La exposición “Energías vitales/ fuerzas sociales. Arte, activismo, feminismo (1994-2018)” de Natalia Iguiñiz no solo resume bien la trayectoria de la artista y su libre tránsito entre los códigos de la publicidad, la fotografía y la pintura, sino también nos recuerda, una vez más, que el artista es siempre un reflejo de su tiempo…
El centenario de la Escuela Nacional de Bellas Artes es para determinados artistas, curadores y críticos, uno de los acontecimientos del año. Se suman las muestras antológicas, las internacionales como la de Miró, Yoko Ono, la persistencia del arte urbano que se mantiene vigente, la consolidación de nuevos artistas, entre otros. Para charlar al respecto Lima en Escena entrevistó a la curadora Victoria Avalos Carrillo.
-Vicky, ¿qué momentos de este 2018 en el segmento de las artes visuales destacas más?
-Este 2018 la dinámica en las artes visuales ha sido muy fértil. Se ha celebrado el centenario de la Escuela Nacional de Bellas Artes con cuatro exposiciones oficiales gestionadas desde esa casa de estudios y otras muestras de homenaje en el marco del centenario realizadas por egresados bellasartinos. Hemos tenido además la oportunidad de apreciar muestras internacionales como la de Miró, Yoko Ono y observar nuevos artistas que van consolidando su carrera tanto a nivel nacional como internacional. Entonces, pese a los momentos difíciles en el terreno político, en las artes visuales ha sido un buen año.
– También accedimos a un sin número de muestras antológicas. Nos podrías hablar de las más relevantes desde tu mirada.
-Tal vez tenga una visión sesgada en este tema ya que las muestras que voy a mencionar pertenecen a artistas que conozco desde mi época de estudiante de diseño en la Facultad de Arte y Diseño de la PUCP. La exposición “Energías vitales/ fuerzas sociales. Arte, activismo, feminismo (1994-2018)” de Natalia Iguiñiz no solo resume bien la trayectoria de la artista y su libre tránsito entre los códigos de la publicidad, la fotografía y la pintura, sino también nos recuerda, una vez más, que el artista es siempre un reflejo de su tiempo y de las tecnologías que dispone. Admiro a Natalia no solo como artista, sino también como persona y considero su muestra como una de las más importantes de la primera mitad del 2018. En la segunda mitad, ya para cerrar el año, me parece importante la muestra retrospectiva de Alejandro Alayza (1968-2018) que reúne desde sus primeros dibujos hasta sus obras de gran formato.
-De otro lado, en este 2018 han consolidado su camino artístico artistas como Cristina Flores, entre otras y otros. ¿Cuáles son las cualidades de su propuesta artísticas de estos jóvenes?
-Hay mucho talento joven que se abre paso tanto en el circuito formal como en espacios alternativos. Pero más allá del talento creativo de jóvenes artistas como Cristina Flores, Gala Albitres, Clara Best, entre otras y otros nóveles artistas, creo que el rasgo particular que marca la diferencia y afianza sus carreras es la perseverancia. Son artistas tenaces, meticulosas en su trabajo y no se detienen ante nada, han desarrollado la capacidad de no dejar pasar oportunidad alguna y están todo el tiempo en constante producción e investigación. Además, exploran regularmente nuevos soportes, se atreven a experimentar diversas técnicas y tecnologías con una avidez asombrosa. En el caso de Cristina Flores hay además mucha sencillez y calidez, es autoexigente y perfeccionista. Su obra transita con mucha naturalidad entre el dibujo y el tejido, entre lo bidimensional y lo tridimensional explorando también el collage, la fotografía, el vídeo y el grabado, trabajando siempre con mucha meticulosidad, delicadeza y precisión.
-Observé también que el arte urbano o los artistas dedicados a este género en particular continúan desarrollándose en el mismo. Los grafitis en las calles aún siguen su curso por algunas zonas de la gran Lima. ¿Qué nos puedes decir al respecto?
-El arte urbano sigue siendo una forma directa y lúdica para llegar a las personas que no tienen acceso a los circuitos formales del arte. En el grafiti y la pintura mural hay artistas y colectivos de artistas que han traspasado la naturaleza de este arte colocando su trabajo en galerías del circuito formal como Entes & Pésimo, y Los Salvajes entre otros reconocidos artistas de este género. Es una dinámica artística que se mantiene vigente, siempre aparecen nuevos artistas que incursionan en este género sin dejar de lado otras prácticas artísticas.
