Sonaly Tuesta: “Los depositarios del saber deben manejar su propio desarrollo”

El emblemático programa de televisión Costumbres cumple 20 años de vida. La creadora, directora, productora y conductora de este reflexiona sobre su experiencia al frente de uno de los segmentos televisivos más importantes de nuestro país. Fotos: Difusión

Hace dos décadas atrás, la destacada periodista Sonaly Tuesta decidió dar vida a uno de sus proyectos más importantes de su carrera: poner en marcha la emisión del ahora popular programa de televisión Costumbres. Un trabajo de rescate, visibilización y promoción del desarrollo a través de la tradición. “Una oportunidad para aprender, entender y sentirnos menos ajenos a lo que somos”, dice.

Con Costumbres su creadora, conductora y directora ha viajado durante 20 años a lo largo y ancho del Perú buscando la fiesta, esa que nos conecta cada año con nuestros pueblos. Al respecto Lima en Escena charla con la comunicadora y escritora Sonaly Tuesta.

– Sonaly, el programa Costumbres cumple 20 años. Eres la creadora, directora, productora y conductora de este. ¿Qué te deja estas dos décadas de viajes y visibilización de las fiestas costumbristas de nuestro país?

– ¡Conocimiento! ¡Sabiduría! El aprendizaje es enorme. Después de 20 años de viajar por algunos rincones del país y vivir todos estos procesos soy otra persona. Definitivamente. Aprendí a escuchar, a valorar mi propia cultura, a valorar al otro. Respetar al otro, respetar las diferencias con el otro y reconocer esa diferencia, esa diversidad.

-Nos cuesta reconocer al otro, ¿no?

-Lamentablemente sí. Somos un país diverso. Sentimos distinto. Tenemos cosmovisiones diferentes. Poseemos conceptos disímiles sobre el desarrollo, el territorio, nuestra vida, el entorno que nos rodea. Usualmente se piensa que el tema costumbrista, tradicional, festivo, es un accesorio. No es así. Las costumbres forman parte de la vida de una comunidad, de su gente y pueden ser ejes de desarrollo para tener una vida digna. Es increíble cómo la gente que es depositaria de una costumbre, de una riqueza cultural valiosa y enorme tenga carencias económicas.

– Tu programa da cuenta de este legado cultural, de estas costumbres. Visibilizas un aspecto de nuestra vasta cultura que es vital también.

-Todo este legado cultural, todas estas costumbres las trasmito con su respectiva explicación. Sin embargo, me apena que muchas cosas no cambien. Temas como la inclusión, la diversidad no se ejecutan, no se ponen en marcha. Somos inclusivos en la teoría, en la práctica seguimos discriminando, seguimos hablando del centro y no de los bordes. Se sigue repitiendo prácticas antiguas. El tema del gamonalismo, por ejemplo. El pensar que somos superiores. La mirada de desdén hacía los pueblos o el decir: “es demasiado complejo, no se puede decir o hacer nada”. Actitudes de esta naturaleza es una forma de detenerse y no avanzar.

-Estamos ad-portas de las celebraciones por el Bicentenario. ¿Qué se debe celebrar, qué se debe reconocer?

-Se debe reconocer a sus protagonistas, a los hacedores de una cultura diversa. Es gracias a ellos que somos un país culturalmente rico y diverso del cual muchos nos sentimos orgullosos. Estos hacedores no están en la gran ciudad. Ellos están en los diferentes poblados del país. Su propia naturaleza, su amor por su tierra, su forma de ser, su cosmovisión nos permite hablar de un país culturalmente rico. Esa es una de las grandes características especiales que tiene el Perú. Esos depositarios y depositarias del saber tienen que ser actores activos de su propio desarrollo.

– ¿Consideras que estos depositarias y depositarios deberían formar parte del desarrollo del país?

– ¡Por supuesto! Hace poco participé de la celebración del akshu tatay, una fiesta sobre el recultivo de la papa. Al observar esta costumbre ancestral te das cuenta cómo a pesar de que la papa es un producto de consumo masivo en el país, que además se importa en grandes cantidades, la gente sigue pegada a esta tradición. Es un festejo, una ritualidad dedicada a un producto que ellos consideran que debe crecer de manera determinada. Sería hermoso que esa ritualidad se reproduzca en un desarrollo más sostenido para las poblaciones y comunidades que la cultivan.

