En el país hace años se observa una fuerte contracampaña al enfoque de género por parte de grupos fundamentalistas que no han hecho más que mentir y pintar que se “homosexualiza a los niños”, refiere en la presente entrevista Alesia Lund, docente, diseñadora gráfica y creadora del proyecto educativo “Emma y yo”
¿Por qué es urgente contar con una educación con enfoque de género? Simple. Porque permitirá a niños, niñas y adolescentes ser conscientes de las desigualdades, cuestionar los estereotipos de género, los roles asignados y poder vivir una vida auténtica, respetando y valorando a todas las personas sin importar sexo, género, identidad, orientación, raza, clase, origen, religión, porque se les aprecia como iguales, señala la Alesia Lund, docente y activista por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y autora de «Las cosas por su nombre» (Planeta,2021), quien charló brevemente sobre el tema con Lima en Escena.
-Alesia, antes de centrarnos en tu título, ¿por qué es urgente que el sector educación en nuestro país cuente con una sólido, profundo e integral programa de enfoque de género?
-Un enfoque de género tratado de manera transversal en la currícula escolar hará que los niños y niñas crezcan conscientes de las desigualdades que se han dado históricamente en la sociedad y a la vez aprenderán a valorar la diversidad y a respetar al prójimo. Eso hará que a la larga la violencia de género disminuya, junto a la homofobia, el racismo, el machismo, entre otros.
– En materia de educación sexual aún somos un país que va en desventaja con otros de la Región. A las profesoras y profesores les cuesta hablar sobre sexualidad. Igualmente, a nuestras niñas y niños. ¿Por qué?
-Porque históricamente la sexualidad se ha pintado como un tema tabú. En el ámbito religioso (que sabemos tiene mucha influencia en nuestro país) se pinta la sexualidad como algo netamente reproductivo, y fuera de esto, es decir, el sexo por placer, como algo pecaminoso, prohibido. Eso hace que se esconda e invisibilice la sexualidad en toda su dimensión que, dicho sea de paso, va muchísimo más allá del acto sexual. La sexualidad es todo lo que somos, creemos, vivimos y expresamos como personas. Y si a los adultos se les hace difícil hablar de estos temas, así se les transmite y así es como los aprenden los niños y niñas. Justamente a lo que apuntamos con este proyecto es a desestigmatizar la sexualidad, normalizar este tipo de conversaciones para poder empoderarnos a través de la educación.
– ¿Cuáles consideras son los puntos que se deben trabajar o están pendientes por trabajar con respecto al enfoque de género?
-Para comenzar, su correcta aplicación. Creo que se debería empezar por capacitar a los adultos involucrados en el sector educación en la importancia de aplicar este enfoque. En el país hace años se vive una fuerte contracampaña al enfoque de género por parte de grupos fundamentalistas, que no han hecho más que mentir y pintar que se “homosexualiza a los niños” (como si eso fuera posible…) y que se les enseña sobre sexo anal… ya pues… deberíamos empezar por desmentir esas cosas.
-El punto más complicado, por lo menos en las escuelas públicas peruanas, es abordar el tema de la diversidad sexual que en tu libro esta explicado de manera sencilla y perfecta. ¿Por qué es complicado tocar este tema?
-Es complicado justamente porque hay mucha ignorancia alrededor de este tema. Y la gente le tiene miedo a lo que no conoce. Pero ya se ha demostrado una y otra vez que la diversidad sexual es un espectro, fuera de lo binario, fuera de lo heterosexual, y que toda la vida ha sido así, además. Que no es una enfermedad, que NO es una elección, simplemente son variedades del ser humano… y la educación es la única herramienta que tenemos para erradicar la discriminación.
¿Seguimos siendo una sociedad cucufata, atrasada en esta materia?
-Sí, y lo seguiremos siendo en medida que no se implemente una buena educación sexual en las escuelas. La educación es una apuesta a largo plazo, el cambio no se dará de la noche a la mañana. Es educar ahora para que en veinte años esos niños estén ya inmersos en el sistema y sean los próximos congresistas que legislen leyes eficaces en contra de la violencia de género y también inmersos en el sistema judicial para que no descarten casos de violencia porque a la víctima le gustaba la vida social o vestía un calzón rojo. Es a largo plazo, pero tenemos que empezar ya.
– ¿Qué te motivó a escribir Las cosas por su nombre?
-Soy mujer, mamá de una niña y un niño, soy feminista. Soy una fiel creyente de la educación como cambio social. Soy diseñadora gráfica e ilustradora. “Las cosas por su nombre” solo ha sido resultado de juntar todas estas partes de mi vida. Nace de querer educar a mis propios hijos en sexualidad para empoderarlos, para que aprendan a cuestionar todo lo impuesto en la sociedad, para que vivan su sexualidad de manera plena, consciente, protegida e informada. Para que sean seres libres y autónomos.
-Consideramos que esta guía de educación sexual integral debe ingresar urgente al plan lector… ¿Podría cristalizarse esta idea?
-Me encantaría, pero la verdad no sé cómo… Lo que este país necesita, para bajar sus altos índices de violencia sexual y de género, es educación sexual integral, acorde a nuestros tiempos, sin sesgos religiosos, que abarque no sólo lo biológico reproductivo, sino lo ético moral y social, emocional, etc… Si mi libro sirviera, pues yo feliz. De hecho, en mis redes vengo compartiendo material didáctico de manera gratuita desde hace un par de años, porque de eso se trata “Emma y yo”. El libro es simplemente la continuación de lo que empecé en el 2019.
Sobre Alesia
Es docente de Arte y Diseño, con dieciocho años de experiencia en nivel escolar y superior. Mamá feminista de Emma y Liam. Activista por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Creadora del proyecto de educación sexual integral Emma y Yo, que genera material didáctico para que adultos hablen de sexualidad con niñas, niños y adolescentes. Es una fiel creyente de la educación como herramientas para empoderar, crear conciencia y erradicar la desigualdad en la sociedad.