Susan (Fiorella de Ferrari), Julius (Augusto Linares) y Vilma (Mayella Lloclla) nos dan sus impresiones de su trabajo en la película Un mundo para Julius, filme que recientemente concluyó su rodaje
Eran los años 50. Julius era un niño solitario, curioso e intuitivo. Formaba parte de una familia aristocrática limeña. Su infancia transcurre en su residencia/mansión rodeado de los mayordomos y las empleadas, especialmente de Vilma, su niñera. Por una serie de episodios dolorosos Susan, su madre, está prácticamente ausente. Es en pocas palabras el nudo de la historia de Un mundo para Julius -película de la directora Rossana Díaz Costa– basada en la significativa novela del mismo nombre de Alfredo Bryce Echenique. Precisamente para charlar sobre la misma, Lima en Escena dialogó brevemente con los actores Fiorella de Ferrari (Susan), Augusto Linares (Julius) y Mayella Lloclla (Vilma). Fotos: Lima en Escena.
Fiorella de Ferrari (Susan)
Primero permíteme agradecer a la directora Rossana Díaz Costa por darme la posibilidad de realizar esta interpretación, este trabajo exigente y bello. No ha sido sencillo hacer el papel de Susan, una mujer a la que muchos conocemos y la hemos visto alguna vez. La interrogante en esta labor como actriz es cómo trabajar a una Susan de los años 50 de manera realista y desprovista de estereotipos. Proyectarla de forma natural y desde toda su complejidad. Susan sufrió mucho. Perdió a su esposo, a su hija. Es una mujer frágil. Tiene poco poder de decisión. Ella está sujeta a los intereses de su esposo y a la de sus padres. Pese a las circunstancias se muestra bien. Una actitud que la protege y evita mostrar su verdadero dolor ante la pérdida. Una madre distinta a nuestros tiempos, aunque nuestros tiempos tiene mucho de esos años y nuevamente estamos ante un patrón que se repite.
Un mundo para Julius es una novela representativa. Nos describe perfectamente como sociedad. El universo de Susan lo conozco indirectamente. Es un mundo cercano. Mujeres como ella siguen existiendo. Estás dinámicas de construir relaciones entre niños y padres, entre las personas que trabajan en casa constituyen un estilo de relación delicada, de muchos peligros, y desde mi perspectiva, estos modelos no nos ayuda a construirnos como sociedad, como democracia. Son relaciones que se deben repensar.
Augusto Linares (Julius 9 años)
Me emocionó mucho hacer de Julius. Me hizo feliz. Es la primera película en donde interpreto a un personaje. Es mi primer papel. Nunca en mi vida había trabajado como actor. Me puse nervioso en algunas escenas. No fue fácil memorizar mis líneas. Mi profesor de tenis me contó sobre la novela, la historia de Julius. Él me ayudó mucho. Me gustó descubrir quién es él y hacer de Julius. Es un niño bueno. Me gustó su historia.
Mayella Lloclla (Vilma)
Desde que me invitaron a formar parte del elenco de Un mundo para Julius asumí el papel como un enorme reto. Interpretar a Vilma me demandó responsabilidad. Recordaba vagamente la historia que la había leído años atrás y opté por leerla de nuevo. A partir de una nueva lectura la descubrí nuevamente… Ella marca un antes y después en la vida de Julius.
Vilma, es la nana, la persona que cuida a Julius desde que nació. Es su soporte. Es prácticamente su mamá. Está todo el día con él. Su madre aparece esporádicamente o cuando tiene una reunión y se despide. Él es un niño sensible, amoroso, bueno, sencillo. Todo lo que Julius aprende y observa lo hace a través de los ojos de Vilma. Él tiene contacto directo con los empleados, con la servidumbre. Observa la desigualdad entre los que habitan en su familia y no entiende el por qué. Ver el mundo de los adultos es extraño para él. La historia dialoga con nuestra realidad actual. Observamos claramente las brechas sociales, el machismo, el racismo. Ciertamente un personaje trascendental.
Después de todos estos días de filmación, de ver todas las noticias sobre la película y el impacto de la misma en el público observo que mucha gente ama el libro. Un mundo para Julius es una novela emblemática cuya popularidad y éxito es a nivel global. Estoy sumamente agradecida con nuestros coproductores. Ellos son de Argentina y España. Apoyaron el proyecto. Ellos aman el libro, valoran la historia.