Autora del libro de crónicas biográficas ¡Que tal vida! nos acerca a artistas y autoras mujeres que marcaron nuestra historia
La escritora Elba Luján presentó ¡Que tal vida! (Ediciones Trascender, 2018), crónicas ilustradas o perfiles biográficos que comprende la vida de 25 peruanos de diferentes oficios y épocas. No se trata de las biografías que conocemos, aquellas que siguen en orden cronológico la vida y la obra de personajes ilustres, no, en estas crónicas se llega directamente al centro donde todas las ventanas se abren al horizonte. Aquí están Flora Tristán, Tilsa Tsuchiya, Mercedes Cabello, Cota Carvallo, María Rostworowski, Cristina Gálvez, Chabuca Granda, Yma Súmac, Victoria Santa Cruz, de quienes escuchamos sus voces, el fulgor de sus cantos, y también, los silencios que golpean sus vidas. Al respecto charlamos con la autora Elba Luján.
-Elba, permíteme saber más sobre Que tal vida, tu último libro.
-Este proyecto fue casual. A mí siempre me fascinaron las biografías. Toda mi vida admiré y admiro a nuestros artistas: hombres y mujeres. Este libro es un reconocimiento a un sin número de personajes ilustres que a lo largo de nuestras vidas nos enriquecen con sus obras en el campo de las letras, las artes, las investigaciones, la historia. Cada uno de ellos y ellas cuentan con valiosas y respetables obras. Lo que más me gustó en todo este trabajo fue el proceso. Descubrir cómo se habían dado sus vidas y sus conductas en relación con su obra y consigo mismos. La intimidad de cada uno de ellos tiene su propia voz. Es un tema especial.
-El libro reúne 25 breves y poéticas biografías y 20 corresponden a nuestras artistas mujeres de diversas especialidades.
-Así es. A las artistas mujeres llegué por medio de su obra, de la amistad o de amigos que fueron allegados a ellas. Las investigué de manera individual y con ojos prestados.
-Estas pinceladas biográficas tienen un ángulo poético… ¿Cómo se relaciona tu ser poético con la historia de cada uno de estos personajes?
-Desde mi relación con la palabra. En este tallado juega también el oído. Esa musicalidad de las palabras, de las oraciones, de las frases, de los cuadros. Este libro lo relaciono con la poesía y la pintura. Pintar lo que no puede ser dicho.
-Empecemos charlando sobre Mercedes Cabello.
-Mercedes Cabello es un personaje impresionante. Hay una biografía sobre ella escrita por el recordado periodista Ismael Pinto. Una señora biografía. Había hecho algunos textos sobre ella y el clavo era la relación que tuvo con su hermano. Una preciosa relación. Asimismo, la pésima relación que sostuvo con su esposo. Una historia realmente dramática e injusta. Como consecuencia de toda esta etapa de maltratos ella terminó en el psiquiátrico por espacio de 10 años.
-La anularon totalmente…
-Cometieron una cruel injusticia con ella. La encerraron, la humillaron, le cortaron toda posibilidad de creatividad. Justamente estoy trabajando una obra de teatro en homenaje a ella. La pieza teatral se llama Mercedes. Abordaré el tema de pareja también.
-Flora Tristán, es también una víctima de violencia de género.
– ¡Claro!… Su esposo André Chazal, además de maltratarla sistemáticamente le disparó. El la humilló. Cuando Flora era una niña su madre se quedó en situación de abandono razón por la que viajan. En este viaje que ella emprende con sus hijos muere el niño y se queda con Flora. Desde niña Flora fue talentosa. De adolescente empieza a trabajar con Chazal, un personaje que se casa con ella y la humilla desde el principio de la relación. Fue una triste relación. En esa época el matrimonio era la única salida para no terminar en un convento. Pese a los maltratos de su pareja Flora escribía. Su escritura era de una agudeza infinita. Ella no se queda en una problemática personal sino que trasciende a lo social. En Peregrinaciones de una paria, hizo un diagnóstico de nuestra sociedad.
– Además de pintora fue una de las primeras autoras de literatura infantil. Prolífica. Cota Carvallo, fue una artista multidisciplinaria.
– ¡Totalmente! Soy amiga de su hijo, quien justamente conserva los títeres que Cota elaboraba. Tiene además sus libros. Ella era laboriosa. Trabajaba intensamente. Tuvo ocho hijos. Con ellos ponía en práctica todas sus capacidades artísticas. De un talento para la pintura, la dramaturgia y la literatura infantil admirable.
