Después de cuatro significativos días de jornadas en línea y presenciales, el Festival Internacional de Narración Oral Déjame que te Cuente 2021, que este año se impulsó con el lema “Tu voz existe” concluye este miércoles 20 de octubre con la jornada gratuita La Narratón
Una de las actividades más significativas del Festival Internacional de Narración Oral Déjame que te Cuente, concluye este miércoles 20 de octubre de 2021, de 10:00 a.m. a 5:00 p.m., actividad en donde tendremos la posibilidad de escuchar las voces de narradores aficionados, narradores de trayectoria e invitados especiales. La Narratón 2021 en su edición virtual se celebrará vía Facebook de la Casa de la Literatura Peruana.
Cabe destacar que la Casa de la Literatura Peruana y la Asociación Cultural Déjame Que Te Cuente promueven el encuentro generacional y conceden un lugar especial a la voz de las personas adultas mayores. Es por ello que en La Narratón 2021 se dará la palabra a las personas adultas mayores, celebrando las experiencias y las diversas memorias. Durante esta edición participarán en la presentación y animación los narradores y gestores de festivales y espacios de narración oral: Cucha Del Águila, Manuel Conde, Jorge Flores Johanson.
Justamente, para reflexionar sobre la importancia del Festival de Narración Oral Déjame que te Cuente, invitamos a un grupo de personalidades como Angela Zignago, Silvia Meza, Aroma Subiria, Lorena Best Urday y Briscila Degregori, gestoras culturales, educadoras, narradoras orales, quienes llevan impulsando uno de los festivales de narración oral más importantes del país por más de 15 años.
Angela Zignago
La pregunta me lleva a dos reflexiones previas. La palabra “pan” alude a una situación que afecta a “todos” y ante la cual se toman medidas colectivas de cuidado para todos, sin embargo, no permite “dar voz” a aquel aspecto donde la experiencia vivida por las diferentes personas o comunidades concretas no ha sido igual, es decir, no hemos vivido la misma pandemia. Al Igual que la experiencia del “encierro” ha sido diferente para las personas que vieron restringidas ciertas libertades de disfrute o desarrollo, frente a las condiciones de encierro que experimentaron cuidadores únicos de niñas o ancianas que vieron restringidas necesidades básicas de apoyo o de posibilidades para generar ingresos para mantener su subsistencia y su salud, o quienes sufrieron este encierro con sus propios maltratadores. Es así como las palabras conceptuales nos ayudan entender ciertos aspectos de nuestra experiencia al tiempo que invisibilizan otros.
Sin embargo, cuando narramos una historia de una manera honesta lo que hacemos es compartir una experiencia experimentada ya sea que la expresemos de manera realista o a través de metáforas, y todos esos aspectos invisibles, ocultos bajo los conceptos abstractos, toman cuerpo y se muestran a la luz de nuestra propia humanidad compartida. La palabra así usada es capaz de abrir oídos y corazones en tanto también hayan oídos y corazones dispuestos a dar espacio y legitimidad a dichas historias. Así el acto de narrar consiste en dar voz a aquellas historias que requieren ser vistas de manera urgente o significativa y al mismo tiempo abre el espacio de la escucha, ya que solo cuando lo que necesita ser dicho es escuchado podemos crear un tejido amoroso y justo que sostenga nuestras relaciones. En estos tiempos de crisis y vulnerabilidad este acto se convierte en una práctica urgente y necesaria. Por considero que un espacio como el Festival Déjame que te Cuente es literalmente “aire y aliento” que nos ayuda y acompaña en este sanar nuestras experiencias vividas, incorporarlas la vida de la sociedad en su proceso de reconstrucción, así como en el intento permanente de construir mejores formas de convivencia humana.
Silvia Meza
Este festival hoy más que nunca se reivindica como un lugar de encuentro simbólico, un espacio para volver a pensar lo que significa compartir y difundir la memoria, conectarnos con nuestro pasado, nuestra esencia, nuestra historia. Abrir rutas colectivas y solidarias en nuestras prácticas cotidianas, que nos den la posibilidad de volver a pensar el modo en que hemos decidido vivir. Las voces de todos serán escuchadas, en especial de aquellas personas mayores que participarán en La Narratón abriendo sus memorias y sus corazones, reviviendo sentimientos muy especiales en cada recuerdo significativo que compartirán.
