En estos momentos, el reconocido coreógrafo y bailarín Antonio Vilchez, quien charló con Lima en Escena, se encuentra en la ciudad de Sonoma, California (Estados Unidos), en donde forma parte del elenco del musical “Let’s Dance”, pieza dirigida por el reconocido director artístico puertorriqueño Luis Salgado y producido por Transcendence Theatre Company. «Poder compartir a músicos y bailarines de otras nacionalidades nuestra herencia africana en el Perú me llena de orgullo», señala el artista en las siguientes líneas
Además de ser un destacado percusionista, zapateador y bailarín peruano, es un importante exponente de las diversas fusiones del arte peruano contemporáneo. Dirige su propia compañía de danza y ritmo: Adú Proyecto Universal y es productor general del Lima Zap Festival/Festival Internacional de Tap y Zapateo. El 2014, la revista de la ONU lo reconoció como uno de los artistas peruanos más innovadores. Ese mismo año, fue invitado a la ceremonia de reconocimiento al cajón como patrimonio cultural de las Américas, organizado por la OEA. Hoy Antonio Vilchez es nuestro invitado especial.
-Antonio, te encuentras en California, en la ciudad de Sonoma en donde estás trabajando en un espectáculo de danza. Cuéntanos sobre esta experiencia…
-Así es Rosana. En este momento estoy actuando en la obra musical “Let’s Dance” dirigida por el reconocido director artístico Luis Salgado y producido por Transcendence Theatre Company. Estoy aquí hace cuatro semanas intensas y enriquecedoras desde la parte humana y la artística. La forma como han recibido mi arte y mi cultura ha sido sumamente gratificante. Poder compartir a músicos y bailarines de otras nacionalidades nuestra herencia africana en el Perú me llena de orgullo. Como bailarín y maestro es un reto ya que canto en inglés y enseño códigos de danza peruana a bailarines que no están relacionados con nuestra forma de movimiento.
-Estrictamente, ¿qué labor realizas en este montaje?
-El director y coreógrafo Luis Salgado me hizo una petición clara: crear una coreografía inspirada en la famosa pieza de Tap Dance 42St. ¿Qué quiere decir esto? Trabajar e incorporar la rítmica y movimiento del zapateo afroperuano pasando del swing estadounidense al festejo afroperuano combinando compases y transitando entre el tap, el zapateo afroperuano y la percusión corporal. Además, abro el segundo acto con un solo de quijada, cajita y cajón. En esta escena tengo al público a mi disposición. Les muestro nuestra cultura a través de sus sonidos e interactúo con ellos a través del ritmo. Soy parte del equipo coreográfico y aporto con los pasos de Huaylarsh en escenas que tienen salsa o jazz como base. Como percusionista asesoré a los músicos de la obra para que comprendan la rítmica afroperuana.
-Háblanos del origen de este trabajo. Cómo llegas a esta compañía. Quién te convoca…
-El que me convoca es el director artístico y coreógrafo Luis Salgado, quien radica en Nueva York. Lo conozco hace muchos años ya que trabajé con él en dos espectáculos que concibió y dirigió en Lima. Me refiero a “Candela fuerza y pasión” y el concierto “Sin cuenta” de Cecilia Bracamonte. Además, formé parte como bailarín y maestro en su organización sin fines de lucro R. Evolución Latina, la cual se encarga a través de su lema “Atrévete a más” a difundir el arte enseñando danza, canto y actuación a niños y jóvenes con herencia latina en la ciudad de New York y países de Latinoamérica. Luis es una apasionado de la cultura latina, el zapateo y la música peruana. Está enamorado de lo nuestro hace mucho tiempo. Él me presenta a Transcendence Theater Company, les habla de mi trabajo y la importancia que para él significa que forme parte y tenga representación en este show.
-Cuáles consideras que son tus aportes como bailarín peruano en esta puesta en escena.
-Mis aportes se registran en el movimiento, la música y el legado cultural que me acompaña. En este proceso les expliqué a los músicos y bailarines por qué el peruano baila así, por qué siente de esta manera, con qué se conecta y quiénes me inspiran constantemente. Les hable del legado filosófico que nos dejó la maestra Victoria Santa Cruz y cómo eso influye en todo mi trabajo. Luis me permitió trabajar con plena libertad razón por la que sazoné todo el espectáculo con un poco de ají, limón o papa peruana por decirlo de alguna manera. En todas mis actuaciones trato de dejar en el escenario o en el salón de ensayo mi pasión por la danza del Perú y trato que los que me miran sientan lo que siento y creo que con mis compañeros y el público lo he venido logrando.
-Cuánto tiempo tienes fuera del Perú.
-Estoy fuera de Perú hace cuatro semanas y me faltan dos. Ha sido y es difícil alejarse de mi familia, los extraño mucho. Tengo un hijo de casi 3 años de quien no me había separado por tanto tiempo, pero ya estaré con él y mi esposa pronto.
-Para terminar. Antonio eres percusionista y bailarín de larga data. Cómo observas el desarrollo del género de la danza, particularmente la que ejecutas, en el Perú.
-Hace mucho que en el Perú trabajo con la danza peruana contemporánea, urbana, tap dance y flamenco, con el objetivo de crear puentes de conexiones y revalorización de nuestro folclore como medio de expresión artística. En este caso observo como las nuevas generaciones están trabajando duro por poner a la danza peruana en un nivel profesional alto. Espero que realmente se puedan romper estereotipos o mentes cerradas que a veces hacen que nuestra danza no evolucione. Para mí la tradición y la modernidad deben ir de la mano. Sigamos fomentando ese compartir dando confianza y espacios de creación a las nuevas generaciones para tener oportunidades de seguir llevando lo nuestro por el mundo.