Personalidades del ámbito cultural local como Gina Natteri, Manuel Burga, Pachi Valle Riestra y Alberto Ísola nos ofrecen su particular mirada sobre una de las instituciones más significativas de las artes escénicas: el Ballet de San Marcos
Lleva más de 50 años de labor ininterrumpida al servicio de la creatividad, enseñanza e investigación en disciplinas como el ballet clásico y la danza contemporánea en el Perú. Por sus aulas han desfilado un sin número de maestros y maestras, coreógrafos y coreógrafas, de bailarinas y bailarines destacados. El Ballet de San Marcos es sin duda alguna una de las instituciones más emblemáticas del ámbito universitario y dancístico del país.
Ad portas de cumplir 60 años, Gina Natteri, Manuel Burga, Pachi Valle Riestra y Alberto Ísola, nos hablan de esta prestigiada e inquebrantable columna de formación del ballet clásico y danza moderna en el Perú, en un momento que urge de nuestro apoyo permanente.
Gina Natteri
Directora de la Escuela Nacional Superior de Ballet
El Ballet de San Marcos fue el primer elenco de danza profesional que se formó en el país. Una compañía en donde por primera vez se pagaba a los bailarines. En ese entonces se podía tener la idea de ser profesionales de la danza, pero no podían vivir de esta disciplina artística. El Ballet de San Marcos se gestó con puestos remunerados. Es importante recordar este punto. Desde sus inicios su producción artística fue vanguardista. Roger Fenonjois de la Ópera de París fue el encargado de formar una entidad profesional de danza. No olvidemos que además fue discípulo de Serge Lifar, un renovador y un modernizador del ballet francés. Fenonjois, trae toda esa visión. Nosotros teníamos una sociedad más conservadora por lo que además de proponer toda esta moderna mirada incluyó los clásicos.
Posteriormente, en la gestión de la maestra Vera Stastny, el Ballet de San Marcos mantuvo su vanguardismo. En la actualidad y en todas partes del mundo todo elenco profesional de danza trabaja lo contemporáneo con lo clásico. El Ballet de San Marcos siempre se trabajó con estos dos lenguajes. Lo moderno y el clásico.
La primera preocupación de los directores de San Marcos fue la formación de públicos. Empezaron con los lunes de ballet. Las funciones se ofrecían todo el año para el público en general. Además de las temporadas se trabajaban los programas permanentes. La labor artística y de enseñanza no paraba. Posteriormente, con Vera Stastny se empiezan a ofrecer los martes didácticos para los escolares. Todos los días martes de todos los meses y años. Esto se ofreció en el teatro Pardo y Aliaga.
Hoy por hoy, el Ballet de San Marcos necesita mayor apoyo. Se les debe dar todas las oportunidades para que siga siendo un abanderado de la modernidad. Debe seguir contando con destacados profesionales. Disponer de maestros y maestras de gran sensibilidad y conocedores de distintas técnicas y coreografías. Es sustancial que los bailarines se dediquen a crear también. El bailarín además de ser un ejecutante debe ser un creador y así poder aportar al elenco o compañía. Es vital.
Manuel Burga
Director del Lugar de la Memoria/LUM
El Ballet de San Marcos se creó en 1964 durante el rectorado de Luis A. Sánchez, una personalidad académica del mundo literario, de la historia de la literatura. En ese momento participaron bailarines franceses como el maestro Roger Fenonjois. Su gestación se realizó en medio de una gran esperanza. La idea era crear elencos de primer nivel que representen a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Del 2001 al 2006 durante mi gestión como rector de la UNMSM fue un honor construir la sede central Jorge Basadre, diseñada por el Arq. Reynaldo Ledgar y construida con el apoyo del Centro de Producción de la Facultad de Ingeniería Civil de la UNI. En este complejo se edificó el auditorio Ella Dunbar Temple cuya infraestructura posee un escenario. Justamente, este lo necesitaba el Ballet de San Marcos. Las características de este espacio la definimos con la maestra Vera Stastny. Fue un paso importante para el Ballet de San Marcos.