– Las fiestas costumbristas que se llevan a cabo a lo largo y ancho del país están en plena vigencia. ¿A que le atribuyes esta permanencia?

-Las fiestas costumbristas se han desarrollado de manera natural porque la gente las añora y las necesita. Para los pueblos es importante ponerse una máscara, cantar, bailar y compartir con todos los visitantes, con todos los que llegan. En una fiesta de esta magnitud todos son iguales. Es un momento de refugio y de identidad.

-Algunas de estas festividades populares han experimentado también ciertos cambios…

-No estoy en desacuerdo con las transformaciones de estas fiestas. Es válido que se nutran con elementos de la modernidad. Si en épocas pasadas un traje no lucía un nutrido decorado se debía a que nuestro mercado no contaba con los objetos adecuados. No había brillos, por citar un ejemplo. Ahora todo esto se encuentra en las tiendas. Las personas desean embellecer sus trajes y está bien. Estas posibilidades de transformación permiten que estas costumbres sobrevivan. Sin embargo, el tema de discusión o reflexión es el exceso de alcohol en estas festividades. Ojo, nadie dice que se deje de beber en estas fiestas. El tema es la exageración. El alcohol en exceso es devastador por el tema de la violencia y otros aspectos centrados en la conducta del individuo que ya no tiene que ver con las fiestas costumbristas.

– ¿De qué manera el programa toca este punto?

-Nosotros visibilizamos estos aspectos. Antes no lo hacíamos. Ahora sí para que las comunidades reflexionen al respecto y trabajan sus propias regulaciones.

-Las celebraciones por los 20 años de Costumbres contempla una serie de actividades. Podrías adelantarnos algunos puntos.

-La programación empieza con el conversatorio A puertas del Bicentenario: ¿Qué ha sido de nuestras fiestas?… Invitaremos a personalidades del Ministerio de la Cultura, las empresas privadas y los depositarios de nuestras costumbres para hablar sobre estos temas. En otras palabras, buscar qué podemos hacer desde el punto de vista de cada uno de los panelistas. La idea es reflexionar y tratar de transformar ciertas cosas.

Ejemplo. En la fiesta del Señor de Qoyllority los propios depositarios de la costumbre han regulado sus propias maneras de celebración, su propia manera de estar en el santuario. Ahí se prohíbe el alcohol. La gente no se atreve a beber. Sobrevive en la altura, en el hielo, en el frío sin necesidad del alcohol. Baila, celebra sin beber. Esta medida es una regulación creada por la misma hermandad. Esto se puede replicar en otras comunidades, en otros pueblos ante un festejo patronal o de cualquier otro tipo. Estas reflexiones se verán en una primera parte del conversatorio.

Asimismo, se realizará un concurso de literatura oral en alianza con la Municipalidad de Lima. Ofreceré un tour por los colegios de las diferentes zonas de Lima. A través de una serie de charlas les explicaré a los chicos cómo contar una historia. Cómo contar una costumbre haciendo un monólogo. Motivaré a los escolares a que cuenten sus propias costumbres. El concurso se llama “La costumbre la llevas tu”. Una vez terminado este trabajo ellos harán su videíto y participarán en el concurso. Además, se hará un programa de todos estos vídeos sobre la cultura oral que es tan importante

Además, organizaremos una muestra de una variedad de objetos que he recopilado a lo lardo de estos estos 20 años que será en el Museo de Sitio Túcume en agosto. Para la FIL 2020 presentaremos mi libro sobre crónicas. Un título que contiene 10 historias de tradiciones. Nuestra celebración central será en noviembre. Estaremos trabajando con algunos aliados el hecho de revalorar estas tradiciones que constituyen una fuente de desarrollo. Esto será en Lima.

-Finalmente. ¿Qué cambios experimentó Costumbres durante estos 20 años?

-A lo largo de estos 20 años Costumbres experimentó la transformación tecnológica. Hoy contamos con más fuentes y herramientas de información y de emisión de contenidos. Se cambiaron los formatos. Antes grabábamos con enormes cintas y ahora lo hacemos con tarjetas. Las cámaras son chicas, las baterías súper pequeñas, todo es funcional. La tecnología nos permite contar una historia más ágil y moderna. Costumbres se mantiene y retoma su eslogan de siempre: el verdadero espíritu de los peruanos. Desde el comienzo deseábamos hablar del Perú a través de la gente. Lo que te da el tiempo es la experiencia y eso nos hace sentir cómodos.