Antes de cruzar el charco y llegar hasta Mallorca, Islas Baleares, España, donde actualmente reside, la artista visual Milagros Bentín, realizó una serie de exposiciones colectivas e individuales en su país natal: Perú. Asimismo, sus obras se encuentran en colecciones públicas y privadas. Justamente, para charlar sobre su actual trabajo artístico, Lima en Escena contactó con ella, quien nos informó sobre su labor como artista.
-Milagros, artísticamente navegas entre la pintura y el trabajo textil. No sabemos de ti desde antes de la pandemia global. ¿Qué pasó con tu trabajo artístico en todo este tiempo?
– El encierro fue todo un episodio. Viajé a Bolivia para preparar una muestra bipersonal con una artista boliviana. Trabajamos juntas en otras oportunidades haciendo la parte conceptual de su trabajo. En cuanto llegué ella contaba con una propuesta para realizar una muestra interesante. En esta exhibición se debía hablar de cinco generaciones vivas de mujeres bolivianas. Trabajar con ella este proyecto me pareció fascinante y como es lógico me pidió que me quede unos días lo cual acepté. Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. Me quedé en Bolivia y me sentí como de la familia en la casa de mi amiga artista. Todos los días, mi familia y quien te habla hacíamos una video llamada a las doce y nos tomábamos una cerveza a la distancia, esto ayudaba mucho, a los dos meses mas o menos le pedí permiso a la familia para tener un gato, cosa que aceptaron. Así llegó a mi vida Ramsés. Sentí que el ocuparme de este gatito simbolizaba ocuparme de los míos. Después de cuatro meses regresamos los dos.
-Ahora te encuentras en España. ¿Qué implica este cambio en tu labor creativa?
-Pues sí, me encuentro fuera del país, vine a vivir a un pueblito, en una isla en el medio del mar. Personalmente esta experiencia es realmente gratificante. Es un cambio radical en mi vida, es el tener que ordenarme para poder trabajar. Este proceso de ordenarme es todo un reto, pero ahí voy. Vivir la vida de pueblo es algo en lo que nunca había pensado. Costitx, es un pueblito medieval en donde todos se conocen. El año pasado, en el bar de este poblado comentaron que soy artista y me pidieron hacer las nubes para el Belén de la iglesia. Terminé trabajando en el Belén todos los días restaurando casitas, retocando piezas, haciendo sembríos de coles, arbolitos, entre otros. Me dieron “las llaves de la iglesia”, todo un honor. En cuanto a mi proceso creativo, mi maestro y mentor José Luis Arbulú, me dijo “no te preocupes si no estás produciendo obras. Lo que haces ahora es acumular información que se verá reflejada en tu próximo trabajo”. Sus palabras me dieron tranquilidad. Asumí que en algún momento iba a trabajar en mis proyectos artísticos y en eso estoy.
-Hace algún tiempo observé en tu cuenta personal que ofrecerías un taller en tu actual casa lo cual nos alegró este retomar de tu actividad artística. Qué importancia tiene en tu cotidiano la pintura, lo textil, los objetos…
-Vivo a las afueras de mi pueblo, se llega caminando, pero estoy en el campo, tengo dos perros y cuatro gatas, lo primero que hago en el día es darles de comer, limpiar la casa y de ahí al taller. Después cocino y por la tarde de nuevo al taller. El tema de ordenarme todavía no lo manejo bien. En este momento estudio un máster de ilustración digital en línea. Aún no encuentro el espacio para dedicarme a esta especialidad, por ahí toca el día de lavar o de hacer una limpieza a fondo y así, vida simple, cuando salimos me pongo la ropa dominguera. Son cosas que nunca me imaginé iba a disfrutar: “las cosas simples de la vida”.
– ¿Qué haces en estos momentos? ¿Qué temáticas asaltan tu creatividad, por ejemplo?
-El navegar entre la pintura y el trabajo textil llegó a buen puerto. Después de muchos años logré reunir proyectos y unir ambas pasiones: la pintura y lo textil. Llegué a crear una técnica en la cual uso pintura acrílica que después de un proceso la llevo al telar donde literalmente tejo la pintura. Esta técnica es el fruto de la pieza final de la muestra Fragmentaciones en la galería Fórum (2018). La primera vez que usé esta técnica fue a modo de performance en la misma muestra.
-Además de la pintura y lo textil trabajas con otros elementos…
-En mis trabajos de ahora únicamente uso pintura, hilos y mi telar. Siempre estoy abierta a ver qué técnica puedo usar según el lenguaje que tenga que transmitir. Hace un mes me invitaron a realizar las piezas para “Akiro”, un restaurante en Madrid. Los socios, Lucas, Faisal y Luis me dieron las paredes y yo las vesti. Hice el tapiz “Paisaje”, una pintura en seda natural “Montaña” y finalmente un tejido de cuerdas y nudos, una forma de sintetizar el quipu.
– ¿Cómo surgió tu vínculo con lo textil, con lo ancestral?
-Desde niña tuve la suerte de poder ver el trabajo textil y orfebre de las culturas precolombinas ya que tuve acceso a algunas colecciones tanto privadas como públicas. De alguna manera esas representaciones surrealistas con expresivo simplismo quedaron retenidas en mi memoria, aparecían en todos mis proyectos de forma espontánea. Al buscar e investigar el porqué de esta atracción, encontré coincidencias artísticas con el arte moderno, con obras de artistas que han sido mis referentes: Paul Klee, Agnes Martin y Marck Rothko. Es ahí donde nace otra interrogante ¿con qué criterios podría comparar estas coincidencias? El primero, la forma visual e iconográfica; el segundo, el aspecto filosófico y humanístico de acuerdo al entorno social, político, económico y religioso de las épocas.
– ¿Qué papel juega nuestra cultura oral llegado el momento de crear?
-Todo lo acumulado durante años, toda esa información de formas, colores, sonidos y sabores están ahí, de alguna manera solo se desliza de mi mente, de mi memoria, de mis recuerdos a mis manos y ellas hacen lo demás.
Sobre la artista
Milagros Bentín nace en Lima, Perú en 1966. Estudió Diseño Gráfico en I.S.T. Montemar (1987-1989) casa de estudios en donde obtiene el grado de profesional técnico en artes gráficas. Posteriormente, estudia Artes Visuales en la Escuela de Artes Visuales Corriente Alterna (2009-2013) Lima, Perú. Egresa de la carrera con medalla de plata. Ha participado en exposiciones grupales e individuales de pintura en Perú y el extranjero. Su obra se encuentra en colecciones tanto públicas como privadas. Recientemente la artista monta su taller en Mallorca, Islas Baleares, España, donde reside.