Inspirado en niños que enseñan y en grandes que quieren aprender
Este libro que recientemente publicó Pesopluma reúne cuarenta cuentos y cuarenta personajes que narran sus experiencias durante la cuarentena… pero también mucho más que eso. La pandemia mundial y el confinamiento en el Perú son un pretexto para abordar temas que nos interpelan como sociedad: el bullying, nuestra responsabilidad con el medio ambiente, la discriminación, la igualdad de género, el racismo, la salud mental, entre muchos otros. Temas complejos para los pequeños, pero también para los adultos, que encontrarán en estas páginas una ventana para observarlos y entenderlos mejor. Una ventana como espejo de nosotros mismos y de la sociedad que construimos juntos.
A través de las historias de protagonistas fantásticos como Batboy, Lichi jardinera, Enrico rey, Mara morena, Dad Queen, Jacinto el toro informado, Cleta la bici quieta y otros, Rómulo Franco Ruiz-Bravo y Daniel Sacroisky nos recuerdan que hay un mundo allá afuera —y otro dentro de nosotros— que convendría cuidar mejor si queremos generar un cambio. Un cambio real para nosotros, nuestros padres, amigos e hijos; un cambio hacia una convivencia más amable y por fin sostenible. Un cambio que coloque la realidad a la altura de nuestros sueños.
«Niñas y niños encerrados que asombran a sus padres, padres asombrados que escriben y dibujan lo que esos niñas y niños les han contado. Escrito en plena pandemia, este es un libro para leerle a nuestros hijos, y para leernos como sociedad. Con él, Rómulo y Daniel nos recuerdan que las historias siguen siendo la mejor manera de compartir aprendizajes y que, si queremos transformar al mundo, debemos recuperar esa mirada. La que nace de la inocencia infantil. La que interroga, cuestiona, sorprende y, sobre todo, propone». Gustavo Rodríguez
Sobre los autores
Rómulo Franco Ruiz-Bravo (Lima, 1980) es comunicador audiovisual de la Pontificia Universidad Católica del Perú. En 2016 inició su camino como artista plástico, y en 2018 creó @fauvsto, seudónimo con el que expuso su primera muestra individual, titulada Criaturas. Durante la cuarentena, Rómulo sembró frijoles, pasó todos los niveles de Mario Bros., le puso nombre a muchos árboles, desempolvó un viejo cuaderno y se le ocurrió que, detrás de sus criaturas, había historias que contar. Este libro está dedicado a su hijo, Ramiro Franco Argüelles, por los intensos colores que le hizo descubrir; y a Gonzalo Portocarrero, por las letras que escribieron el camino hacia este libro.
Daniel Sacroisky (Buenos Aires, 1981) es publicista de profesión, pero cuenta con varios lados B, C y D: ha publicado dos libros de humor gráfico (Reírse es Kosher y No tan Kosher), es autor del proyecto gráfico-literario @postsdedicados, dicta talleres de escritura creativa y también es músico. Durante la cuarentena, Sacro tocó la guitarra en la terraza para los vecinos, hizo gimnasia y cocinó pizzas de plastilina con su hijo. Y, por supuesto, preparó este libro, dedicado justamente a su primogénito, Tiago Sacroisky Boza, quien ha inspirado varios de estos relatos. También aprovecha para decirle que ni se le ocurra pedir regalías por eso.