En Alemania escribí la mayor parte de los poemas de Migralgias. Sin duda es donde más fuerte he sentido esa dicotomía entre personas autóctonas y extranjeras. También la nostalgia de estar lejos de mi país natal, señala la autora en la presente interviú. Fotos: Amaru Weber Vilchez
La poeta peruana Gabriela Vilchez Garcés, quien reside en Alemania hace algunos años, presentó su poemario Migralgias (Hanan Harawi, 2019), un libro objeto cuyo diseño es similar a la de un pasaporte peruano. En este, la autora acompaña sus poemas con ilustraciones que han captado perfectamente la atmósfera del poemario en general. Al respecto Lima en Escena charló con la autora.
-Gabriela, antes de empezar charlar sobre tu libro de poesía Migralgias, cuéntanos sobre los orígenes de tu escritura poética. ¿Cómo surgió?
-Muchas gracias por la entrevista Rosana. Comencé recitando poemas desde pequeña, en las actuaciones del colegio o en concursos interescolares. Luego en la adolescencia sentí que tenía que escribir lo que me pasaba. A veces escribía versos libres, a veces cuentos. En ese entonces escribir era para mí un acto privado, aunque alguna vez me apunté a algún taller de escritura creativa.
-Hace un puñado de años que dejaste el Perú y vives en Europa. ¿De qué manera tu experiencia de migrante estimuló tu poética?
-Durante mi estancia en el País Vasco volví a tomar contacto con la poesía. En aquella época volví a leer César Vallejo y descubrí a Blas de Otero, Cristina Peri-Rossi y Chantal Maillar. En Bilbao gané un concurso de recitación. Al mismo tiempo, seguí escribiendo sobre aquello que me ocurría, percibiendo la realidad que me rodeaba, aunque desde una situación nueva para mí, desde mi condición de mujer extranjera. El conocer a otras personas inmigrantes me ayudó mucho a entender más sobre nuestra situación tan compleja y variada. Al llegar a Alemania, me tocó aprender un nuevo idioma. Dicen que hablar otro idioma es como poseer una segunda alma. Cuando empecé a leer y escribir en alemán, me apunté a un taller de escritura creativa para mujeres inmigrantes dirigido por la escritora Halina Nitropisch. Esto me hizo dar cuenta de que tenía algo que decir. En este país es donde he escrito la mayor parte de los poemas de Migralgias. Sin duda es donde más fuerte he sentido esa dicotomía entre personas autóctonas y extranjeras. También la nostalgia de estar lejos de mi país natal.
-En Migralgias tu reciente libro de poesía nos ofreces un paneo de todo lo que te significó y significa caminar por estos territorios, sus ciudades y convivir con sus gentes. ¿Cómo observas tu entorno fuera de tu país de origen?
-Llevo casi 20 años fuera de Perú y he llegado a conocer en Europa lugares maravillosos, pero sobre todo he tenido la suerte de conocer personas de diferentes países. Valoro mucho esa experiencia, me ha ayudado a despojarme de muchos prejuicios y a aprender a vernos como habitantes de un mismo planeta. La convivencia no está exenta de conflictos, pero creo que hay que seguir apostando por ese camino.
-Háblanos de Bilbao.
-Cuando salí de mi país fue por una beca para estudiar un máster en Sociología Jurídica en el País Vasco. Sin embargo, a Bilbao llegué un poco más tarde, para empezar mis estudios sobre migraciones y visitar un programa de doctorado. Vivir en Bilbao me dio la oportunidad de tener una vida cultural activa, de cantar en una banda de rock, de recitar poesía, de involucrarme en una organización antirracista, de vivir la interculturalidad en toda la extensión de la palabra. También representó la dura realidad de buscar un trabajo, nada fácil ni para los estudiantes ni para las personas extranjeras en general. Me quedo con las buenas experiencias que he vivido en esa ciudad, con los bares y cafés, con las caminatas por el casco viejo y la ría y, por supuesto, con los buenos amigos.
-Ahora, qué representa para ti estos países, estos territorios en donde has recalado.
-Experiencias de vida. Algunas experiencias han sido menos o más positivas que otras, pero al final de cuentas creo que me han ayudado a crecer como persona. Además, quiera o no, tengo una segunda alma, pues he aprendido a hablar el idioma del país donde vivo actualmente.
– ¿Por qué Migralgias?
-Recuerdo que tenía dos propuestas de título para el poemario. Al comentarle a Ana Mónica, casi de inmediato quedó claro que ese título debía quedarse. Se me ocurrió la palabra “Migralgias” al juntar dos hechos que me pasan: la migración y la nostalgia. A veces me siento como Ulises, extrañando volver a Itaca.
-Para terminar. En Migralgias tejen bien poética e ilustración. ¿Cómo nace la idea de trabajar esta fusión de imagen y palabra?
-Mi hermano y yo siempre quisimos hacer algo juntos. Mi hermano, Miguel Vilchez, es poeta y artista visual, egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima. Él conocía el tema de mis textos y pensamos que sus ilustraciones de estilo naif podrían aportar un contraste. Así creamos la mujer con la maleta de la portada. Luego él le dio vida, la hizo volar junto a avioncitos de papel, observar suspendida en el aire a través de una ventana, escalar edificios fantásticos o caminar por la cuerda floja. Sus ilustraciones son interpretaciones de ciertos poemas, pero me parece que han captado perfectamente la atmósfera del poemario en general. Asimismo, Migralgias es un libro-objeto a manera de un pasaporte peruano. Esta genial idea es de Ana Mónica Vilchez de Hanan Harawi Editores.
Sobre Gabriela Vilchez Garcés de Weber
Nació en Lima, Perú. Estudió derecho en la UNMSM, contando con estudios de postgrado en España y Alemania. En Alemania promueve el multilingüismo. Ha fundado grupos de juegos para familias hispanohablantes en Bonn. “Migralgias” es su primer poemario, publicado por Hanan Harawi Editores (2019, Perú). En el año 2020 participó en el primer concurso de poesía infantil y juvenil “Poesía Sin Límites”, organizado por la Asociación Enie e.V. con el patrocinio del Consulado de Chile en Frankfurt, la Fundación Gabriela Mistral y el Instituto Cervantes de Frankfurt, donde su poema “Parque” obtuvo una mención especial. Asimismo, publicó los microrrelatos «La Oferta» (en: «Relatos de Cuarentena» por Aletheya), Baño equivocado (en: «Revista Estrépito») y Amaltea (en: “Brevestiario” de la Revista Brevilla), además del cuento “El bosque de Teutoburgo” (en: “Viajes en el tiempo” por El gato descalzo). Es miembro fundador de la iniciativa virtual “Vigilia Poética. Un poema para resistir”.