Los periodistas Bryan Paredes (Correo) y Stefanno Placencia (El Perfil) reflexionan sobre La Independiente. Feria de editoriales peruanas 2022
Hoy, a las ocho de la noche, finaliza La quinta edición La Independiente. Feria de editoriales peruanas, que se lleva a cabo en la modalidad presencial y virtual, en la sede central del Ministerio de Cultura, en San Borja. Durante cinco días el público visitante accedió a los diversos catálogos de más de 70 editoriales de 12 regiones: Áncash, Arequipa, Cusco, Huánuco, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Loreto, Piura, Puno y San Martín. De este número, 24 de las participantes son dirigidas por mujeres. Es el número más alto en la historia de la feria. Esas 24 editoriales provienen de cinco regiones: Huánuco, Junín, Lima, Loreto y Piura.
Al respecto, charlamos con los comunicadores y críticos de libros Bryan Paredes (Correo) y Stefanno Placencia (El Perfil)
-Chicos en estos tres años de pandemia global, los sellos independientes peruanos mostraron un desenvolvimiento significativo en cuando a la producción de sus títulos. Esto, en gran medida, por las ayudas económicas del Mincul. ¿Cómo observan este panorama?
-Bryan: Es un panorama que continúa siendo de retos. Si bien nos encontramos en una etapa distinta de la pandemia del COVID-19, todavía quedan sus secuelas económicas y sociales. Los precios de insumos, por ejemplo, siguen siendo altos. Se impuso lo virtual, el comercio electrónico, que fue un paso drástico durante la emergencia sanitaria y ahora se ha convertido en una oportunidad para que las editoriales independientes encuentren más lectores y formas de difundir su trabajo. Las ferias también han sido un impulso. A pesar del temor por el virus, se ha recuperado la confianza y el espacio de encuentro y reflexión. La Independiente, en estos días, también ha sido un gran acierto, aunque solo se hayan tenido cinco días de exposición. ¿Por qué no pueden ser más? El esfuerzo de las editoriales es loable y se necesita que las autoridades apuesten más por la industria local.
– Stefanno: Es favorecedor y alentador, pues en los últimos años aparecieron más editoriales independientes y con ellas sus respectivos catálogos de títulos que versan sobre temáticas que, por ejemplo, no consideraban las grandes editoriales como son los casos de publicar poesía y rescatar a autores olvidados. A pesar de la pandemia, estas pequeñas editoriales continuaron con su producción, llegando a publicar libros en formato digital. Algo impensable hace algunos años. El avance es significativo y ha tenido gran pegada, ya que hemos visto como las editoriales independientes llegaron a la FIL Guadalajara 2021 y hoy están presentes en todas las ferias que se organizan.
El escritor Gerardo Garcíarosales (Huancayo)
Mesa de Diálogo con la destacada editora Anahí Barrionuevo y Germán Atoche (Gato Descalzo)
– Más de 70 editoriales de 12 regiones del país participan en estos momentos en la quinta edición de La Independiente. Feria de editoriales peruanas, que culmina hoy. ¿Qué representa, desde sus miradas de periodistas literarios, esta cifra?
– Bryan: Es una cifra alentadora porque, en 2017, cuando debutó La Independiente, hubo 38 editoriales. Hay un avance significativo y se espera que, en las siguientes ediciones, se aumente el número de editoriales y regiones, tal vez en un espacio mucho más amplio y en condiciones más favorables que las actuales. Y, por supuesto, que se replique en otras ciudades del Perú, así se gana una alternativa más a las demás ferias que existen en el país.
– Stefanno: La inclusión de editoriales de distintas partes del Perú es clave para ofrecerle al público lector una surtida propuesta libresca y proyectar el panorama editorial de un país diverso como el nuestro. Y el asunto no queda ahí, pues esta feria también desarrolla actividades culturales que permiten que el lector se acerque a las editoriales independientes desde otra óptica y pueda familiarizarse con ellas. Otro componente para resaltar es la importancia de La Independiente como motor de la reactivación económica de la industria editorial.
