Emilio Bustamante: «El cine regional ha alcanzado logros importantes»

Respecto a la nueva ley de cine, la buena noticia es que, gracias a la unión de los gremios de cineastas regionales, el texto cuya aprobación recomienda la comisión de cultura del Congreso considera que el 40% del monto anual destinado al cine nacional debe ir a “equipos creativos, técnicos y artísticos residentes preferente y mayoritariamente en los departamentos o regiones del país”, nos explica en las siguientes líneas nuestro invitado

Después de años y años de inagotable labor en el tema referido a la producción de documentales, cortos experimentales y películas de autor en regiones como Ayacucho, Puno, Junín, Cajamarca, entre otras ciudades del país, nos preguntamos cómo marcha el sector ahora y después del estreno de la película puneña Wiñaypacha, que para algunos críticos locales marca un antes y un después en la historia del cine peruano. Para charlar sobre sobre este y otros temas referidos al Cine Regional, Lima en Escena entrevistó a Emilio Bustamante, académico, crítico de cine, y experto en el tema. Foto: Lima en Escena

-Emilio ya son ocho años que venimos charlando sobre cine regional, su admirable producción pese a las situaciones adversas por las que tiene que atravesar, la variedad de sus géneros, en fin. En retrospectiva. ¿Cómo observas ahora el cine regional cuyas producciones va en aumento cada año?

-Creo que el cine regional ha alcanzado logros importantes, pero afronta también dificultades y requiere apoyo. A menos de un año de su estreno, la película puneña Wiñaypacha ha recibido elogios unánimes de la crítica peruana e internacional y ha logrado varios premios en festivales internacionales, su director Óscar Catacora es invitado frecuentemente dar charlas en universidades y otros foros, y a formar parte de jurados en concursos y competencias. Otro filme regional, aún no estrenado comercialmente, Casos complejos, del trujillano Omar Forero, uno de los más talentosos cineastas peruanos, ha ganado hace poco el premio a mejor película en la Semana del Cine de la Universidad de Lima (el mismo que ganó el año pasado Wiñaypacha), y las opiniones de la crítica han sido también muy favorables. Nadie podría hoy insinuar que el cine producido en regiones es inferior artísticamente al producido en Lima. Sin embargo, afronta aún carencias. La producción anual se mantiene, pero con las limitaciones económicas de siempre, la capacitación de los cineastas sigue siendo reclamada, y los espacios de exhibición son muy limitados.

De otro lado, ha habido avances en la elaboración de las bases de los concursos exclusivos para regiones; en el último concurso se exigió que el grupo conformado por productor, guionista y director deba ser integrado en su mayoría por personas residentes en la región, con lo que se ha buscado disuadir de presentarse al concurso a los cineastas que no residen en la región, pues para ellos no fue creado. Sin embargo, los fallos de los concursos siguen beneficiando a proyectos de determinadas regiones (culturalmente más próximas a Lima) y que se adscriben a cierto tipo de cine (más moderno que de género). Respecto a la nueva ley de cine, la buena noticia es que, gracias a la unión de los gremios de cineastas regionales, el texto cuya aprobación recomienda la comisión de cultura del Congreso considera que el 40% del monto anual destinado al cine nacional debe ir a “equipos creativos, técnicos y artísticos residentes preferente y mayoritariamente en los departamentos o regiones del país”. Lo malo es que quienes se oponen a esta disposición aún se mantienen activos, con argumentos como que el cine peruano es uno solo y que no se debe otorgar privilegios; argumentos que en realidad esconden la intención de que ese dinero sea destinado a producciones limeñas.

-Regiones como Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Puno, Iquitos, entre otros, cuentan con un cine propio, con una personalidad definida en cuando a características estéticas, temáticas, ¿qué diagnóstico sobre la evolución de sus producciones, particularmente en estos últimos años nos puedes ofrecer?