-Podrías hablarnos sobre los trabajos de exhibición impulsados por instituciones como el Museo de la Nación, El Mali, el MAC de Barranco…
-En el Perú, la mayoría de las exhibiciones artísticas son impulsadas por instituciones privadas. Si bien es bueno que la empresa privada invierta en la promoción del arte, los ciudadanos nos merecemos que también el sector público asuma un rol más activo en la difusión y el desarrollo de la plástica peruana. El Mali, el MAC y el ICPNA son instituciones que se esfuerzan por ofrecer exposiciones de calidad trayendo algunas veces importantes muestras internacionales. Aquí me parece significativo destacar “Miró: La experiencia de mirar” y la muestra de Yoko Ono realizadas este 2018 en el Mali y en Proyecto a mil. En el MAC, me gustaría enfatizar más allá de las muestras realizadas en sus salas, la apertura que ha tenido para acoger en sus jardines al proyecto Espacio Experimental, que es una propuesta interdisciplinaria del curso de Integración de las Artes de la FAD PUCP.
-Con ocasión del Centenario de la Escuela de Bellas Artes se realizaron una serie de exhibiciones. Según tu ojo crítico cuáles fueron las más importantes.
-Cualquier acción que se realice para hacer más visible a la Escuela Nacional de Bellas Artes merece ser reconocida porque es una tarea difícil satisfacer a los múltiples públicos y usuarios de esta centenaria escuela. Bellas Artes es un espacio muy heterogéneo y en su diversidad radican al mismo tiempo su mayor riqueza y su mayor riesgo.
De las cuatro exposiciones oficiales solo pude apreciar tres y de esas exposiciones, “Bellas Artes: Voz y huella de los egresados” (realizada en el ICPNA Centro de Lima), me parece una de las propuestas más importantes porque muestra la historia de la formación académica en la escuela y los cambios metodológicos que han ocurrido en ella. En esta exposición además se pudo apreciar obra de reconocidos artistas en sus épocas de estudiantes y tener la oportunidad de ver ese tipo de trabajo, es invalorable no solo para un artista en formación sino también para cualquier ciudadano amante de las artes.
– ¿Por qué consideras que Arco ha generado tanta polémica?
-Bueno, hay dos puntos álgidos en esta polémica. En primer lugar, resulta contradictorio iniciar las celebraciones del bicentenario de la independencia del Perú de España ¡precisamente en España! Después, la lista de los artistas seleccionados para representar al Perú en Arco Madrid fue cuestionada porque no se comunicó de manera oportuna los criterios usados para la selección y varios artistas importantes que no han sido incluidos manifestaron públicamente su descontento y cuestionaron la selección y a los encargados de realizarla. Pero esta polémica ha permitido volver la mirada hacia cómo funciona la gestión cultural (pública y privada) en nuestro país, y reconocer que tenemos aquí una tarea pendiente.
-Finalmente. ¿Qué opinas sobre la obra inspirada en las frazadas De Tigre de Alice Wagner (Premio Del BCRP), la misma que muchos no entendieron de qué se trata?
-Creo que no se entendió que la obra era una pieza de cerámica inspirada en las conocidas frazadas de tigre. Al ver la imagen que acompañaba la noticia del premio, algunas personas creyeron que se trataba de una instalación hecha con una frazada tal cual, sin mayor propuesta o intervención artística y esta idea se diseminó rápidamente en las redes sociales generando polémica durante varios días. Por otro lado, en el Perú aún está muy arraigada la idea de que un premio de pintura debe ser ganado literalmente por una pintura (una obra de pintura en cualquier técnica, pero pintura, al fin y al cabo), entonces, cuando se presentan y premian propuestas que se salen del esquema tradicional de la pintura, de todas formas, genera polémica, más aún cuando se trata de una obra de arte conceptual.
Gerardo Chávez, Milner Cajahuaringa, Enrique Galdos, Tilsa Tsuchiya
(100 años Escuela Nacional de Bellas Artes)
Sobre Victoria Avalos Carrillo
Egresada del Doctorado en Educación en la UNFV. Magíster en Comunicaciones por la PUCP. Actualmente cursa el Doctorado en Humanidades en Estudios sobre Cultura en la Universidad de Piura. Comunicadora visual con experiencia en comunicación corporativa y diseño editorial aplicando estrategias de comunicación que apelan la participación de amplios sectores sociales. Consultora en diseño de publicaciones para Organizaciones No Gubernamentales que implementan programas de descentralización, educación y participación ciudadana, desarrollando estrategias visuales para públicos diversos. Gestora cultural y docente universitaria en continua formación académica complementando el perfil con cursos de Comunicación Corporativa, Comunicación Política, Comunicación para el sector público, Redacción Periodística, Marketing, y Gobierno Electrónico. Especialidades: Gestión Cultural, Diseño editorial, Comunicaciones y Docencia universitaria.