Desde el año 2001, período en el cual tomé contacto con Vera Stastny y el Ballet de San Marcos, institución en donde Luis Valdivia es uno de los grandes bailarines y maestros hasta el momento, observé a un sin número de chicas y chicos de las 62 escuelas que había en aquel entonces participar en las funciones.
El grupo de Ballet de San Marcos tiene una función enriquecedora para los estudiantes. Ellos desarrollan su sensibilidad a través de la danza contemporánea, el ballet clásico, la música, los contenidos y mensajes que trasmiten a través de sus obras coreográficas. Hacen un ejercicio cultural. Dentro de la universidad el Ballet de San Marcos cumple un rol importante. Debe establecerse en las programaciones trimestrales la presentación de su elenco en las diferentes facultades de la sede central. A partir del 2006, año que culminó mi período de rector, el Ballet de San Marcos no conservó el impulso y la intensidad en cuanto a las ayudas.
Del 2001 hasta la actualidad observo la creación de coreografías las cuales representan las diversas problemáticas del país. Estas piezas encarnan valores universales como el amor, la muerte, la solidaridad, la integración, entre otros. Pude apreciar la coreografía Desaparecidos, pieza que nació en la Europa central, en Serbia. Esta obra reflexiona sobre los desaparecidos. El elenco tomó este tema a partir del uso de las fotografías de los desaparecidos en el Perú y hacer una suerte de nacionalización de la danza de un escenógrafo británico.
Además, vi Gowdie. La representación de la última bruja quemada en Irlanda en el siglo XVII. Esa representación de Isobel Gowdie me parece extraordinariamente rica para abordar los temas de género. Puntos como la desigualdad, la persecución a la mujer. Las mujeres en Europa eran acusadas de brujas apenas tenían dotes especiales como el manejo de plantas, de medicinas. La coreografía de Isobel Gowdie fue una buena representación del elenco del Ballet de San Marcos. Este es apenas un ejemplo de las diversas coreografías estrenadas por esta emblemática institución.
El Ballet de la UNMSM constituye un rostro importante en una de las casas universitarias más antiguas del país y de América Latina. En este momento, probablemente es la única institución académica que cuenta con un elenco de ballet. Es el único elenco que se presentó en el escenario del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) a competir con grupos extranjeros como la Generación del Ayer de Chile, elenco dirigido por la maestra Carmen Aros. Tiene además presencia nacional e internacional. En la actualidad debería estar a la altura del Ballet de la UNAM de México. Debemos apoyar a siga adelante, se consolide y afiance su nivel internacional.
Pachi Valle Riestra
Coreógrafa y bailarina
El Ballet de San Marcos es la agrupación escénica de danza más antigua del Perú. Se inauguró en 1964 y su trabajo artístico y de enseñanza está vigente hasta el momento. Se ha sostenido gracias a la creatividad y pasión de sus miembros. En nuestro país no es frecuente que una institución de esta naturaleza tenga continuidad. El Ballet de San Marcos es además parte de nuestra historia, de nuestra identidad artística y cultural. La compañía no ha dejado de aportar con contenidos sensibles a la realidad peruana. Además de trabajar con el ballet clásico se dedican a la danza contemporánea disciplina con la cual exploran temas diversos. Además, contribuyen con distintos proyectos sociales que benefician a distintas comunidades. Asimismo, colaboran con la formación de futuros artistas. Que la compañía forme parte de una institución pública del estado es significativo. Muchos se preguntarán ¿por qué es importante y cómo favorece la danza a nuestra sociedad? … La danza como todas las artes contribuye a desarrollar un pensamiento crítico, sensibiliza y empatiza. Estimula la percepción, crea un sentido de identidad. Es una manera de comentar y generar reflexión sobre nuestro mundo desde diversas perspectivas. De esta manera se está construyendo y se está colaborando con la cultura viva del país.
