Los libros de La Purita Carne, sello de la editorial Madrépora, los encuentran en La Independiente (stand 55) y en la librería Lancom (stand 48). Fotos: Rosana López Cubas
Poeta, performer, gestora editorial y cultural, fundadora de la Collera, colectiva de creadoras feministas y directora de Madrépora editorial, desde hace algunos años Rocío Fuentes labora también en el sector editorial independiente. Lo suficiente como para saber los pros y los contras de este nicho en crecimiento. Empapada sobre este tema y ante la continua invisibilización de las escritoras peruanas en un sin número de actividades literarias y frente a las dificultades para publicar sus obras, decide poner en marcha su propia editorial con el objetivo de acompañar, visibilizar y publicar a las poetas peruanas.
Justamente, Lima en Escena charló con la también activista feminista, quien nos ofrece una retrospectiva de su labor como editora.
-Rocío, ¿cómo decides abrir una editorial independiente en un segmento tan complicado, difícil y competitivo?
-Vengo del campo de la literatura. Estudié literatura. Leía mis poemas en recitales, en presentaciones de eventos literarios. Publiqué mi primer libro el 2005 en una editorial independiente. En ese transitar por la universidad y las actividades literarias comencé a compartir espacios con editoriales independientes. Cuando empezó Estruendomudo vendía sus libros en las ferias. Fui una de las primeras “chicas estruendo”. Mi relación con el público era de manera directa. Álvaro Lasso -recuerdo- me autorizó vender mis propios libros. Así empezó mi relación con las ventas, el público y el sector editorial independiente. También trabajo con Polifonía Editora en temas referidos a la producción, marketing y prensa.
Posteriormente, dejé la actividad. Al poco tiempo volví al sector y empiezo en la Cámara Peruana del Libro. Aquí comencé a laborar en el proyecto denominado “La internacionalización del libro peruano” en donde nos focalizamos a construir un catálogo bibliodiverso en el cual figuren las editoriales grandes y pequeñas. Contar con la presencia de las editoriales y los títulos para generar lectores y fomentar un mercado. También formé parte de la FIL. Organizábamos las jornadas profesionales. En suma, viendo todo el ecosistema.
-Todo este itinerario, esta cercanía con el sector te llevó a crear tu propia editorial independiente.
– ¡Claro! Siempre pensé en reunir -en algún momento- todos los recursos para constituir mi propia editorial. Pasó lo de la pandemia y me despidieron, junto a un gran equipo, de la Cámara Peruana del Libro. Con el fondo de la AFP decidí abrir la editorial. Empecé en este pequeño emprendimiento junto a mi esposo, Carlos Estela, que es poeta, editor y profesor. Decidimos volcar en nuestro propio negocio todo lo aprendido. Incluso mi labor de activista lo puse en marcha en esta tarea editorial. Igualmente, con La purita carne, proyecto que surgió en el año 2010, en complicidad con Gabriela Ibáñez y Claudia La Hoz, con el objetivo de visibilizar y acompañar a las voces de las mujeres poetas.
– ¿Qué es lo más negativo del ámbito literario local?
-La escasa presencia de las escritoras en mesa de actividades vinculada al rubro. Me cansé de participar en actividades literarias en donde era la única mujer invitada en una mesa de 6 y hasta de 10 autores hombres. Cómo es posible una mesa en donde solo participe una poeta cuando contamos con un sin número de escritoras mujeres. Absurdo ¿no? ¿Por qué pasamos por todo esto las autoras? Obvio, seguimos, continuamos en un sistema radicalmente machista, patriarcal cuyas estructuras de dominación están perennizadas. Y, aunque no lo queramos, estamos en una cultura de dominadas y dominados. Así es el sistema.
-Madrépora editorial surgió para acompañar y visibilizar a las mujeres poetas por estas ausencias en eventos del sector…
-Armé este proyecto para reunir e invitar a las compañeras poetas a leer, pero sobre todo para acompañarlas, para visibilizarlas. Asimismo, invité a las artistas visuales, escénicas, a las cantautoras. Empezamos a hacer performances y otras actividades con la Purita Carne. Para mi todo esto fue y es significativo. Y, precisamente el nombre constituye rebeldía. De La Purita Carne se desprende el sello Madrépora Editorial cuyo primer trabajo es una colección de poesía.
-Háblanos de esta colección.
-A esta colección de poesía decido llamar La trenza porque justamente la idea es reflejar como nos sostenemos entre nosotras, como podemos amalgamar sin perder la identidad. Cada hebra tiene su propia personalidad en esta trenza. Respetamos nuestras voces, nuestras miradas. En esta colección convoqué a un grupo de poetas con trayectoria. Sin embargo, debemos reconocer que pese a la trayectoria obtenida algunas compañeras no tienen libros publicados.
