Ricardo Delgado: “El actor debe ser testigo de su tiempo”

Angeldemonio Colectivo Escénico presenta Yerbateros en la casa Yuyachkani. Las funciones se realizarán el 4, 5 y 6 de noviembre. Fotos: David Dávila 

Yerbateros es una experiencia escénica colectiva de despedida por las pérdidas que hemos tenido durante este periodo de pandemia. Un ritual para encontrarnos con nuestra propia resiliencia en tiempos complejos. Desde la música tradicional Wanka, la danza y las memorias personales, Ricardo Delgado abre en la escena un espacio de diálogo con los invitados para conectar con aquello que más nos ha costado sobrellevar durante el flagelo de la “la peste”: la pérdida de familiares, amigos, maestros.

“Yerbateros es una obra que inició siendo dirigida y preparada desde la virtualidad en medio de la pandemia. Posteriormente, paso a una etapa presencial de ensayos y creación para reencontrarse con el público en la presencialidad, pero no desde el espectáculo, sino desde un ritual cercano y colectivo, desde la empatía”, señala Miguel Rubio Zapata, director de la obra.

Al respecto Lima en Escena charló con Ricardo Delgado, protagonista de Yerbateros.

-Ricardo, vuelve Yerbateros y su retorno nos ofrece algunos cambios.

-Sí. Yerbaros vuelve con una revisión, una mirada desde un contexto del momento. El personaje, este alumno, este danzante no está solo. El interactúa con las personas que lo vienen a acompañar en este acto de despedida. Yerbaros habla de la despedida. Reflexiona en torno a ella. Asimismo, de la memoria de hechos que nos acaban de pasar y lo que no pasa en estos momentos. Justamente, Yerbateros, la versión revisada refuerza esta mirada sobre la peste y todo lo que vino con ella. La muerte, el deterioro como sociedad, el colapso del sistema de salud y del sistema político.

-Nuestra sociedad es desmemoriada. Parece que muchos olvidaron que estuvimos en medio de la muerte y la nueva normalidad paso por un momento, una coyuntura caótica.

-Así es…Es increíble como todo volvió a la “normalidad” y no se habla de la gran brecha, de esta fractura que dejó la pandemia global en los niños, niñas y jóvenes a nivel emocional, psicológico y espiritual. La indiferencia se apodera de muchos. La premisa “a mí no me tocó conmigo no es” campea en nuestra sociedad. No se piensa en todos estos chicos que durante la peste se quedaron aislados en sus casas con sus agresores y en medio de familias disfuncionales, violentas. Ahora, en esta actual coyuntura no se habla con ellos y ellas. No existen programas que los ayuden y dialoguen con ellos. De acercarse y preguntarles qué les pasó, cómo están. Justamente, en este contexto llega Yerbateros para generar preguntas sobre lo que nos sucedió.

– Angeldemonio Colectivo Escénico se caracteriza por trabajar con el cuerpo, la danza, la música, en suma, la ritualidad. Ahóndanos sobre esta experiencia.

-Todos estos elementos constituyen el punto de partida del colectivo en su forma de trabajo y búsqueda teatral. Siempre nos preguntamos ¿qué es el teatro peruano? ¿cuáles son los orígenes del teatro peruano? ¿qué es una dramaturgia peruana?… Aquí te hablan de Ollantay. Un Ollantay cuya escritura o dramaturgia está elaborada de manera occidental. ¡No puede ser! Aquí hay un problema con la escritura, esa escritura de la biblia que te remonta a esta imagen de Atahualpa, quien tomó la Biblia, la examinó sin entender nada y la arrojó al suelo. Este hecho fue una ofensa para los españoles. Supuestamente todo empezó en este momento.

-Ustedes rompen con el teatro canónico…

-Las escrituras y las teatralidades de Angeldemonio Colectivo Escénico está en el movimiento. El movimiento implica cosecha, amor, cambio, tierra, funerales, entierros, solsticios. Cada danza tiene sus máscaras. Los vestuarios bordados tienen una escritura, igualmente los cantos. Nosotros planteamos una teatralidad que mira hacia atrás. Es a partir de esta mirada trabajamos una propuesta contemporánea que dialogue con el espectador, que lo integre. Todo esto nos lleva a investigar sobre el desarrollo de los elementos y el cuerpo en escena. Nosotros tomamos soportes artísticos como la instalación, los símbolos, la danza.

Nuestro trabajo propone un actor que danza, que pone el cuerpo, que representa en escena. Nosotros nos preparamos para poner el cuerpo. Estas danzas y rituales sistematizadas nos permiten llegar a un estado que me interesa: la prosa. La prosa es una terminología que se usa en las danzas del centro. El danzante en nuestras teatralidades no baila para el público. Este danzante baila para la tierra, el cielo, las almas. Es el cuerpo y cómo este se instala en el espacio. El cuerpo es el mediador entre la escena, los objetos, la música. El teatro es musical. Yo imagino la escena como una partitura de acciones en el espacio en donde uno pone el cuerpo y hace música como un instrumento musical.

