Mariana Libertad: “Me interesa el cuerpo femenino como objeto de estudio”

Uno, nueve, siete, cuatro (Colmena editores, 2019), es el nuevo libro de cuentos de la académica, escritora e investigadora venezolana/peruana Mariana Libertad Suárez. Cuentario que reúne cuatro historias desarrolladas entre los años 1989, 1999, 2009 y 2019. La autora nos ofrece cuatro maneras de amar. Originales relatos acompañados de las ilustraciones de la artista plástica venezolana Sofía Saavedra.

Fotos: Lima en Escena 

-Mariana, además de las historias de tu libro de relatos nos llamó la atención el nombre de este. Cuéntanos cómo surge.

-El libro lo escribí aquí en Lima. Es el primero que escribo en el Perú y estoy contenta con los resultados. Con respecto al nombre, el asunto es la cábala con los números redondos que terminan en cero y cinco. Llegué al Perú de 40 años y de pronto cumplí 45. Este es como el primer periodo que tiene un nombre. Era mi primer lustro, mi primera media década. Deseaba escribir una historia que hablara de estos ciclos vitales en la vida de una mujer o de varias mujeres. A partir de ahí nació el concepto del libro del cual se desprenden cuatro etapas: 15, 25, 35 y 45. El título del libro 1974 es el año de mi nacimiento.

-Las historias constituyen una retrospectiva sobre las vivencias de un grupo específico de mujeres.

-Sí… Es un poco cómo vivimos en 1989 las mujeres de mi generación. Deseaba hacer este recorrido de 30 años. Qué cosas se decía sobre el sexo, sobre el cuerpo femenino en determinados momentos. Ese es el eje. Observo cómo se transforman ciertos discursos a través del tiempo. Ahora, diversos sectores femeninos tienen la posibilidad de expresar deseos, insatisfacciones, demandas, exigencias…

– Los relatos también nos llevan de viaje…

– El cuento nueve se desarrolla en la ciudad de Madrid en el año 1999. Viví durante cuatro años allí. Es un poco la experiencia de ser universitaria en una comunidad de estudiantes de Madrid. Fue interesante formar parte de la comunidad de estudiantes latinoamericanos en mi primera salida al extranjero. Entendí las diferencias culturales. El tema de la migración. Para una persona que creció en una familia amigable, protectora, todo cambia una vez que estás en otro país.

-El nudo de gran parte de las historias es el tema del cuerpo, ¿no?

-Sí, el cuerpo femenino, la representación del deseo y la sexualidad femenina siempre me interesó como objeto de estudio. Varias de mis publicaciones académicas abordan este tema. Lo vi en otras autoras y me interesé en exponer, en compartir con quienes deseen acercarse a mis cuentos. Me di cuenta, en el oficio académico, cómo había cambiado con respecto a mi aproximación a un texto y cómo podía encontrar belleza en un acto que en un momento me desagradaba. Esta relación con el cuerpo, las relaciones cambian a lo largo de los años.

-El deseo, la bisexualidad, también tienen un registro en tus historias.

-Durante muchísimos años he sido y soy ferviente defensora de la diversidad sexual. Más allá de defender el derecho de las personas de sexo diversa me parece interesante humanizar. Representar al personaje de otra opción sexual no como un ser remoto sino como parte de nuestra cotidianidad. El cuerpo no es monolítico. La bisexualidad es una de las tendencias menos comprendida y me parece importante hablar al respecto.

– Usualmente la literatura no habla en específico sobre los órganos reproductores.

-Las mujeres escriben al respecto con más libertad. Pienso en Cristina Peri-Rossi, en Sara Levi Calderón, entre otras autoras latinoamericanas que en sus historias nombran el órgano sexual del otro. Hablan del acto sexual. Escriben recurrentemente sobre la vagina.

-Por supuesto. Sin embargo, no escriben o recrean una ficción en donde hablen del pene. En unos de tus cuentos hablas sobre este.

-Para redondear la respuesta anterior. Se habla más de la vagina que del pene. La censura está en construir, pienso. Existe como una autocensura. Con respecto a la historia en donde escribo sobre el pene este acto fue inconsciente. No me di cuenta si hubo transgresión. Pensé que la mujer narra su experiencia de goce sea traumática o de disfrute y punto.

– Vamos a la historia siete.

– La sexualidad femenina ha sido censurada y castigada a través de la historia. A un amigo, pre lector, que había estudiado en un colegio militar, le envié los cuentos. Después de su lectura me comentó que le hizo mucho daño leerlos. Con todos estos hechos que suceden en estos colegios militares con respecto a la sexualidad no normativa constituye toda una provocación y generan unos niveles de sufrimiento inexplicables.

-La última historia es devastadora.

-El último cuento en escribir fue “Cuatro”. Es la historia de una mujer de mi generación enmarcada en un hecho traumático para los venezolanos que viven dentro y fuera del país. Me refiero al apagón del 2019, un episodio que nos tuvo en incertidumbre. Un momento en el cual no sabíamos cómo ni dónde estaban nuestras familias. El apagón se diluye en medio de la historia de esta mujer que empieza a entender cuánto ha amado. Me interesó hablar sobre este tema porque ese acontecimiento fue un punto de quiebre en nuestra historia.

– En Uno nueve siete cuatro destacan además la portada y las ilustraciones del libro

– La portada del libro de llama Natural, un trabajo de la artista plástica venezolana Sofia Saavedra. El proceso creativo de sus ilustraciones es bien interesante porque son la respuesta a la lectura de cada relato.

 

Sobre la autora 

Mariana Libertad Suárez (Caracas, 1974). Académica, poeta y narradora. Es autora de diversos artículos y libros de investigación en torno a la escritura de mujeres latinoamericanas, entre los que destacan: Sin cadenas, ni misterios: representaciones y autorrepresentaciones de la intelectual venezolana 1936- 1948 (Premio Internacional de ensayo Mariano Picón Salas, 2009); La loca inconfirmable: apropiaciones feministas de Manuela Sáenz (Premio literario Casa de las Américas- categoría Estudios sobre la mujer 2014); y Éramos muchas: mujeres que narraron la Revolución mexicana (Mención Honrosa del X Certamen internacional Sor Juana Inés de la Cruz 2018). Entre sus publicaciones literarias están los libros de cuentos Ni Magdalena ni Clemencia Isaura (2014), y Ciruelas y chorizos (2015); la novela Deambulando hacia la lumbre (2010) y la obra de microteatro Azul y Celeste (2019).

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