad. En mi vida la música ha sido una compañía en momentos difíciles, duros, y de alguna manera, partí de esta experiencia para incorporar las letras de algunas canciones del rock del rock argentino en el texto. Me parecían significativas para los personajes. Sentí que hablaban de las cosas que les pasaba a los protagonistas. Las palabras eran tan exactas que no podía reproducir esos sentimiento y sensaciones.

– ¿Por qué esta necesidad de tejer en la historia la poesía de la lírica del rock, en este caso en particular el argentino, con ambos personajes?

-La poesía de las canciones del rock argentino es sencilla y profunda. Es el discurso de algunos jóvenes que en su momento tenían necesidad de hablar, de expresarse en un ambiente conservador en donde no existía la posibilidad de hablar libremente. Si nos trasladamos a Koi, es la misma circunstancia que atraviesan los personajes de Laura y Julián, en un contexto distinto. La música termina canalizando lo que a ellos le va sucediendo.

-Háblanos un poco sobre tu particular relación con el género rock de tu país.

-Estoy identificado con el rock nacional o argentino desde la adolescencia. La unión música/adolescencia está presente en mi concepto del significado del adolescente. La música, el rock se une al adolescente de manera visceral y profunda. Los personajes de la novela están unidos desde ese vínculo.

– Laura, la protagonista de la novela, es diferente al común de las niñas de su edad. ¿Cuál es tu percepción sobre ella?

-Laura es un personaje que atraviesa lo que yo llamo el nudo de la angustia. Todos en nuestras vidas tenemos nudos de intranquilidad. Momentos de profunda zozobra que no nos permite visualizar el futuro. No sabemos cómo avanzaremos, cómo seguiremos a lo largo de nuestras vidas. En la historia de Koi, el personaje empieza en esta especie de oscuridad para luego y de manera gradual encontrar un camino más luminoso. En este proceso ella se cuestiona muchas cosas sobre su vida. Laura se pregunta todo. ¿Por qué estamos acá? ¿Cuál es el sentido de nuestra existencia?

-Más allá de esta oscuridad, Laura lidia airosamente con todas estas interrogantes qué se plantea.

-El adolescente no logra expresar o verbalizar con palabras toda la riqueza de su mundo interior, todos los conflictos que afronta. Hay un juego con esa primera persona que narra. Nos metemos en toda esa reflexividad que tiene Laura. El adolescente es reflexivo pese a no tener la capacidad de manifestarlo.

– ¿Qué te lleva a darle vida a un personaje como Laura?

-Deseaba que este personaje reflexione sobre su propia existencia porque siento que a los adultos nos falta reflexionar al respecto. Quise que Laura sí se diera el permiso de cuestionar determinadas cosas, de plantearse cuál es el peso de la visión del otro sobre la construcción de su propia identidad. Para mi es importante entender que en el otro esta la construcción de quien soy yo.

-Ella busca al hermano y en esa búsqueda el lector accede a dos singulares personajes. Ella, decide saber más del padre ausente y en esa exploración conecta con su menor hermano que es autista.

– La novela no es de seres solitarios sino de personajes aislados. La soledad es algo que uno necesita para conectarse con ciertas realidades o cosas. Uno se aleja, escucha su música, sale a caminar… De alguna manera uno se desconecta para conectarse con cosas que nos están pasando en el interior. Los personajes de Koi no son solitarios sino aislados. Es la soledad que nos imponen o nos imponemos nosotros mismos.

– ¿Podríamos afirmar que ambos personajes se desarrollan en este aislamiento?

-Sí. En el caso de Julián, su propia condición de niño autista le genera este aislamiento. A Laura, las condiciones de vida la van aislando. El desconocer quién es su padre, el cambio de escuela, el sentirse fea, el sentirse incomprendida, el sentir que no tiene lugar en el mundo. Es la historia de dos aislados que tienen que romper esa barrera de soledad angustiante para reencontrase y reconstruirse. Laura busca al padre. Al final se da cuenta que esta búsqueda de la figura paterna no es importante. Esta muerto y no puede formar parte de su historia. Lo que realmente importa es su hermano con el cual ella al principio no puede conectarse.

-Ezequiel, una de las características de la lírica del género rock es su disconformidad. ¿Es este elemento que te permitió incorporar en el corpus de la novela algunos fragmentos de esta música?

– Encontré que en el rock nacional está el germen de Laura y Julián. Ellos también dicen: soy distinto, pero necesito que me escuches. Uno está en la obligación de escucharlos también. Charly García, Nito Mestre, Fito Páez, y todos los autores del rock nacional sentían lo mismo que Laura y Julián.

– ¿Es el rock argentino la banda sonora de Koi?

-Absolutamente. Me han dicho que tengo que hacer una lista de reproducción de todos los temas que están incluidos en la historia. Hacer un disco. Me encanta que el libro esté vinculado a la música. Soy una persona de pensamiento amplio. No estoy estancado solo en la literatura. Me muevo por las distintas disciplinas artísticas. Me agrada el cómic, la plástica. Me formé en la plástica. Me parece fascinante que una obra de arte rompa esquemas y nos vincule con otras expresiones artísticas.

– ¿Qué implica para Ezequiel Dellutri haber obtenido el Premio Norma?

– Estoy profundamente agradecido. Soy un admirador de todo el trabajo de la editorial Norma, particularmente de Zona Libre. Como docente siempre leo libros de literatura infantil y juvenil. Me gustan los títulos de Zona Libre. Reúne lo mejor de la literatura juvenil de esta parte del continente. Considero que la narrativa de la colección es innovadora. El Premio Norma me permitirá llegar a otros lugares de la Región lo cual es vital para un autor. Koi, una novela escrita en un lenguaje universal me permitió salir de mi país gracias a Norma.

– Después de la experiencia del premio y observando todo en retrospectiva. ¿Qué representa Laura para Ezequiel Dellutri?

-Laura, no es precisamente mi alter ego, sin embargo, tiene cosas mías. Viví momentos de angustia en mi vida que de alguna manera está reflejado en el personaje. Desde que el libro se editó, la historia se escapó de mis manos para ser de otro. Es doloroso al comienzo, pero cuando pasa el tiempo y me encuentro con mis lectores entiendo que Laura es de propiedad de ellos. Laura se escapó y retornó multiplicada en cientos de jóvenes que se identifican con la novela. Espero que les pueda significar un cambio…

-Para terminar. ¿Qué edad tenías cuando se crea tu vínculo con la literatura?

-Empecé a leer casi compulsivamente a los 11 años. La literatura cambió mi vida. Imagino que Koi llegará a los jóvenes a los cuales le cambié la vida y la dinamicé de manera distinta. La novela tiene un valor simbólico.