¿Amamos Netflix?

Más allá de la expresión cliché, qué nos ofrece este modelo de consumo audiovisual del Siglo XXI

Por: Romina Paredes

Tod@s amamos Netflix. Suena a frase cliché de cualquier charla en una reunión de amigos, pero es una realidad para aquellos seres humanos que vivimos en zonas urbanas con acceso a Internet y amamos los contenidos audiovisuales: cine, series de televisión, entre otros. Aunque es la forma de consumir entretenimiento audiovisual en el siglo XXI, la popular plataforma de vídeo aún no está al alcance de todos.

Sin embargo, Netflix es el principal servicio de entretenimiento por internet en el mundo. Con una presencia que supera los 190 países, 148 millones de personas con membresías de pago rompió esquemas en la forma de consumir series de Tv, documentales y películas de género y en gran variedad de idiomas. ¿Pero cuáles fueron los habilitadores de su éxito?

Tecnología, Contenido y Disponibilidad

El éxito de Netflix es el modelo de negocio basado en la disponibilidad de gran variedad de contenido vía streaming gracias a una compleja infraestructura tecnológica que le permite gestionar modelos de big data para predecir lo que sus usuarios prefieren, abandonan o consumen de manera repetida.

También se ha dicho que Netflix afecta el negocio de las salas de cine, tv por cable, televisión abierta y en general el mundo del entretenimiento. Personalmente, no lo veo así.

Desde mi perspectiva tenemos momentos y situaciones de consumo diferentes que variarán de continente a continente. Puede haber traslapes, pero en países emergentes como el nuestro, contar con internet para acceder a servicios de streaming no es aún la realidad de la mayoría.

Más bien rescato los aspectos positivos… ¿Cuántas personas hubieran visto la película Roma de Cuarón, si ésta no hubiera estado disponible en Netflix? ¿Cómo podríamos ver hoy cine independiente, español, argentino? Al gigante estadounidense no lo regula ninguna ley de contenido, por eso podemos acceder sin límite de horario y de acuerdo a nuestras preferencias a series cuestionadoras o polémicas como Black Mirror o Bonding. En otras palabras: libertad de consumir lo que quieres cuando quieres.

¿Sueños de Gloria?

Sin embargo, con el éxito, la expansión y la rentabilidad, también llegan los sueños de gloria. Generar contenido y que pueda participar en festivales de cine parece haber sido la premisa de los directivos del gigante californiano. Y aquí, quien debe alinearse es Netflix. En plena polémica en la industria cinematográfica, el festival de cine alemán (The Berlin International Film Festival), Berlinale le abrió las puertas, no de forma incondicional pues le pidió que garantice por escrito que la película será exhibida en salas de cine al menos en algún país. El Festival francés de Cannes, por su parte, se niega a recibir a aquellos títulos concebidos como películas pero que no pasan por las pantallas de cine.

Finalmente, considero una buena decisión que Netflix genere contenido, pero si quiere participar de Festivales de Cine sus películas se tienen que estrenar primero en salas de cine. Quienes amamos este arte, no queremos que desfallezca en tanto los modelos de consumo de arte siguen evolucionando.

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Romina Paredes es experta en Marketing y Estrategia de Negocios con 25 años de experiencia. Sus últimos 18 años ha desarrollado su carrera en la industria de TI donde ha desempeñado diversos roles a nivel de América Latina. Actualmente es directora del portal de arte y cultura digital LIMA EN ESCENA. Es una apasionada del arte, las expresiones culturales y la historia. Ama escribir y viajar. Twitter: @rominaparedes Linkdin: www.linkedin.com/in/rominaparedes