Alberto Ísola
Actor, director y profesor de teatro
El Ballet de San Marcos es una institución fundamental desde sus inicios. Pienso en la maestra Vera Stastny y en todas y todos los bailarines egresados de la compañía. Tiene una trayectoria importante dentro del desarrollo de las artes y de la danza en nuestro país. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) tiene una larguísima y notable tradición en el fomento de la cultura. El teatro de la UNMSM ha sido fundamental, el Centro Cultural igual. La principal labor de las universidades y sus centros de formación de cualquier disciplina es darle a las alumnas y alumnos la capacidad de recordar y de pensar. Lo único que nos sacará del marasmo en el que nos encontramos es la educación. De conocer la historia para no repetirla, de conocer y reconocer al otro. De conocer las distintas culturas que conforman nuestro país. No solo se trata de la tolerancia sino del reconocimiento y revalorización del otro. En este momento es cada vez más importante darle un énfasis cada vez mayor a la idea de la educación, a los espacios de formación, de reflexión. En ese sentido, el Ballet de San Marcos ha sido y es un centro de formación fundamental en nuestro país.
Sobre el Ballet San Marcos
Nació en 1964 con el apoyo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Nombró al maestro Roger Fenonjois de la Ópera de París como responsable de formar una institución profesional de danza. Bajo su dirección, la UNMSM da vida al primer centro profesional de danza en el Perú.
El Ballet San Marcos fue reconocido por el Ministerio de Cultura como personalidad meritoria de cultura obteniendo la distinción en mérito a la investigación, desarrollo, promoción e innovación constante de la danza en el Perú, así como por su valioso aporte en la formación de profesionales a lo largo de su existencia.
A lo largo de estos 60 años, el Ballet de San Marcos realiza una labor importante en la actividad dancística peruana. Por sus aulas de clase han transitado personalidades como Royston Maldoom, Tamara Mc.Lorg, Alexander Plissetski, Anna Sokolow, Susana Linke, Sara Pardo, Jane Devonshire, Christopher Roman, Mark Foeringer, Healther Cooper, Brian Fisher, Danna Tai Soon Burgess, Rosemary Helliwell, Iacob Lascú, Rogelio López, Luis Piedra, Francisco Centeno, Alberto Ísola, Adrian Figueroa, Magdalena Villarán, entre otros.
Desde 1972 la maestra Vera Stastny, bailarina de origen inglés, asume la Dirección del Ballet San Marcos hasta la fecha. En 1979 la maestra Vera es llamada para dirigir el Grupo de Danza del Instituto Nacional de Cultura y es al unirse este grupo con el Ballet de San Marcos que se forma el Ballet Nacional.
En el último lustro, la dirección de Vera Stastny ha propiciado colaboraciones tan diversas como las coreografías del costarricence Rogelio López (“Rojísimo sobre blanco”, “El abrazo nuestro de cada día”), del británico Royston Maldoom (“Catorce en busca de una idea”) y del costarricense Francisco Centeno “Mentiras verdaderas”, obra ganadora del Festival Internacional de Coreógrafos “Graciela Moreno 2011 – Costa Rica), manteniendo al mismo tiempo aportes de los propios integrantes del BSM. Basta recordar las inquietantes exploraciones de Maureen Llewellyn Jones en torno a las retóricas de ciertos sentires del criollismo.
Desde el 2003, el BSM da el impulso hacia el desarrollo de la danza comunitaria como ente propulsor de la práctica dancística para todos aquellos que deseen bailar, poniendo énfasis en los niños y jóvenes en situación de riesgo social, plan desarrollado por la maestra Vera concretado a través de Danza de la Esperanza.
Otro de los aspectos fundamentales que en los últimos años destaca el Ballet, es el plan educativo integral, impulsado por Vera Stastny su maestra principal, que orienta a la Escuela de Ballet San Marcos hacia la formación completa de sus alumnos.