Alcalde electo Augusto Cáceres, dijo a un medio local, que las oficinas administrativas volverán al reciente inaugurado espacio cultural
Por: Hans Alejandro Herrera Núñez
En una sociedad que vive de espaldas a la cultura, sacar adelante proyectos culturales no es heroico sino quijotesco. Peor aún cuando después de cuatro años de arduo trabajo, todos los esfuerzos son amenazados por la mezquindad de aquellos quienes –se supone– deben continuar y mejorar lo que reciben. La recién inaugurada Casa de la Cultura de San Isidro, un espacio que originalmente era un gris edificio burocrático, se ve amenazado ante la propuesta del alcalde electo de convertirlo, nuevamente, en despacho municipal.
“Estamos un poco asustados porque hemos escuchado que el nuevo alcalde se propone volver a traer las oficinas de administración a la Casa de la Cultura”, nos manifestó Soledad Cunliffe, Gerente de Cultura de la Municipalidad de San Isidro. En efecto, el alcalde electo, Augusto Cáceres, declaró al diario El Comercio: “Queremos tener allí el despacho de la alcaldía (…) Infortunadamente, el despacho del alcalde se encuentra en el octavo piso del edificio de Tamayo y eso es totalmente inaccesible. Nosotros queremos ser una alcaldía abierta a los vecinos”. Lo contraproducente de todo esto, es que el anuncio de Cáceres se realiza a escasos días de la inauguración de la Casa.
Si bien la Casa fue originalmente el ayuntamiento del distrito, éste ha sido refaccionado para ser un espacio de difusión y encuentro cultural. “Creo que nunca he firmado tantos papeles en mi vida”, señala Soledad refiriéndose al largo proceso burocrático para sacarla adelante. “Cuando el exalcalde Manuel Velarde inició su gestión en 2015 decidió mover las oficinas administrativas al local que tiene la municipalidad en la calle Tamayo, en el corazón financiero del distrito y destinar así esta casa con un espacio privilegiado para fomentar la cultura”.
A pesar de todo Soledad continua adelante, abocada ahora a la transición de poder. “Yo estoy convencida que a través de la cultura podemos crear ciudadanía responsable”, resalta con la fe de quien dio cuatro años de su vida a la gestión pública de su distrito y no se arrepiente a pesar de la incertidumbre que se halla a la vuelta de la esquina.
La Casa se encuentra en el corazón de El Olivar. Un lugar inmejorable para el esparcimiento cultural. Cuenta con sala de música, una sala multiusos tanto para danza como para proyecciones de películas, además de un café literario; y, por supuesto, una galería de arte. En suma, un espacio completo e integral. Esperamos que el nuevo alcalde preserve este atractivo e importante espacio.