En breve, el destacado escritor y experto de literatura infantil y juvenil presentará dos libros: A paso de Limeña (ed. Panamericana) y Mi papá se ha perdido (SM).
A paso de Limeña pertenece a la Colección Niños del Perú y como tal corresponde con el objetivo de la colección: recrear alguna tradición peruana que tenga como personaje principal a un niño. En este caso, Luhana –la protagonista– nos adentra en el fascinante mundo del caballo de paso peruano con una historia fresca y entrañable que nos muestra la cercana y sensible relación que se logra establecer entre el caballo y la amazona. El segundo de los libros a presentar Mi papá se ha perdido, es una historia que tiene como protagonista a una niña de 8 años que se pierde durante media hora en el malecón de Miraflores. Ella iba acompañada de su padre y de su perro, pero al llegar al camino que se bifurca frente al Skate Park, acuerdan que cada uno vaya por uno de los dos tramos que ese camino ofrece y que se reencontrarían en el punto donde dicho camino se vuelve a unir.
Sus arribos al punto acordado no coinciden y cada uno, desde su particular perspectiva, inicia la búsqueda del otro. Así, Rafaela –la protagonista– considera que el perdido es su padre y va armando planes de búsqueda junto a su perro Jack. Mientras el padre, perturbado por el hecho, busca ayuda entre los serenos que constantemente vigilan el lugar. Dato adicional, la historia parte de un hecho real que le sucedió al autor mientras disfrutaba de un paseo en el malecón junto a su pequeña hija.
Cabe destacar que el título A paso de Limeña, será presentado el 28 de octubre en la FIL Ricardo Palma, en una actividad actuada y dirigida fundamentalmente para niños. Por su parte, el libro Mi papá se ha perdido, se presentará el 26 de octubre en la Sociedad Nacional de Industrias, en el marco de un encuentro con profesores. ¡Están invitados!
Sobre este y otros temas, Lima en Escena charló con el escritor Alberto Thieroldt.
– Alberto, eres uno de los autores de la literatura infantil y juvenil peruana cuyos libros son acogidos por el público infantil con empatía. Háblanos sobre tu relación con tus lectores.
-Sí, antes permíteme hacer una precisión. Usualmente se ve a la literatura infantil y juvenil (LIJ) como un subgénero. ¡No es así! La literatura es una sola. Hablar de literatura, es hablar de una sola escritura en donde el autor hace uso de un lenguaje particular, simbólico, en donde elabora una estructura, aplica la cadencia del texto, en fin. Más allá del uso de la etiqueta literatura para niños o para adultos, está el ofrecer una pieza de arte. La literatura, es una expresión del arte. El verdadero escritor busca conmover al niño. Como autor, yo solo busco que los chicos se diviertan.
– ¿Cómo observas el segmento de la LIJ en el Perú?
– En el Perú el rol de la LIJ está tergiversado. Aquí se utiliza la literatura para aleccionar al niño. El profesor peruano está más preocupado en identificar cuál es el mensaje entendido como la lección o la “moralina” que le deja un libro. Los autores no somos mensajeros, somos escritores. Cuando escribo un libro no busco dar un mensaje a nadie. A mí no me corresponde dar lecciones al niño. Al niño que se enfreta al texto literario se le debe enseñar, por ejemplo, que identifique la musicalidad del texto, los tropos, etc. Sin embargo, estas cosas no se enseñan en las escuelas. En los colegios se banaliza a la literatura infantil. La asumen como un medio cuando no lo es.
-Señalas que la literatura debe ser como un juego. ¿Por qué?
-La literatura es un juego de a dos. Como autor necesito que el otro conozca las reglas. Lo reto a través de un entramado. Le pongo señuelos para que página a página el lector se comprometa con la historia y piense o especule qué viene en el segundo capítulo. Para Ribeyro el escritor y el niño son muy parecidos; ambos se entregan muy en serio y sin concesiones a lo que hacen: escribir y jugar. La entrega de ambos, mientras habitan ese mundo imaginario, lleva a Julio Ramón a concluir que la escritura bien podría ser la prolongación de la niñez. Entonces me atrevo a reinterpretar su juicio y digo que el niño y los artistas en general son los únicos que juegan de a verdad. ¿Qué hace un actor? Juega a impostar, se pone en los zapatos de los personajes y hace uso de sus recursos: el cuerpo, la manera de hablar… Un niño hace eso. El niño siempre actúa. ¿Qué hace un pintor? Utiliza una superficie para jugar con los colores, con las formas. Un niño hace eso todo el tiempo; crea, pinta en el papel o hasta en la pared. ¿Qué hace un escritor? Juega con las palabras través de un lenguaje simbólico. Los niños nos cuentan historias todo el tiempo haciendo uso de una imaginación ilimitada. Yo como autor sigo contando historias. Sí pues, el arte es una prolongación de la niñez. El juego siempre estará en el arte. La esencia del arte es el juego. ¿Qué hace el arte? ¿Qué hace el juego? Genera preguntas, desde lo lúdico, lo festivo y amistoso.