Aroma Subiria
Érase una voz, fue como denominé a los talleres de Cuentos que realicé el año pasado. Nos propusimos en este taller la búsqueda de cuentos que nos dieran luces para entender este momento. La palabra apocalipsis, surgió en una de las sesiones y supimos que viene del griego Apocçalupsis, que significa «revelación», una forma de «quitar el velo». En esta coyuntura volvimos a escuchar El Flautista Hamelin o La Francisca y la muerte, El origen de la quinua, Historias del fin del mundo y de los mundos posibles, cuentos de tradición oral que fueron revelaciones. En este camino también nos hallamos con una comunidad de narradores y escuchamos las historias que ellos encontraron para estos tiempos. Vimos también maneras de resistir, de seguir gestando vínculos, que en medio de tantas pérdidas de familiares, amigos y gente entrañable que partió. Las historias nos permitieron mantener vivo el fuego y con ello el derecho a la imaginación, a la alegría, al encuentro entre las personas. Y por eso siento que el lema del Festival de este año: Tu voz existe, es como para este tiempo.
Recuerdo lo que me comento un amigo, amante de las historias, sobre una reflexión de Humberto Eco, acerca de los caminos que se toman frente una crisis en este contexto la pandemia. Eco plantea que el ser humano, toma dos posturas, una es la de los apocalípticos, en la que ya no hay nada más que hacer y no hay esperanza y la otra postura es la de los Integradores que frente a la crisis ven una transformación, un cambio de paradigma y el camino hacia una nueva era.
En ese sentido creo que las historias que contamos pueden tener esas miradas, pero también la forma en que seguimos resistiendo al continuar dando vida al encuentro entre la gente y ese es el Festival Déjame que te cuente. En este contexto que nos preguntamos, qué podemos hacer como colectividad nos interpela a buscar formas comunitarias que nos encaminen no solo a la supervivencia sino hacia la esperanza, al derecho a la imaginación, a la alegría y, al encuentro entre la gente.
Creo que cada uno de los momentos del Festival, tiene el espíritu de promover las diversas maneras de reunirnos: Cuentos encuentro por la vida en una forma virtual, Cuentos en nuestras casas, que son las veladas en el espacio de justamente una casa y cuentos en aires libres, el encuentro en los espacios públicos, con el barrio, como es la Terraza Cultural de Yuyachkani. Por último y no menos importante escuchar las voces de los adultos mayores a través del evento más emblemático del Festival como es La Narratón y que este año cuenta con la presencia de entrañables maestros de la narración oral. Y es así porque Tu voz existe.
Lorena Best Urday
Hacer el Festival de Narración Oral Déjame que te Cuente 2021 significa insistir en encontrarnos virtual o presencialmente para conversar desde la narración oral sobre aquello en lo que hemos persistido, lo que hemos perdido, lo que hemos encontrado, lo que hemos dejado ir y lo que nace a partir de los encuentros. Esta insistencia tiene que ver con regresar a las calles y de hecho regresamos con la función en la Terraza Cultural de Yuyachkani. También recordamos que la solidaridad no se agota en la enfermedad, sino que es el gesto de cuidado que nos sostiene. Por eso, la IV edición de Cuentos y Encuentros por la vida es en solidaridad con el danzante Qorisisicha. La terquedad de volver a abrir nuestra casa así sea tímidamente y con muchos cuidados. Y la voluntad de seguir haciendo que la palabra circule, especialmente la palabra de nuestros mayores, quienes furiosamente fueron confinados.
Briscila Degregori
El Festival de Narración Oral Déjame que te Cuente es, personalmente, la columna vertebral de la narración oral en el Perú. Por ser una oportunidad para preguntarnos por nuestro arte y oficio, por ser una ventana a nuestros narradores y narradoras cotidianos y tradicionales, esos que no suelen pisar un escenario y son la fuente de todo, porque el festival nos ha brindado la oportunidad de conocer colegas de todo el mundo. Una acción heroica y de una coordinación amorosa. Gracias festival “Déjame que te Cuente” por resistir y seguir compartiendo.