– Angeldemonio Colectivo Escénico lleva más de dos décadas de trabajo en el segmento de creación independiente. ¿Cómo perdurar en el tiempo sin tirar la toalla?

-Angeldemonio se inició como grupo y se transformó en colectivo. Ser consecuentes es uno de los principios del colectivo. Para nosotros es importante ser consecuentes. Una cosa es ser actor, otra muy diferente es ser actor peruano o latinoamericano. Este concepto surge a partir de los encuentro e intercambios de saberes que eventualmente hacemos como colectivo. Debemos entender el contexto y entender cuál es nuestro papel, nuestra misión en este. El teatro no solo es una generación de espectáculos sino también es un medio de comunicación importante en el cual un actor tiene que ser testigo de su tiempo y responsable de lo que hace y dice en escena. Cuál es nuestro aporte dentro de esta escena. Cómo generamos preguntas, cuestionamientos a nuestro propio oficio. Pensar desde dónde venimos nosotros como hijos de migrantes. Soy hijo de migrante y observé al teatro como un espectáculo de una elite. El teatro es un derecho de todas, todos y todes. A partir de esta premisa generamos contenido para un público con el cual dialogamos en espacios alternativos en la ciudad, en regiones y fuera del país.

– Angeldemonio descentraliza sus acciones, sus puestas en escena las trabaja también en las periferias en donde generan diálogo con los jóvenes y las agrupaciones

-Sí. Justamente, desarrollamos y trabajamos talleres, fomentamos encuentros. La idea es llevar la obra y nuestros conversatorios a estos puntos, a estos distritos fuera de Lima y empezar a mapear con nuestros pares. Tener un espacio dentro de nuestras posibilidades y conectar con ellos para tejer saberes y ofrecer asesorías. Uno de los factores por los que fracasan los grupos es por la falta de visión y apoyo. El teatro colectivo no es una técnica, el teatro colectivo es pensar en la colectividad. Cómo piensa uno en la colectividad. Partir de ahí. Esto te lleva a hablar de la historia del teatro colectivo, cómo surgió, quiénes lo impulsaron, cómo se gesta en Latinoamérica. En este punto hay que ser consecuentes.

-Se presentarán en en los distritos periféricos.

-Sí. Nos hemos presentado en Pachacútec, San Juan de Lurigancho, Centro de Lima. Acabamos de recibir una invitación de Puckllay Arte y Comunidad de Carabyllo, de la compañera Anabelí y estaremos por allá después de presentarnos en la casa Yuyachkani. Nos presentaremos en una losa deportiva y estamos felices. De otro lado y cumpliendo con una gira programada por el país iremos a Cajamarca, Chiclayo y Trujillo, tanto en la ciudad como en la periferia de estos lugares. Tenemos la invitación del Grupo Olmo, de Algo vi pasar, Ochocalo. Estos grupos nos ayudarán a mapear y conectar con los grupos jóvenes, estudiantes que deseen dedicarse al teatro. Llevaremos el desmontaje de Yerbateros para compartirlo, generar el diálogo.

-Ricardo, eres la columna de Angeldemonio.

-Eventualmente me niego a reconocerme como columna del colectivo.

-Sin embargo el trabajo, los años del colectivo, las obras presentadas dicen lo contrario.

-Lo asumo. Asumo esa responsabilidad. Solo me queda agradecer. No diré que es difícil, complejo, sacrificado, no. Estoy cansado que el teatro independiente se asuma como un quehacer difícil, agotador. Desde mi experiencia lo asumo como un espacio de constante aprendizaje. Agradezco a todos, todas, todes y cada uno de las personas que participaron en el colectivo. Son precisamente ellos y ellas que me apoyaron a seguir sosteniéndome, creando, produciendo, aprendiendo. El colectivo trabaja con amigos. Somos fieles a nuestra amistad y trabajo. Los que pasaron por aquí trabajaron en libertad, aportaron y se llevaron lo aprendido. Hemos generado espacio de diálogo. Apostamos por el riesgo y la descentralización.

Sobre Angeldemonio

Es un colectivo escénico con 21 años de trayectoria en los cuales ha buscado generar experiencias escénicas en las que el espectador es un creador. Producen propuestas multisensoriales de autoría propia a partir de elementos de la cultura peruana como la música y las danzas tradicionales, las manifestaciones festivas del Perú y la cultura popular en busca de una dramaturgia originaria. Yerbateros fue presentada en distintas zonas de Lima, así como en Festivales en Colombia, Venezuela y en el FAE Lima. De la misma manera se presentó en el gran teatro nacional. Estas funciones serán las últimas del año en preparación a su gira por el norte del país en 2023.

Yerbateros
Casa de Yuyachkani
Jr. Tacna 363, Magdalena del Mar
-Funciones: viernes 4, sábado 5 de noviembre, 8:00 p.m.
-Domingo 6 de noviembre, 7:00 p.m.
Entrada general S/.35.00
Estudiantes S/. 25.00
¡Precios especiales para grupos!
Entradas: https://forms.gle/Kv3vVrxzscEkKbd3A
Escribe al correo [email protected]