“Soy actriz. Me formé en el TUC. Sin embargo, me dedico más a los títeres. Es una disciplina de las artes escénicas, un trabajo que me da muchas satisfacciones en lo artístico y lo laboral. Amo mi labor como titiritera”, refiere la popular artista…
Actriz, titiritera y directora de teatro, Ana Santa Cruz visitó el Teatro de Naranjal, pequeña sala ubicada en el distrito de Los Olivos, en donde ofreció una exitosa función del espectáculo de títeres “Mishi Mushi y los ratones”, pieza original del dramaturgo y titiritero argentino Roberto Espina.
Radicada desde hace un puñado de años en España, la popular artista se encuentra en Lima -ciudad de sus orígenes- en donde cumple con un ciclo de presentaciones. Además de ofrecer talleres en la Asociación Cultural Camisa de Fuerza, la destacada titiritera brinda una temporada de presentaciones de las obras “Mishi Mushi y los ratones” y “Máxima protectora del agua”. Sobre estos y otros temas Lima en Escena charló con Ana Santa Cruz.
-Ana, acabas de ofrecer uno de tus espectáculos más populares en el Teatro de Naranjal, sala ubicada en Los Olivos, un distrito periférico. ¿Por qué es importante hacer teatro en estos barrios?
-Siempre trabajé en Lima Norte. A toda esta zona antes la llamábamos: Cono Norte. Cuando era estudiante del TUC visitaba está área con Willi Pinto de Maguey. En ese momento laboraba como su asistente. Desde esa etapa viene mi cercanía con el público de Lima Norte. Posteriormente, participé en la Fiesta Internacional de Teatro en Calles Abiertas – FITECA de Comas y otros proyectos similares en Carabayllo, Independencia, entre otros barrios populares ubicados por aquí.
-Descentralizar tu trabajo escénico implica cambiar de escenario. Salir del confort de una sala convencional.
-Lógico. Los artistas escénicos dejamos la habitual sala de teatro para tomar los espacios públicos: parques, calles, colegios, salas alternativas como el Teatro de Naranjal. Es una manera de llegar a los barrios diversos de la periferia. Uno sale del Centro histórico de Lima, de Miraflores, de Barranco, y los espacios teatrales convencionales se terminaron. En otros distritos no existen salas de teatro. ¿Qué hacemos los artistas escénicos frente a esta ausencia de salas? Simple: tomamos los espacios públicos.
– ¿Qué implica para ti trabajar en la periferia?
-Es vital, es importantísimo llevar el teatro al barrio. El público de estos sectores debe acceder a tu trabajo, a tus obras. Visitar las zonas periféricas de Lima nos permite otras posibilidades de acción. Para mí es significativo llegar a estos públicos. Es realmente gratificante. Los niños y los adultos interactúan con nosotros. Valoran las obras y tu trabajo. Aprendemos mutuamente a valorarnos.
-Ana, ¿cómo se inicia esta labor de titiritera?
-Mi trabajo con los títeres tiene años y etapas. La primera se concentra en el teatro familiar. De otro lado, hago teatro para niños, títeres para el público infantil. ¿Por qué? Porque es un medio laboral como cualquier otro. Es hacer un trabajo de tu agrado remunerado. En contraparte, los espectáculos para adultos, las obras de teatro convencional siempre te dan la sensación de trabajar por amor al arte. Es complicado llenar la sala y ganar por taquilla. Sin embargo, un espectáculo para niños lo puedes llevar a una escuela, a una casa. Tenemos más campo de acción. Me dedico al teatro para niños porque nuestro campo de acción es vasto.
– ¿El público infantil es el más exigente?
– ¡Totalmente! A los niños no les agrada la obra que les presentas y te lo dicen. Cuando una obra de teatro no es de su gusto los pequeños se levantan y se van. Es un enorme reto trabajar con ellos.
– ¿Qué hay más allá del gato, los ratones, los quesos?
– Temas de reflexión sobre la amistad, la solidaridad, el compartir… “Mishi Mushi y los ratones”, es una obra original del autor argentino Roberto Espina recientemente fallecido. El se hacía llamar “El viejo de las montañas”. Fue titiritero y dramaturgo. La dramaturgia de títeres es completamente distinta a la teatral. En el arte de los títeres se trabaja más las acciones. Poco texto. El maestro Espina es autor de obras para niños y adulto realmente geniales. Soy su admiradora.
– ¿Lo llegaste a conocer?
-Si, hace algunos años visitó Lima. Trabajé una de sus obras de títeres para adultos. Luego Leí el Gato y los ratones. La solicité y el me dio los derechos con firma incluida para trabajarla. Poner en escena sus obras es una manera de difundir sus piezas. Un tributo.
– Ana, qué más nos ofrece tu agenda.
-Actualmente, con Tomás Pombero, titiritero de Sevilla/España, cumplimos con una serie de presentaciones. En los Británicos presentamos el espectáculo “El nuevo traje del emperador”, montaje en donde Tomás actúa y quien te habla dirige. La dirección de un espectáculo de títeres te demanda responsabilidad. Este trabajo se presentó en España y en otros países más con éxito. Es un halago cumplir con las exigencias tanto del público como de las instituciones que nos invitan a sus escenarios. De otro lado, ambos ofrecemos talleres. En estos momentos estamos brindando talleres en el espacio Camisa de Fuerza. En diciembre viajaremos a Huancayo para participar en un festival. Nos invita Mercedes Verástegui. Iré con la obra “Máxima protectora del agua”. Este espectáculo es de estreno. Con “Máxima protectora del agua” ya nos presentamos en una serie de ciudades del interior del país y en Argentina.
– “Máxima protectora del agua” es un montaje que rompe con los habituales espectáculos de tu repertorio.
-Es de otra línea. Es una obra de corte ecológica, de defensa al medio ambiente. Nuestro objetivo con “Máxima protectora del agua” es hacer campaña con el tema del cuidado del planeta.
Sobre Ana San Cruz
Actriz egresada de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica de Lima (Perú). Funda su propia compañía Ana Santa Cruz, creando el espectáculo de títeres corporales “Revoltosas Manobritas”, estrenado en diciembre de 2009 en España, en la II Muestra Internacional de Titiriteros Solistas de Écija. En octubre de 2012 estrena su segundo espectáculo, “Mishi Mushi y los ratones” de Roberto Espina en el Centro Cultural Peruano-Británico de Lima. En abril de 2015 estrena en “La Gallina en el Diván” Sevilla, el espectáculo de títeres corporales “El teatro más pequeño del mundo”. Sus espectáculos han estado girando por diversos festivales de títeres y espacios teatrales de distintos países: España, Suiza, Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador…
Ana Santa Cruz se inicia como titiritera con el grupo de teatro de títeres Mi Casa Encantada junto a Claudia Sánchez. Más adelante comienza su trabajo junto a Antonio Quispe en la cía. Infinito Por Ciento. En el 2006 fue convocada a participar en la compañía La Santa Rodilla, donde ha desarrollado teatro de figuras y títeres corporales en la obra Manologías, bajo la dirección de Hugo Suárez. Ha asistido a festivales en Brasil, España, Francia, Rusia, Italia, Méjico, Portugal y Grecia.
En este último periodo del 2015 ha sido convocada como actriz en el montaje institucional por la Asociación de Artistas Aficionados de Lima para participar “En el jardín de Mónica”, de Sara Joffré. Dirección de Omar del Águila. En el 2016 dirige a la cía. Desguace teatro (España), la obra de títeres “El nuevo traje del Emperador». Fotos: Ana Santa Cruz.