-La producción es variada en cada región. En síntesis, tenemos un conjunto valioso de cineastas peruanos que hacen cine en sus regiones y que tienen temáticas y estilos propios que van perfeccionando y ampliando en cada nueva producción, así como también tenemos festivales locales que se están consolidando con mucho esfuerzo. Si solo tuviera que referirme a lo apreciado en los últimos dos años, y con el riesgo de olvidar a varios cineastas, películas y eventos importantes, mencionaría entre lo mejor de los cineastas ayacuchanos a La casa rosada de Palito Ortega Matute y Bullying maldito de Mélinton Eusebio, películas muy distintas, pero ambas con una gran fuerza expresiva. También tendría que mencionar a El arpista, un interesante documental del huantino Ramiro Velapatiño. En Cajamarca destacan James Becerra en animación y Luz Isabel Guarniz en documental; Alexander Celis, de Cajabamba, tiene en posproducción la segunda parte de su elogiada Ángeles de manos negras; y Dante Rubio, de Chota, acaba de estrenar Sofía, su cuarto largometraje.

En Cusco hay una producción significativa de cortometrajistas, entre los que destacan Fredy Romero Peralta, César Alberto Venero y Ángel Romero Pacheco; José Huamán Turpo ha continuado realizando enérgicos largos documentales, con miradas nuevas e información actualizada sobre temas tradicionales, y Diego Sarmiento ha recorrido festivales y obtenido reconocimientos con Río verde. Además, la DDC de Cusco ha organizado talleres de formación de cineastas en los que han participado alumnos jóvenes y muy talentosos, varios de ellos con valiosos logros en otras artes, y de quienes se espera pronto la realización de proyectos cinematográficos. El festival Cinesuyu se sigue llevando a cabo con éxito, lo que también debe resaltarse. En Junín, los cortos de Hans Matos Cámac, Mayolo y Sín título, se cuentan entre los mejores cortos peruanos de los últimos tiempos; Daniel Núñez, por su parte, está terminando su largo Warmi, Rómulo Sulca ha ganado premios de DAFO e Ibermedia, y los integrantes de Yaku Films, que han producido interesantes películas de género fantástico como Proyecto Esperanza y Presencias ocultas, siguen muy activos. Se aguarda, además, el largo El octavo cuadro de Elizabeth Rojas Tomás, cuyo rodaje ya ha terminado.

En Puno lo más notable, por supuesto, ha sido Wiñaypacha, pero también hay que prestar atención al premio a desarrollo de proyectos de DAFO ganado por Óscar Gonzales Apaza, quien cuenta ya con un largo muy apreciable (Marcados por el destino). En Iquitos, el joven Luis Chumbe hizo el corto Sergio libre, muy apreciado en festivales durante el último año. Es una lástima que la labor de La Restinga en Iquitos en cuanto a la promoción de cortometrajes producidos por jóvenes se haya detenido. En Pucallpa hay expectativa por lo que se produzca en la Escuela de Cine Amazónico que dirige Fernando Valdivia. En Arequipa, el incansable Edward de Ybarra ha organizado una vez más el festival Corriente sobre cine de no ficción, de muy buen nivel, y que en cada edición crece y mejora; de otro lado, los cortos de Edward, Dictado y Las imágenes, las imágenes, las imagénes siguen presentándose en muestras nacionales e internacionales y cosechando críticas favorables, lo mismo que las películas de Karina Cáceres. El documental La señal de Leandro Pinto ha ganado premios nacionales e internacionales, y Miguel Barreda se encuentra trabajando en su próximo largo. Por su parte, Roger Acosta ha continuado exhibiendo El cura sin cabeza en escenarios diversos como la Universidad de Lima y el cementerio La Apacheta. En Lambayeque la actividad no se ha detenido, varios chiclayanos han ganado premios de DAFO últimamente, y Manuel Eyzaguirre exhibió su mediometraje La casa de los gatos en la Semana del Cine de la Universidad de Lima.

