Diego La Hoz: “El Muro responde a esta coyuntura global”

Puesta en escena El Muro cuenta con las actuaciones de Claret Quea, Malory Vargas, Vanessa Demichelli, Eliana Fry y Andinnia López-Cano. Escrita por Jhonatan Córdova y dirigida por Diego la Hoz, la temporada de esta interesante obra de teatro va hasta el 12 de junio en el Centro Cultural Ricardo Palma de Miraflores. ¡No se la pierdan!

¿Qué papel juega un muro en una ciudad, en una sociedad distópica?… Simple: la divide, la quiebra en dos. Así, en un extremo abunda el hambre y la violencia, en el otro, un muchacho busca la posibilidad del cambio. Mathías, un joven introvertido, que forma parte de la precaria ciudad abandonada por las autoridades, intentará cruzar con la esperanza de encontrar, al otro lado, un mejor futuro para recomponer su familia. Justamente, Lima en Escena reflexionó a partir de El Muro con el director Diego La Hoz.


Foto: Lima en Escena

-Diego, históricamente, el ejercicio dramatúrgico y teatral se asocia con las problemáticas políticas, sociales, personales, grupales. ¿Qué parentesco encuentras entre El Muro -la obra que diriges- con toda esta parafernalia post pandémica que vivimos actualmente?

-Sin duda, El Muro responde a esta coyuntura global. No solo a la sanitaria. Considero que, de algún modo, vivimos varios tipos de pandemias que están desolando el mundo en que vivimos. La miseria humana, la desconfianza generalizada por las políticas mundiales y el vaciamiento cultural que pretende anular el pensamiento crítico. Son muchas cosas con las que tenemos que lidiar y eso nos debilita, nos enferma, nos mata silenciosamente. Históricamente, como bien dices, el teatro ha sido un catalizador de aquello que nos pasa, sobre todo, en épocas de grandes crisis.

– Es común que las periferias ubicadas fuera de las grandes ciudades están asoladas por el hambre y la violencia. Un muro es justamente lo que las separa, las divide. Mathías busca cruzar este para recomponer a su familia. Hablamos de una recomposición de clase…

-El problema de las clases sociales es un tema recurrente en las dramaturgias peruanas. Somos un país clasista. Amamos las castas, las figuras de poder y los círculos excluyentes. La idea feudal corresponde directamente al colonialismo del que parece no podemos escapar. El Muro muestra una realidad distópica en donde las personas han sido empujadas a convivir en un mismo territorio donde los privilegios son igual de decadentes. Este universo reúne a los personajes, los confronta, los obliga a hacer cosas que en otra realidad no harían. En ese sentido, hay una mirada cuestionadora de las clases sociales y, por qué no, desesperanzadora.

-El Muro, también nos acerca a la crisis de una sociedad que bien podría ser la nuestra en estos momentos sumado al tema de la muerte que la tenemos encima desde hace dos años. Hasta qué punto es vital poner estos temas en la tarima.

-El sentido de lo tanático se nos ha puesto delante con mucha violencia en estos últimos años. Sin embargo, también se ha revalorado como fuerza vital. Ha cambiado nuestra percepción de la muerte. Hablar de ella es fundamental para reconsiderar nuestra salud mental frente a este largo luto del que somos parte como individuos y como sociedad.

-Hay una generación de dramaturgos jóvenes que si bien se interesan por temas diversos las problemáticas coyunturales no es ajena. ¿Qué opinas de sus temáticas de interés?

-Ya lo he comentado en diversos artículos y ponencias sobre las dramaturgias peruanas de los últimos tiempos. Es inevitable que, luego del conflicto armado interno y el cambio de siglo, hayan aparecido temas relacionados a la desesperanza, a familias quebradas en su estructura fundante y a relaciones menos romantizadas. Los temas de hoy no difieren mucho a los de esa época. Sin embargo, se han sumado temas que ponen en particular relevancia a la comunidad LGTBIQ y a otras poblaciones vulnerables. Lo testimonial, la autoficción, son algunos de los procedimientos dramáticos que se usan con mayor frecuencia. Eso nos lleva a desarrollar universos más sensibles y personales que permiten empatizar con el espectador de un modo más cercano.

-Finalmente, nos podrías acercar a tu elenco. Los aportes de cada uno de ellos en escena.

-Siempre me ha interesado trabajar con nuevas generaciones. Estrenar obras que ningún director o directora con cierto prestigio se atrevería a montar. Me apasionan los impulsos instintivos más que los técnicos. En ese sentido, busco involucrar al equipo de creadores y creadoras en el proceso de la puesta en escena. En el caso de El Muro, hay un equipo de producción y comunicación muy joven que traen ideas más acordes al tiempo digital. El actor Claret Quea desarrolló todo el diseño sonoro que plasmó muy bien lo que yo imaginaba. La actriz Malory Vargas, quien además es bailarina, aportó con momentos dancísticos muy oportunos. En líneas generales, Eliana Fry García-Pacheco, Vanessa Demichelli y Andinnia López-Cano han sido parte fundamental para la creación del universo de la obra. Incluso hubo una interesante reescritura del texto de Jhonatan Córdova. Realmente fue un trabajo en equipo del cual me siento orgulloso y muy motivado.

El Muro
Temporada: hasta el 12 de junio
Centro Cultural Ricardo Palma
Larco 770-Miraflores
Funciones: viernes y sábados 8:30pm
Domingos 7:30pm
Entradas en Joinnus, TraSpunte Laboratorio Teatral y en el mismo teatro