Ana Varela: “El tema amazónico es fundamental en mi escritura”

Sin activismo la literatura no tiene mucho sentido o pierde su impulso creador, su capacidad de inventar la utopía en un mundo mejor, sin discriminaciones de ningún tipo, señala Ana Varela en la presente interviú. Fotos: archivo personal de la autora.

Es una de las voces más importante de la poesía amazónica peruana de los noventas y miembro del Grupo Cultural Urcututu. Entre sus libros publicados destacan: El sol despedazado (Proceso Editores, Lima, 1991) en coautoría con Percy Vilchez, Lo que no veo en visiones (Ediciones Copé, Lima, 1992), Voces desde la orilla (Colección Urcututu Ediciones, Iquitos, 2000), Dama en el escenario (Editora Regional, Iquitos, 2001). Asimismo, es la primera mujer amazónica en obtener el Premio Copé de Oro/1992. Para Lima en Escena es un honor charlar con la académica y poeta Ana Varela, quien nos ofrece algunos alcances de su labor de escritora.

-Ana, dado que parte de su obra poética tiene un vínculo directo con la Amazonía y sus problemáticas, qué nos puede decir sobre toda esta ola de violencia que azota a nuestras comunidades amazónicas. Los asesinatos a sus líderes y lideresas…

– ¡Es penoso y lamentable! Desde los inicios de la vida republicana el Estado peruano siempre vio a esta región como un lugar de conquista y colonización de sus recursos naturales. Después de la pérdida de territorios por la Guerra con Chile la clase hegemónica peruana dirigió su mirada a los bosques porque allí estaban los árboles de caucho. Al Estado no le importó sus habitantes indígenas, sus bosques, sus animales, sus ríos. Se inició el boom del caucho hacia fines del siglo XIX hasta las primeras décadas del siglo XX. En ese momento, el Perú dirigió su atención a esta región para consolidar una economía cauchera que sirvió a unos cuantos acaudalados pero que explotó, esclavizó e impuso un sistema de terror a las poblaciones indígenas y a las poblaciones ribereñas mestizas.

La Amazonía experimentó y experimenta ciclos económicos por la exploración del caucho, madera, petróleo, oro, entre otros, que no traen el bienestar de sus habitantes. Una región carente de hospitales, buenas escuelas y universidades, sin buenas bibliotecas ni librerías, sin servicios básicos de agua potable y electricidad, refleja el abandono a esta región y la indiferencia e ineptitud de sus gobernantes regionales y locales. A esto se añade la deforestación, la minería ilegal de las dragas, los derrames de petróleo, la falta de conciencia ambiental, problemáticas que vuelve a la región más vulnerable y frágil. La pandemia no hace más que constatar una realidad dramática e indignante que es parte de nuestra historia.

-Gracias. Ahora permítame centrarnos en su labor como autora. Conocemos de su producción poética a partir de sus cuatro libros de poesía. Nos podría ahondar sobre sus trabajos en narrativa y ensayo…

-Sí, escribí un ensayo sobre la prensa del periodista Benjamín Saldaña Rocca y sus vínculos con la prensa de Manuel González Prada. Este fue publicado en una revista italiana que se llama América Crítica (2017). Cuando era joven quise incursionar en la narrativa, pero dejé de hacerlo. Recientemente edité con Leopoldo Bernucci un libro titulado Benjamín Saldaña Rocca: Prensa y denuncia en la Amazonía cauchera, auspiciado por la Universidad de California, Davis, con el sello de Pakarina ediciones (Lima 2020). Asimismo, y a partir de mi tesis doctoral, preparo un libro sobre el período cauchero y su literatura.

– Formó parte del Grupo Urcututu. ¿Mantienen el vínculo?

-Sí, el grupo Urcututu de Iquitos al que pertenezco sigue vigente de muchas formas. Solo para mencionar que el año pasado hicimos recitales de poesía en Iquitos y Nauta. Hemos publicado un Manifiesto que lleva por título, “La poesía es un planeta de árboles vivos”. Y a pesar de todas las dificultades tanto Carlos Reyes Ramírez, ganador del Copé en 1987 y Percy Vílchez Vela, mención honrosa del Copé de cuento, siempre publicamos, leemos poesía en recitales públicos, presentamos ponencias sobre literatura y cultura en diferentes actos tanto académicos como artísticos.

-Su poemario “Lo que no veo en visiones” le permitió obtener el Premio Copé de Oro 1992. Dado que ya no circula y los jóvenes desean conocer su obra, ¿lo reeditará?, ¿tendremos una nueva edición a mediano o largo plazo?

-Espero que sí. En el Perú lo que falta es publicar mucho y leer más.

-Ana, ¿qué implicó ser la primera mujer y representante de la literatura amazónica en obtener el Premio Copé de Oro?

-Significó un impulso para seguir escribiendo y leyendo. Ganar un premio nacional desde la Amazonía fue un acontecimiento que me ha llevado hasta lugares impensados. La Amazonía es y ha sido mi tema fundamental. Y el Copé fue no solo un premio para mí, sino para aquellas voces marginales que hablan en voz alta en mi poesía, las voces desde la orilla.

-La pandemia global estimuló el mercado de los libros digitales.  ¿Sus libros de poesía están liberados? ¿se pueden leer en línea?

-Mi libro Voces desde la orilla está siendo traducido. Los otros no he intentado ponerlos en línea. Pero es una posibilidad en un futuro próximo.

-¿Literatura y activismo van de la mano?

-Literatura y activismo son fuerzas para seguir adelante, para mover ideas, para continuar luchando por causas justas. Sin activismo la literatura no tiene mucho sentido o pierde su impulso creador, su capacidad de inventar la utopía en un mundo mejor, sin discriminaciones de ningún tipo.

-Algún punto que desee agregar…

-Que amo al Perú, extraño intensamente los ríos, mis amigos de siempre y mi familia. Un día quiero ir a Nauta, tomar una cerveza en el puerto, mirar el arco iris que un día miramos con Carlos Reyes y la poeta Carmen Ollé. Y luego celebrar la llegada de la lluvia mientras el Marañón corre imparable. Y otro día contemplar el río Nanay de donde, imagino, surgirá otro libro mientras en sus orillas me guía la madre de un renaco. Todo es posible.

Sobre Ana Varela Tafur (Iquitos – Perú)

Fundó con otros artistas el Grupo Cultural Urcututu de Iquitos. Concluyó sus estudios de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana en donde trabajó como docente. Ha sido becaria del Programa Aschberg para artistas de la UNESCO, Jerusalén (1996) y de la Agencia Española de Cooperación Internacional Madrid (1998). Ha publicado con el poeta y narrador Percy Vílchez el libro de poemas El sol despedazado (Proceso Editores, Lima, 1991), Lo que no veo en visiones (Primer Premio de la V Bienal de Poesía Premio Copé y publicado en Ediciones Copé, Lima, 1992), Voces desde la orilla (Colección Urcututu Ediciones, Iquitos, 2000) y Dama en el escenario (Editora Regional, Iquitos, 2001). Sus poemas han sido traducidos y publicados en inglés, francés y hebreo. Algunos de sus poemas aparecieron en una edición bilingüe inglés-español en la revista Literary Amazonia, University Press of Florida (2004). Recientemente ha publicado poesía en la antología Más allá de las fronteras, (Ediciones Nuevo Espacio USA,2004). Graduada del Programa de Postgrado del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Davis, UC Davis. Reside en California.