Creadora de la novísima librería Placeres Compulsivos, la primera librería física en el Perú con un catálogo estrictamente de escritoras mujeres de diversos países del globo nos cuenta cómo fue la aventura de abrir su cálido espacio librero en medio de la crisis sanitaria global
Lee libros desde niña. ¿Qué títulos lee? A autoras y autores diversos. Literatura clásica y moderna diversa. Hace algún tiempo formó clubes de lectura con el propósito de fomentar el diálogo sobre un libro determinado. En medio de estás pláticas se fascinó con las diferentes miradas sobre la historia de un título determinado. En medio de sus lecturas cotidianas, la pandemia global, decidió inaugurar en el distrito de Barranco la librería Placeres Compulsivos con el único objetivo de ofrecer libros de autoras mujeres. Así títulos de narrativa, poesía y ensayo escritos por mujeres se aprecian a lo largo y ancho de sus anaqueles que están en pleno abastecimiento. Al respecto charlamos con Verónica Villarán Bedoya.
-Verónica. Debe ser un reto enorme abrir una librería en plena coyuntura sanitaria global ¿no?
– ¡Si! Fue un enorme desafío. Si crear una empresa formal es retador por los trámites legales, administrativos que corresponden hacer, imagínate hacerlo en línea, de manera remota sin mirar a un funcionario que pueda ayudarte. Este sistema de hacer todo el papeleo online me aturdía. Asimismo, la remodelación del local que alquilamos en Barranco constituyó un reto porque en esta segunda ola se volvió a la cuarentena, al encierro. Hacer las compras de los insumos que se necesitaban en los negocios con aforo limitado fue igualmente complejo.
Lo que más me inquietó fue este conflicto de abrir una librería en tiempos en que muchísima gente perdió a sus seres queridos, su trabajo, sumergidos en una enorme inestabilidad y sobrevivencia. Me pregunté si el momento era propicio para dar este paso y abrir una librería en medio de la desesperación sin que se considere una decisión banal. Sin embargo, la positiva reacción de las personas a esta iniciativa me demostró que este tipo de noticias son las que dan esperanza, alegran el espíritu y nos brindan ilusiones.
– ¿Cuáles fueron las grandes motivaciones que te llevaron a concretar y poner en marcha este bello proyecto?
-Soy una lectora compulsiva. Me fascina leer y conversar con las personas sobre libros, sobre mis lecturas. Hace algún tiempo empecé a realizar clubes de lectura. Durante esta práctica se disfruta del diálogo con otras personas sobre un mismo título. Es enriquecedor apreciar las diferentes miradas en torno a la historia de un libro. En ese ínterin surgió la pregunta ¿por qué no abres una librería?
No lo pensé. Me decidí y la abrí. Me lancé a la piscina sin un planeamiento sobre este rubro de negocios. Sin estudios de marcado. Sin un plan de caja. ¡Una locura! Mis padres me apoyaron con un préstamo y mis hijos laboralmente. Tengo un trabajo que me permite poner en marcha este espacio con un ancla en tierra. Mi motor fue tener un espacio tranquilo para leer. La casa se presta para albergar una librería. No deseo que el público compre y se retire. Me gustaría que el público se pause, se detenga a leer y contemplar este bello panorama. Barranco se presta.
– ¿Por qué decides abrir una librería estrictamente sobre autoras mujeres?
– ¿Por qué focalizarnos en autoras mujeres? Porque contamos con muchísimas escritoras y no necesariamente se las conoce a todas. Hace un año conocí a la autora japonesa Yoko Ogawa. Me fascinó. Me abrió a la actual narrativa japonesa contemporánea. Ahora sigo a varias escritoras de ese país. Cuando empecé a investigar sobre los catálogos de libros y observé los desbalances que hay entre los títulos escritos por hombre y mujeres me golpeó. Comencé a explorar más sobre las obras de las autoras de narrativa, poesía, ensayo y llegué a libros bellísimos y con reseñas espectaculares. Me quedé sorprendida y me dije: “deseo esos libros”. Me provocó llenar mis estantes de libros con las obras de mujeres. Más allá del tema de sororidad esta el tema de reconocer las buenas obras escritas por escritoras.
-Podrías contarnos sobre el trabajo curatorial…
-Me llegaron los catálogos de las editoriales internacionales y las independientes. Algunos títulos me resultaron familiares. Virginia Woolf, Clarice Lispector y muchas más. A otras autoras no las conocía. Las empecé a investigar, informarme sobre sus libros, su vida, leer las reseñas de sus obras. Así trabajé la curaduría. Una a una. Poco a poco. A mi hija Abril le di la responsabilidad de la búsqueda, la investigación. Me sugirió a algunas autoras y las involucré en nuestro catálogo. En estos momentos seguimos en el proceso de curaduría enriqueciendo el catálogo.
– ¿Qué géneros podemos encontrar?
-En estos momentos la librería está organizada por orden alfabético. Por el apellido de las autoras en narrativa: novelas y cuentos. Asimismo, contamos con un estante de poesía y otro de no ficción o ensayo. La literatura LGTBQ+ tendrá su espacio propio. Espero una cantidad de títulos aún. Uno de nuestros proyectos a corto plazo es tener un espacio independiente de literatura oriental y africana. Gran parte de los títulos con los que cuenta la librería son de narrativa. Novelas, cuentos. Poesía reunida de autoras destacadas. Se fueron colando libros de no ficción. De ensayo, de crítica, de género. Deseo expandir sobre estos temas.
-Se encontrarán a autoras de la Región o internacionales…
-Me encantaría poder decir que no hay continente, no hay cultura o país que no esté representado. En fin. Por el momento tenemos a autoras de Asia, Oceanía, Europa, las Américas. Evidentemente no de todos los países. Mi búsqueda apunta a las diversidades culturales, geográficas, históricas. Mi brega por conseguir más africanas es explícita. Si alguien sabe del tema que me avise. Me interesan las voces africanas actuales. Asimismo, escritoras francesas, alemanas, españolas, norteamericanas, argentinas, mexicanas, entre otras. Tenemos diversidad. Entre clásicas, nuevas, pocos conocidas.
-Finalmente. ¿Cómo surgió tu vínculo con la lectura, con los libros?
-Mi vínculo con la literatura es desde siempre. Surgió en un tiempo del cual no tengo memoria. Leo desde chica. Mis recuerdos de infancia están vinculados a los libros. Alguna vez salió una colección de libros rojos y verdes de literatura. Se vendían una vez a la semana en el Quiosco de periódicos. Iba con mi papá a comprarlos. Cuando no los encontraba el señor del puesto me los guardaba cuando llegaban. Leo mucho. Presto libros. Regalo libros. Me fascina leer un libro que me permite mirar al cielo, los que me estremecen, me conmueven. Soy una lectora compulsiva y me agrada compartir mis libros así no me lo devuelvan. La idea es compartir tus lecturas.
Verónica Villarán, la tercera del grupo con su equipo de trabajo
Sobre Verónica Villarán Bedoya
Psicóloga social, dedicada a la investigación en temas educativos desde hace más de 25 años. Lectora compulsiva y amante de la buena conversación sobre libros. Creó Placeres Compulsivos, la primera librería física en el Perú con un catálogo dedicado a escritoras mujeres. Verónica ha hecho una delicada curaduría del catálogo de su librería con la convicción de que hay buenas y diversas escritoras que no son ni han sido reconocidas y que merecen ser leídas. La apoyan en este innovador proyecto sus hijas Abril y Ale y su hijo Adrián.