– ¿Qué nos puedes decir de María Rostworowski?
-Ella fue de formación autodidacta. Con María tengo un vínculo especial porque fue mi amiga. Su texto fue el más difícil de hacer. Cuando uno es amiga de alguien el conocimiento que se tiene sobre el personaje amigo es más profundo, sin embargo, existe también un respeto para no excedernos en nuestra historia. Ella era una persona reservada. Su madre fue puneña y su padre polaco. Cuando ella vivió en Europa no se sintió parte de esa cultura. María viajó a Lima para encontrarse con su familia materna.
-Ella consideraba que somos un país sin identidad…
-La Colonia realmente socavó nuestro sentido de ser. Casi nos convenció de no tener valor, de no tener cultura, de no tener belleza. Todo esto forma parte de nuestras taras. En ese sentido, María consideraba que arrastramos tres traumas: la conquista, la independencia y la Guerra del Pacífico. Tres golpes históricos que han contribuido a menoscabar nuestro sentido de valor. Aquí en Lima vivimos de espalda a la sierra, a la selva, al mestizaje. El sector educación está en permanente declive y cada vez sabemos menos de nosotros mismos.
-Más allá de sus obras, Cristina Gálvez dejó una profunda huella en sus alumnos, ¿no?
– ¡Por supuesto! Laboré un corto tiempo en la revista La Tortuga. Durante ese período falleció Cristina Gálvez. Ante esta triste noticia decidimos hacer en la revista un especial sobre ella. Visité su taller, entrevistamos a una serie de personajes cercanos a ella. Artísticamente la empecé a descubrir más a partir de todo este contacto con ella a través de su espacio físico y referencias de sus alumnos y amigos. Ella me hablaba a través de su taller, de sus obras, de sus alumnos, de sus amigos cercanos. Cristina fue una magnífica educadora y artista plástica. Admiro su labor como maestra. Siempre recuerdo una frase de Turenne que ella repetía:¿Tiemblas, esqueleto? Más temblarías si supieras adónde te llevo. Sobre ella también escribiré una obra de teatro. A partir de un sueño con ella tengo los primeros avances.
– Yma Súmac tuvo como teloneros a Frank Sinatra y Marlene Dietrich.
-Este dato lo conseguí durante todo el proceso de investigación sobre su persona. Es impresionante. Yma Súmac fue una de las sopranos más reconocidas a nivel global. Aquí en su país de origen no la supieron valorar en su debido momento. Injustamente se la criticó. La reconocen antes que muera. Terrible.
– Me parece que Tilsa Tsuchiya es aún una artista no reconocida en toda su dimensión. ¿Qué nos puedes decir de Tilsa?
-Tilsa cuenta con una significativa obra. Desde mi punto de vista una de las más importantes del país. No se difunde como debería ser. Se hizo una retrospectiva que fue fascinante. Todo quedó ahí. Creo que su obra debería destacarse en toda su dimensión. Tilsa fue brillante desde pequeña. La muerte prematura de los padres la dejó desbastada. Ella tuvo una relación sumamente importante con su padre. Él fue un hombre cultivado, refinado. El papá de Tilsa fue un médico japonés que se quedó en el Perú porque perdió sus documentos. Estaba de paso por el país y en el Callao le robaron sus objetos de valor. Después de este hecho él se instala en el norte chico.
-Victoria Santa Cruz, es una de las mujeres más notables de nuestra cultura afrodescendiente.
-Victoria fue imponente, aguda y generosa. Poeta y maestra extraordinaria. Gozaba de una capacidad para descubrir en el otro sus frenos, sus trampas a través del movimiento corporal. Tenía un fino sentido del ritmo y la plasticidad. Ella leía un cuerpo como leer un texto. Batallaba con los fantasmas del otro. Sus alumnos no siempre la entendieron. Tuve la suerte de ser su alumna. Participé en uno de sus talleres. Ella batalló con mis fantasmas y me dejé. Definitivamente hablo de una de las personalidades más importantes de nuestra cultura afrodescendiente.
-Alicia Maguiña es una intérprete singular.
– Su arte está estrechamente ligado con nuestras tradiciones. El rigor y la exquisitez de sus puestas me dejaba admirada. Desde chica me encantaron sus espectáculos.
-Chabuca Granda rompió con lo canónico en lo que a música popular peruana se refiere.
-Chabuca fue muy audaz. Innovadora. Le dio a la música criolla otro cariz. ¡Una revolucionaria!