– ¿Por qué consideras que tus historias se alimentan de tu cotidiano?
– Porque el escritor llámese narrador o poeta vive de imágenes. Su proceso creativo se nutre de imágenes. Justamente las personas, los ambientes, el entorno familiar o social nos regalan estas imágenes. Una imagen puede ser un sonido. Ejemplo. Un niño llega a casa para jugar con una de mis hijas. En ese lapso se tiró un “chanchito”. Suena la onomatopeya. Mientras ellos juegan y sucede este episodio pienso y el niño en una rápida acción dice: “uy se me salió un chanchito”. Ese “uy” es una expresión de disculpas. Es como decir: “Uy te pisé Rosana”, sin embargo, para él es una expresión de sorpresa.
Cuando sucedía todo esto me imaginé una burbuja la cual salía de la boca del niño y empezó a elevarse. Y así como está imagen se suceden muchas otras pueden surgir del chanchito, de los conejos que te salen de los dedos de la mano, en fin. Todos los días estamos expuestos a estímulos de este tipo. Todos mis libros corresponden a una imagen que llegó fortuitamente. Mario Vargas Llosa decía: «nosotros no elegimos las historias, las historias nos eligen a nosotros». Es decir, naturalmente las historias no llegan a nosotros como un producto terminado, sino como una semilla que debemos hacerla germinar.
-Mi papá se ha perdido es tu nuevo libro y parte de un hecho real.
-Sí, este libro se basa en un hecho real. Mi hija Rafaela se perdió durante un paseo que realizábamos juntos por el malecón. En todo caso, el perdido fui yo desde la perspectiva de Rafaela. Volviendo a Mi papá se ha perdido, el libro es casi una co-escritura con mi hija. Hay dos narradores. Cada uno cuenta desde su perspectiva lo que vivió. Los capítulos impares son míos y los pares de Rafaela.
-Has publicado una serie de libros. ¿Cómo ha cambiado tu escritura?
-Desde el primer libro hasta este último el cambio es sustancial. Ahora soy más riguroso. No hago concesiones. Trato de reivindicar el verdadero rol de la literatura.
Sobre Alberto Thieroldt
Es bachiller en Sociología, licenciado en Educación y egresado de la maestría en Literatura Infantil y Juvenil. Como escritor de Literatura Infantil y Juvenil tiene publicadas obras en diversas editoriales como Panamericana, Norma, Planeta, SM, entre otras. Asimismo, es investigador de Literatura Infantil y Juvenil y como tal escribe y publica artículos y ensayos en medios peruanos y extranjeros como en el Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil de España, en la revista virtual boliviana Vuelan Vuelan, en el blog español Anatarambana, entre otros. Fue publisher y editor de la Editorial Norma en Perú.
Ha participado como ponente en diversos foros nacionales e internacionales sobre Literatura como el II Congreso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil de Norma en el Perú en el 2012, el II CILELIJ de la Fundación SM en Colombia en el 2013, el IX Seminario Internacional de Literatura Infantil y Juvenil de la Academia Boliviana de Literatura en Bolivia en el 2015 y la capacitación a docentes finalistas del VIII Concurso de Excelencia Educativa organizado por la Fundación FIDAL en Ecuador en el 2016. Fue jurado del Premio Internacional Norma de Novela en el 2015, del Premio Excelencia Educativa de la Fundación FIDAL (Ecuador) en el 2016 y del concurso nacional de cuentos convocado por la Universidad Nacional Federico Villareal en el 2017.
Como promotor de lectura ha participado en diversas actividades (ponencias, conversatorios, talleres, charlas u otras) referidas a la Literatura y a la animación a la lectura. Todas dictadas por encargo de editoriales, escuelas u otras organizaciones peruanas y extranjeras. Además de haber sido docente en varias universidades del Perú: Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL) y la Universidad Peruana Cayetano Heredia.