Radio del Sur celebra 25 años de servicio a la comunidad

Publicista, periodista y locutor emblemático, el Primo Koko, su director, lleva adelante esta original y pujante estación de radio de Lurín.

En tiempos en que nuestras emisoras radiales se han convertido en vertedero de las más desafortunadas expresiones por parte de quienes están al frente de un micrófono, encontrar una radio con responsabilidad social exactamente como un oasis en el desierto. Y vaya que sí es cierto.

Ubicada en una loma rodeada de arenales en la entrada de Villa Alejandro en el distrito de Lurín, Radio del Sur (91.5 FM) deja ver, orgullosa ella, la imponente antena que trasmite la ayuda, el esparcimiento y la música que tanta falta nos hace. Eduardo Urbina, ampliamente conocido en el mundo de la radio como el ‘Primo Koko’, está al frente de la emisora desde hace 15 años, aunque tiene 25 de fundada.

“La tenemos como una radio con responsabilidad social, que cumple con el papel de educar, dar valores y ayudar a la gente. Me atrevo a decir que es el único proyecto en el Perú que presenta un auténtica labor de responsabilidad social”, dice. El ‘Primo Koko’ es una voz autorizada para dar sus impresiones sobre la función que actualmente la radio cumple en nuestro medio: “El locutor, una vez que empieza a ganar nombre, se dedica a hacer eventos y se olvida del oyente que pasa a un segundo plano, cuando la idea es que el locutor debe convertirse en un vehículo de ayuda” precisa.

Y es que Radio del Sur se ha convertido en punto de auxilio para quienes están en situación de apuro, como por ejemplo Elmer, quien vino del Vraem y pudo someterse a una costosa operación gracias a las gestiones que la estación radial hizo en el SIS. “Este tipo de cosas las hacemos con gusto porque la radio debe de tener sensibilidad, y si no la tiene ¿de qué comunicación estamos hablando?”

Sobre las nuevas generaciones de locutores, Urbina tiene una apreciación muy personal, por eso no dudamos en preguntarle su opinión sobre la desafortunada frase vertida hace unos días en una emisora local, por un inexperto conductor a frente de un micrófono: “Conociendo a los dueños de la radio, esa persona ya debe estar fuera. ¿Cómo es posible que en un país con altos índices de violencia contra la mujer tengamos a un comunicador que se sume a esta lista? se pregunta.

Le pedimos un comentario sobre la evolución que ha tenido el mercado radial en los últimos años y esta es su respuesta: “Lamentablemente ésta (la evolución) se ha dado en el aspecto técnico, pero cada vez hay menos participación del locutor en la conducción de los programas. Antes existía el operador que programaba las canciones o se ponían al aire cuando un oyente las pedía por teléfono, el locutor las presentaba, se explayaba; ahora se habla cada tres canciones, lo menos posible, y los temas se programan de manera automática sin tener en cuenta al oyente”.

Publicista, periodista, maestro de ceremonias y locutor, el Primo Koko fue creador de inolvidables programas y frases emblemáticas que marcaron su paso por varias cabinas del espectro radial: La Hora del Lonchecito (Radiomar) y La única AM que hace temblar a la FM (R 700 la Grande), entre otras.

El sobrenombre de ‘Koko’ le viene porque era ‘chancón’ y estudioso en el colegio, y el de ‘Primo’ porque había un locutor americano que se hacía llamar ‘Tío’, entonces él quiso marcar la diferencia bautizándose como el inolvidable ‘Primo Koko’.

Ahora, desde las cabinas de Radio del Sur acuña diariamente los slogans ‘Una radio fácil de escuchar’ y ‘Única con responsabilidad social en el Perú’. Lo podemos escuchar todas las mañanas de 8.00 am a 9.00 am en ‘Café con Leche’. Koko nos sorprende también los domingos de 10.00 pm a 12.00 pm por Radio Exitosa en su emblemático espacio ‘Exitosos del Volante’ en cadena con Radio del Sur, en donde se ha convertido en vocero natural de la campaña civil ‘Maneja Bien’ que busca educar a quienes están al frente del volante para prevenir accidentes de tránsito.

En el referido espacio brinda consejos, asesoría y educación vial a quienes tienen la gran responsabilidad de estar al frente de un volante transportando vidas humanas. Todo un reto. 29 obras entre pinturas y esculturas están colocadas en puntos estratégicos del hotel dinamizando la forma de apreciarlas