Es una novela gráfica singular. Un cómic que habla libremente sobre lo que son y sienten las mujeres a partir del cuerpo y la reapropiación de este. Una mujer sale a una cita completamente desnuda y su historia nos permite seguir la pista de la condición femenina. En La Cita (Ediciones Pictorama, 2018), la ilustradora trujillana Ale Torres, la autora, nos ofrece historias ocultas de pasiones e instintos que salen a la luz y nada queda oculto.
Al respecto Lima en Escena les ofrece una charla con una de las artistas gráficas más interesantes de Trujillo: Ale Torres.
-Ale, La Cita, ¿es tu primera novela gráfica?
-Sí… Y la presentaré en la FIL en julio próximo.
-El nudo de la historia es un encuentro. Háblanos al respecto.
-A través de esta historia, estas imágenes, hablo sobre la importancia de poder hacer un paréntesis en nuestras vidas para hacer lo que uno más desea. En la novela los personajes hablan de esta pausa… Un espacio para ofrecerle a otra persona, para conocerla, para tratarla. Hablo de una cita romántica. Son treinta minutos de historia en la que liberé una significativa carga emotiva.
-¿La desnudes de la protagonista tiene que ver con el tema de libertad o tal vez con esta liberación de la fuerte carga emotiva a la que te refieres?
-Responde básicamente a todos los estados de vulnerabilidad en la cual nos encontramos y nos exponemos al pisar el terrero del amor romántico. Las mujeres caminan prácticamente desnudas por la calle en este estado. La gente nos percibe así… Mientras transitamos por la ciudad transitan en paralelo nuestras debilidades y fortalezas. Estamos desnudas. Nos desnudan.
-Percibo a una mujer rebelde que va a un encuentro.
-Es una mujer auténtica que se hace cargo de su vida. Asume su lado afectivo y acude libremente a una cita. Pese a su vulnerabilidad y temor sale desnuda a la calle, va erguida y con la cabeza en alto.
-Asimismo se pasea por su ciudad y se interrelaciona con los objetos que la componen.
-Mientras la protagonista acude a este encuentro se interconecta con elementos típicos de una urbe. Calles, plazas, monumentos y otros objetos urbanos con los cuales se establece este vínculo, esta relación. En esta dinámica participa la gente que camina por las vías, las estatuas, está el cómic dentro del cómic, los gestos de los otros personajes que circulan por ahí.
-Seres u objetos que de alguna manera intensifican la historia y la hacen más rica, ¿no?
-Enriquece el momento. Estamos conectados con todo. ¿Qué es ese todo? La gente, los prejuicios, los temores, la exposición de nuestra vulnerabilidad.
-Cuéntame sobre este particular tejido con tu ciudad que se percibe a lo largo de la historia…
-Algunos elementos urbanos en la novela responden a mi romance con Trujillo, mi ciudad de origen, principalmente con el tema de las esculturas. La escultura es un elemento importante en la historia. Es un homenaje a La Libertad. Se hace mención a la sirena, a la virgen, ambas son esculturas emblemáticas. Son universos que están en mi ciudad y pueden estar en Lima u otras ciudades del mundo. Asimismo, expongo todo el imaginario popular, los prejuicios de la sociedad, los cánones sociales. Para quienes conocen Trujillo será una conexión especial porque verá La Libertad a través de sus espacios públicos.
-La Cita va más allá de un encuentro romántico. ¿Lo observas así también?
-Por supuesto. Hablo del espíritu de la protagonista, de lo que sucede en su psicología afectiva. Ella es Eva. Asimismo es un unicornio. Juego con elementos fantásticos como el unicornio. El cómic justamente nos permite el uso de este tipo de personajes para establecer diversos diálogos y lecturas.
-A propósito de los unicornios. Estos son explorados desde lo sensual…
-Lo erótico y lo sensual lo abordo desde lo sexi. Es una idea que va más allá de lo pornográfico. En La Cita juego con la seducción. Los personajes disfrutan de su sensualidad. Las imágenes de las llamas, por ejemplo, están asociadas al fuego y la pasión. El unicornio es un ser mágico y sensual. Ella está deseosa de amor porque da amor. El hombre que es un caballo en la historia es un ser absolutamente animal.
-En este encuentro amoroso, sin tapujos ni clichés hablas de concha, de tetas…
-A mí me hubiera gustado ser más dura con el lenguaje erótico. No creo que decir concha, culo, tetas, me aleje de la realidad.
-Hablas de sexo libremente.
-Recreo el calor de la pasión. Cuando te gusta una persona hablas así. Es el diálogo de los cuerpos. Me siento cómoda con el uso de estas expresiones porque me parece importante hablar con libertad y con honestidad.
-Otro punto que me llamó la atención en todo este universo de personajes de La Cita fueron los perros callejeros.
-Sí, ellos van merodeando por las calles. La urbe se conecta con los animales, así es mi ciudad, mi comunidad además de poética es sencilla. Es precisamente toda esta sencillez, esta magia, esta poesía la que me agrada.
-Desde una mirada en retrospectiva, qué nos planteas en La Cita, tu ópera prima.
-La subjetividad de los personajes. Llevo tiempo tratando de ajustar, de madurar, de consolidar todos estos elementos que tienen que ver con la comunicación. Que tú te sientas cercana a mi protagonista y se forme esa conexión con tu ser lector es lo busco con mis seguidores y el público desde hace mucho tiempo. Me interesa que la lectura de mis historias vaya más allá de los estigmas.
