Primera exposición individual de la artista peruana en la Galería del Paseo / Lima, curada por Élida Román, muestra obras realizadas por la artista durante los meses de cuarentena en Perú, después de regresar de Londres donde realizó una residencia invitada por el Centro Santo Domingo de Excelencia para la Investigación Latinoamericana en el Museo Británico. La exposición podrá ser visitada por el público del 18 de agosto al 19 de septiembre, a través de nuestro nuevo Viewing Room y/o previa cita y bajo estrictos protocolos de bioseguridad. Las citas se reservarán con un mínimo de un día de anticipación escribiendo al correo [email protected], de lunes a viernes en los siguientes horarios: de 12 a 2 pm y de 3 a 7 pm.
En La luz de la oscuridad, Apaza comparte un testimonio visual de los tiempos de incertidumbre, duda y obstinación, resistiéndose a someter su sensibilidad, y encontrando un posible significado y esperanza a través de la persistencia de la imagen y la fragilidad de las palabras. La exposición consiste en una serie de obras construidas a través de un eje visual – semilla, huevo, árbol, flor – cada una de las cuales lleva una carga simbólica y una expresión poética de carácter íntimo y meditativo. En su obra predomina la técnica del bordado sobre lienzo, complementada por breves poemas escritos por ella. Es importante mencionar, y un punto de partida de las obras antes mencionadas, la serie «La causa, la raíz», conjunto de ocho obras bordadas con diseños de mapas urbanos que albergan inscripciones contundentes de segregación y marginación, sentimientos aún más evidentes en tiempos de crisis sanitaria.
Sobre la artista:
Nereida Apaza (Arequipa, 1979) egresada de la Escuela de Arte Carlos Baca Flor. Su propuesta se presenta a través de diversas técnicas como la escultura, cuadernos de artista, video arte, pintura y grabado. Entre sus exposiciones individuales destacan “Vivir” en el C.C. Peruano Norteamericano (2019), “El tiempo es un mito” en el CC. Chaves de la Rosa (Arequipa 2018), y “El Fuego de los niños” en el Museo del Convento Santo Domingo-Qoricancha (Cusco 2010). Su cortometraje en animación “Historia Secreta” resultó uno de los ganadores en el concurso de obras experimentales de la DAFO (2019). Obtuvo el primer premio en el concurso nacional de pintura del Banco Central de Reserva del Perú (2012), entre otros reconocimientos. En el 2019 realizó una residencia en Londres invitada por el Centro Santo Domingo de Excelencia para la Investigación Latinoamericana del Museo Británico.
Nereida Apaza
La luz de la oscuridad
Simbólico, narrativamente poético, metafórico y melancólico, nostálgico y contestatario, interrogativo y al mismo tiempo asertivo, instrumentalizado al modo de las expresiones infantiles y sin embargo maduro y doliente como la vivencia adulta, La luz de la oscuridad reúne varias series de trabajo visual y expresión poética que Nereida Apaza ofrece como testimonio vivencial de estos tiempos de desconcierto, anhelos, dudas y tristezas, resistiéndose a someter la sensibilidad a pesar del desasosiego y encontrando un sentido posible y una esperanza casi oculta a través de la persistencia de la imagen y la fragilidad de la palabra.
Se trata de series abiertas desarrolladas a través de un eje visual – huevo, semilla, árbol, flor – cada uno de los cuales conlleva una carga simbólica silenciosa pero fácilmente sentida. El origen, albergado en el huevo y la semilla; la permanencia en el tronco que muestra las estrías del tiempo y la resistencia terca para subsistir; la flor que proclama vida y anticipa la continuidad del ciclo.
La opción material por el bordado, torpe y esforzado, eludiendo imitar la línea segura del grafito quizás para subrayar el gesto de la artesanía dedicada, proveen a estas obras un carácter personal, privado y único. Imágenes complementadas por poemas breves y circunscritos a espacios limitados y también concisos.
A la proclama de la impotencia, el dolor y la angustia, se contrapone ese deseo de luz tan explícito en el pequeño barco a vela que surca la línea del huevo alegórico o las aves que muestran la libertad en su vuelo abierto.
Especial mención merece la serie “La causa, la raíz”, donde la autora recurre a los diseños semejantes a planos urbanos, donde esta suerte de osamenta desarticulada y reunida al azar, lleva consigo inscripciones rotundas mostrando la segregación, la marginación y al mismo tiempo la inevitabilidad del compartir.
Mérito de una propuesta lograda donde el autor filtra y carga al mismo tiempo no solo su propia vivencia, su experiencia, sino transmite sentimientos compartidos, con ausencia de retóricas o discursos forzados. Solo ofreciendo su tarea de artista sincera.
Élida Román Agosto 2020