– Un punto trascendental en la historia de esta quinta edición de La Independiente es que 24 de las editoriales participantes son dirigidas por mujeres. ¿Qué implica o representa para el sector la participación de las directoras y/o editoras?
-Bryan: Esta cifra también representa un avance en la búsqueda de la equidad dentro de la industria editorial peruana. Tanto en las publicaciones como en el trabajo de edición, la presencia de la mujer es vital. La diversidad de miradas, estilos, aproximaciones tiene que seguir ampliándose. La riqueza del país está en las múltiples voces de autoras y autores. La sociedad necesita de esa variedad para encontrar nuevos enfoques, temas y posibilidades. La ficción con sus mundos posibles y la investigación con sus realidades y propuestas son claves para el desarrollo de la ciudadanía.
– Stefanno: Representa un gran avance porque grafica el papel relevante que desempeña la mujer en la industria editorial: desde autoras, editoras y, ahora, directoras. Su visión, desde luego, es más inclusiva y de género, ejes o criterios que no eran tomados en cuenta por editoriales acostumbradas a publicar solo autores y temáticas convencionales.
– De las editoriales manejadas por editoras, cuáles destacarías.
-Bryan: La Independiente ha sido una gran muestra de las editoriales dirigidas por mujeres, como Mesa Redonda, Intermezzo Tropical, Rocinante, Cocodrilo Ediciones, Tierra Nueva, entre otras. Y no todas las que se han presentado en esta feria son de Lima, sino que vienen de otras regiones como Loreto, Piura, Huánuco, Junín.
– Stefanno: Gafas Moradas, sello que ofrece publicaciones de literatura feminista y LGTB+, entre ellas destaco la reedición de “Duque”, la primera novela gay del Perú; el ambicioso ensayo “María Wiesse en Amauta: los orígenes de la crítica de cine en el Perú”, de la crítica de cine Mónica Delgado; y la pulcra antología poética de Julia Wong. Otra editorial que destaco, por la calidad de edición de sus libros y el prestigio de sus autores (la narradora Carmen Ollé, el investigador Carlos Villacorta), es Intermezzo Tropical.
– Del universo de publicaciones de los sellos independientes, ¿qué géneros -ensayo, narrativa, poesía, LIJ- consideras que destacan y por qué?
– Bryan: Me atrevo a decir que la poesía. El 2021, para mí, fue el año de los poemarios en el Perú. Y, como sabemos, las editoriales independientes son las que acogen este género literario, mientras que la gran mayoría de editoriales “grandes” o trasnacionales apuestan por la narrativa, la prosa. Todavía hay lectores de poesía, tanto en internet como en el libro físico. Y creo que, sobre todo en los sellos independientes, la poesía ha destacado por la calidad y la gran cantidad que se viene publicando, a pesar de la pandemia, de la mirada desalentadora de muchos, de la supuesta marginalidad que tiene la poesía.
– Stefanno: La poesía ha tenido gran acogida. Alastor Editores prueba ello con la publicación de poemarios que han destacado no solo por la calidad de su edición, sino por su contenido (potentes imágenes, temáticas disruptivas, dominio de lenguaje, estética). Entre ellos figuran “Fiesta”, de Denisse Vega; “El apu descalzo”, de Maggie Velarde; y “Canción y vuelo de Santosa”, de Gloria Alvitres. ¿Hace cuánto tiempo que tres poetas mujeres, sobre todo jóvenes, no salían a la palestra?
El ensayo también se muestra como una alternativa con llegada. Sellos como Editorial Achawata, Alastor Editores, Editorial Ande apuestan por revalorar un género que ha sido relegado en los últimos años. Considero que el ensayo cautivo por la libertad de su estructura, su narración amena, su investigación, su contextualización, y porque, al final, deviene en una fuente de información.
(Silbaviento)