-Volvamos al surgimiento de tu editorial.
-La editorial nace en una coyuntura de desempleo post COVID. Esto sucedió en el 2021 en una situación extrema. Prácticamente me tiré a nadar a contracorriente. Lo mismo les sucedió a otras compañeras que contaban con proyectos similares. Las situaciones extremas nos convocan a la vida. Estábamos listas para decir aquí estamos y tenemos mucho que dar para enfrentar la vida. Agradezco a mis autoras por la confianza y la posibilidad de abrir este espacio. Es una editorial donde no existe una jerarquía de editor a autor. Por lo menos lo intento. Por mi parte, trato de generar relaciones, un vínculo. Es más, con algunas de las poetas tengo una relación de amistad o de compañerismo de algunos años.
– ¿Qué nos puedes decir de tus autoras?
-Si bien la poética de cada una de ellas es distinta tienen en común el tema de la experiencia de vida. Todas son mujeres resilientes. Todas dieron batalla en difíciles situaciones generadas por la vida. Asuntos absolutamente complicados. Todo esto significó la necesidad de rebelarse y no dejar de escribir, de crear. Esta potencia de sus voces, en sus espacios personales, creativos, logaron crear su propia trinchera.
– ¿Qué proyectos tienes en camino?
-Se suma a nuestro catálogo el nuevo título de la poeta Karina Valcárcel, quien nos ofrecerá un poemario el cual lo trabajó desde su espacio personal, desde su labor de madre de unos mellizos bellos. Este proyecto es plástico dado que además de autora y periodista, ella es una artista visual. En medio de todo este trabajo surgieron proyectos hermosos como el libro “Amores marginales”. Cuentos eróticos para ser escuchados, libro multiformato de Leny Luna Victoria y María del Carmen Sirvas. Ambas son actrices y escriben literatura erótica. Este audio libro fue recibido con cariño por parte del público y los medios. Viene también otro libro retador por el lenguaje del mismo. Me refiero a los “Archivos impostores”, un título de Karen Bernedo y Carlos Risco. Un proyecto sobre portadas periodísticas inventadas. Ellos toman este formato de periódico e inventan titulares sobre hechos reales en donde las mujeres eran las protagonistas, pero lamentablemente no eran visibilizadas en la prensa como un hecho o acontecimiento.
-¿Presentarán algún título de estreno en la FIL 2023?
-Tendremos la presentación de nuestra novedad “Archivos Impostores: Recuperación de la historia y memoria de las mujeres peruanas”, el domingo 6 de agosto a las 8:00 p.m., en el auditorio Clorinda Matto. Participaran los autores Karen Bernedo y Carlos Eduardo Risco, además nos acompañará la periodista Katherine Subirana. Es un evento con el apoyo de la Librería Lancom y la publicación es gracias a los fondos concursantes de los Estímulos Económicos del Ministerio de Cultura.
-Permíteme pasar a otro tema antes de culminar. En Lima se concentra un buen número de editoriales independientes las cuales no necesariamente son inclusivas.
-Así es. El sector en general hace el intento de ser inclusivo con las autoras de regiones principalmente. Hacen el intento, sin embargo, falta mirarnos los unos a los otros como compañeros de ruta y no como competencia. ¿Por qué? Porque el mercado editorial necesita de ese engranaje para sostenernos sino desaparecemos. Si entendiéramos mejor el espíritu de compañerismo, de cooperativismo podríamos alcanzar una representación más sólida, más dinámica para el sector.
-Como las editoriales independientes españolas, mexicanas, las cuales están organizadas.
-Claro… Las editoriales independientes de estos países tienen poder y voz. En Chile, por ejemplo, el festival La Furia, es un evento que aglutina a las editoriales independientes y le exigente al Estado el acompañamiento. Ellos son, quienes producen La Furia y solicitan inversión a su gobierno.
Sobre Rocío Fuentes
Es poeta, performer, editora y gestora cultural. Ha realizado estudios de Literatura, Comunicaciones, Marketing Digital y Gestión Cultural. Ha conducido y producido programas culturales para radio como Radiópolis, Historias que contar (Radio Nacional) y Achoradas, podcast feminista (Collera). Se ha desarrollado como coordinadora de proyectos y gestión cultural de la Cámara Peruana del Libro, ha llevado adelante el proyecto “Internacionalización del libro peruano” y ha coordinado de las Jornadas Profesionales de la FIL Lima (2017 – 2020). Es co-fundadora de Collera, colectiva de creadoras feministas de arte acción para el espacio público y directora de Madrépora editorial.