-Como el estigma de ser ilustradora por ejemplo…
-¡Claro! Somos un sin número de mujeres que trabajamos en la ilustración. Mujeres haciendo historietas. ¿Se sabe? No mucho…Cuesta mucho hacerte visible. Cuesta mucho ser validada. Es complicado. Ser ilustradora es como cualquier otra profesión, sin embargo, debo de reconocer que a muchas nos costó llegar donde estamos en estos momentos.
-Cuéntanos un poco sobre tu relación con las artes gráficas. ¿En qué momento decides ser ilustradora?
-Me involucré con la ilustración en mi etapa adulta. Estudié en Bellas Artes y a los 23 años recién lo decidí. Dos años me tomó definir que lo mío era dibujar. En la escuela siempre trabajé historias en imágenes. Tenía mis dibujitos ahí, soterrados, guardados, yo misma empecé a bloquear ese interés…
-¿Cómo te liberas de este bloqueo?
-Poco a poco me liberé. Así empecé. Pasaron unos años y mandé mis trabajos a un concurso y lo gané.
-Finamente optaste por el oficio de la ilustración
-Si. Recién ahí tuve valor de decir esto es lo mío. Asumí la ilustración como un trabajo normal. Mi vida cobró sentido. Recuerdo cuando gané un concurso de cómic… El jurado conversó conmigo y me felicitó por las historias que ganaron el primer y segundo puesto. Me informaron que les llamó la atención el contraste entre una y otra. Eran de temáticas y abordajes absolutamente diferentes. Con las palabras de aliento que recibí por ambas obras me sentí validada.
-Usualmente un jurado es hermético solo atina a saludarte y felicitarte.
-En esta ocasión me comentaron que les pareció interesante cómo una mujer a través de sus personajes hace hablar a otras mujeres. Desde que empecé a trabajar en la ilustración mis temas grafican el contexto y los momentos coyunturales en los cuales me muevo. No fue fácil. Uno procesa primero todo lo que le pasa y todo lo que nos hacen.
-¿Por ejemplo?
-Cuesta mucho sobreponerse a las cosas que te dicen cuando eres niña.
-Te refieres a los insultos…
-Lógico. Me decían fea, machona…
-¿Cómo te liberas de estas heridas?
-Dibujando a mujeres. Mujeres importantes y fuertes. Mujeres con carácter. Mujeres empoderadas.
-Sin embargo en La Cita tus dibujos se tornan más introspectivos…
-Sí, la novela gráfica La Cita marca un antes y un después en todo lo relacionado a mis trabajos, a mis personajes y obviamente a todo lo que implica mi proceso creativo. Ahora mis dibujos constituyen una especie de viajes introspectivos.
-Pasando a otros temas. ¿Cómo observas el desarrollo de la arte gráfico o la ilustración en nuestro país?
-Siento muchísimo orgullo observar a las chicas jóvenes tener el valor de hablarte de sus propias experiencias. Me parece espectacular. Mientras artistas de mi generación o generaciones anteriores nos ocultábamos detrás de un seudónimo hoy observo que las chicas a través de la ilustración se desnudan de manera natural. Ellas vuelcan sus aprendizajes en torno a sus experiencias personales con libertad.
-Tú también lo haces.
-Me costó.
-Me comentabas en los inicios de nuestra plática que se viene una nueva novela.
-Sí, planeo presentarla a fin de año.
-Sigue en la línea de La Cita
-En esta nueva novela gráfica hablaré sobre la apropiación del cuerpo. Mis personajes hablan del cuerpo, del rol que les tocó o les toca vivir… Este proyecto es muchísimo más claro con respecto a la mujer y su lucha por tener el control de su cuerpo.
-Es un tema actual y va en paralelo con las luchas de nuestros colectivos feministas…
-Exacto. Me agrada la idea de poder colaborar con estas luchas a través de mis trabajos.
Sobre Ale Torres
Es originaria de la ciudad de Trujillo, La Libertad. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes Macedonio de la Torre de Trujillo. Entre los años 2007 y 2009 obtuvo el primer y segundo puesto del Concurso Nacional del Cómic organizado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Fue finalista en el Concurso Nacional “Historieta contra el racismo”, de la Universidad Científica del Sur. Entre el 2011 y 2013 obtuvo el III y I lugar en los maratones del cómic de la Alianza Francesa de Trujillo. Participó como invitada, representando al Perú, en el Festival Internacional de Cómic Lima a Cuadritos (2014).
Realizó su primera exposición individual sobre cómic autobiográfico con la muestra “Lucinda”, en el Colegio de Arquitectos de La Libertad. Posteriormente, presentó su segunda individual de ilustración «Marte S.A.». De otro lado, realizó su tercera individual “Corazón de vidrio», exposición de murales en Patio Abierto. Asimismo, formó parte de las exposiciones colectivas: “Cómic en edición limitada”, Galería Del Barrio; Salón de la Ilustración Imagen Palabra Perú, Toulouse-Lautrec; Salón de la Ilustración Imagen Palabra Perú, Sheraton Lima hotel & Convention Center; “Otro Norte”, Los Únicos; “Los 100 de Sarita Colonia”, Galería Del Barrio y la muestra colectiva de Perú en el Festival Internacional de Cómic Entre Viñetas, Colombia 2013.
Sus ilustraciones se divulgan en diversas revistas entre las cuales se puede mencionar a Los Bárbaros. Asimismo, en la antología Mujeres Peruanas Historietistas de Editorial Contracultura. En varios números de la publicación de cómic Carboncito. Sus ilustraciones grafican proyectos editoriales como poemarios, cuentos, entre otros. En julio presenta la novela gráfica “La Cita” (Ediciones Pictorama, 2018).