En Piura, concretamente en Sullana, el joven Jhan Risco Arellano mantiene una producción de cortos, algunos de ellos ganadores de premios en festivales, ha codirigido con Jairo Murillo Historias siniestras del Chira; hace poco, en Piura también, Samuel Urbina, Jeff Talledo, Arturo Palacios y Gabriel Alzamora, del Colectivo de Cineastas Piuranos, organizaron un encuentro de dos días, Cine con Chifles, que tuvo como invitados a Manuel Eyzaguirre y Miguel Barreda». Desde Trujillo, Omar Forero amplió su registro con Casos complejos, que como ya he dicho, ganó el premio a mejor película en la Semana del Cine de la Universidad de Lima, y se avizora como uno de los mejores estrenos nacionales del próximo año. El Festival de Trujillo, de otro lado, se consolida como uno de los más serios del país, el Festival de Huánuco, producto del esfuerzo del cineasta Elías Cabello, ya se encuentra en su quinta edición, y el Festival de Cine Regional de Ayacucho –fruto del tesón de otro cineasta, Lalo Parra- se acaba de celebrar por cuarto año consecutivo.

-Ahora se cuenta con un tipo de ayuda pública. ¿Qué les permite a los directores de las regiones estos incentivos que básicamente constituyen un monto de dinero?

-El premio exclusivo para regiones les permite iniciar la realización de sus proyectos. Sin embargo, creo que se podría ir pensando en descentralizar también la convocatoria, a fin de que en cada región haya concursos de modo que no se concentren los premios en determinadas regiones que tienen una mejor comunicación y más afinidad cultural con la capital.

-Toquemos el tema de la descentralización, distribución y exhibición de estas producciones. ¿Existe un adelanto en el desarrollo y puesta en marcha de estos tres ítems o todo está estancado?

-Ha habido avances, pero siguen siendo limitados porque no hay en realidad una política cultural respecto al cine peruano, sino esfuerzos de funcionarios competentes que van respondiendo de la mejor manera que pueden (o les dejan) a algunas necesidades que van descubriendo sobre la marcha. La distribución y exhibición sigue siendo un problema, y parte de la solución pasa por el establecimiento de una cuota de pantalla en una nueva ley de cine, pero el proyecto actual la ignora. La cuota de pantalla debería ser complementada con la creación de una red de salas alternativas por parte del Estado, y con un empleo eficaz de TV Perú en la exhibición de películas regionales. Lo que se ha hecho es crear concursos de proyectos de distribución y de salas alternativas a los que pueden presentarse empresas regionales; eso está bien, pero de ninguna manera soluciona el problema.

– ¿Se puede ver frecuentemente este cine fuera de sus ciudades de origen?

-No frecuentemente. Se ve en los festivales que los mismos cineastas organizan en sus regiones.

– ¿Qué vínculo tienen con Lima ahora? ¿Se exhiben aquí de manera frecuente, sólida y sostenida?

-No. Desde que CAFAE-SE decidió no renovarle el contrato a Jaime Luna Victoria, como programador de su cineclub, se cerró la única ventana de exhibición sostenida de cine regional en Lima. Se han organizado después ciclos en la sala Robles Godoy, el LUM, y el Festival de Lima, y se han exhibido películas regionales en la Semana del Cine de la Universidad de Lima; pero no hay ahora en la capital un espacio de exhibición regular de cine producido en regiones.

– ¿Qué cambios sustanciales en el cine regional se han dado a partir del estreno y éxito de la película Wiñaypacha?

-Creo que el cambio se va a apreciar mejor a partir del próximo año. Wiñaypacha ha demostrado que se puede hacer en las regiones un cine peruano de alta calidad, capaz de competir con éxito en festivales internacionales. Wiñaypacha es, de algún modo, el resultado de veinte años de desarrollo de ese cine peruano que era ignorado en Lima.

– A partir de la experiencia de Wiñaypacha y desde lo estilístico, ¿qué crees que sucederá en las producciones del cine regional a futuro?

-Creo que, en parte de la producción regional, no en toda, habrá más cuidado en el acabado audiovisual y mayor rigor en la propuesta estilística; pero se mantendrá la diversidad de géneros y propuestas, lo que también es bueno. Algunos cineastas, probablemente, tendrán más confianza en postular a premios del Estado y mayor interés en participar en competencias internacionales.

 

Periodista y fotógrafa. Siguió la carrera de Comunicación Social y Periodismo Económico. Laboró en los diarios La Voz, Síntesis, Gestión y en la revistas Oiga. El 2000 fundó el portal digital MIAMI EN ESCENA (Florida, Estados Unidos) en donde radicó 10 años. A su retorno al Perú crea el magazine online LIMA EN ESCENA.