Mariana Libertad: “Los reclamos de Virginia Woolf siguen vigentes”

 

“Virginia Woolf. La Extrañamos siempre”, es una de las mesas de diálogo que se llevará a cabo en la 26ª Feria Internacional del Libro de Lima – FIL LIMA, este domingo 24 de julio a las 8:00 p.m., en el auditorio Abraham Valdelomar. El conversatorio reunirá a Vania Ninoshka Sánchez (promotora de lectura), Romina Silman (promotora de lectura y escritora), Mariana Libertad (académica y escritora) y Katherine Subirana (periodista y bibliófila).

Lima en Escena charló con la académica y escritora Mariana Libertad, quien nos ofreció algunos alcances sobre Virginia Woolf

La escritora Virginia Woolf, en 1931. Colección de la Librería de Houghton

La importancia de la autonomía económica femenina

-Es imposible pensar en todas las cosas que legó Virginia Woolf al pensamiento feminista, aunque quizás uno de los elementos que más se recuerdan de su obra es la importancia de la autonomía económica femenina. Si cada mujer se dedica solo al trabajo no remunerado de cuidado y atención de la familia, nunca podrá reclamar no construir un lugar desde donde pronunciarse. Como bien decía, las mujeres fuimos “expulsadas del universo” y la única manera de volver a inscribirnos en el imaginario pasa por tener las condiciones materiales que permitan crear y creer en un discurso propio.

Las olas, uno de sus títulos más experimentales

Las olas es, sin duda, un experimento importante dentro de la literatura universal. La imposibilidad de comunicación en el período interbélico y la representación en su doble acepción, como volver a presentar y como hablar en nombre del otro, se manifiestan de manera magistral en este texto. Los cuentos son increíbles, hay dos que me resultan particularmente interesantes: “La mujer en el espejo” y “El extraño caso de la señorita V.”, en ambos se problematiza la muy extendida concepción de la mujer como una entelequia inmutable y se recuerda que somos seres sociales, sujetos de cambios, tensiones y contradicciones.

Una habitación propia, un texto que toda mujer que escribe debe leer

-Es la refutación de que naturalmente estamos menos capacitadas para hablar o para escribir y, sobre todo, de que las ideas o las experiencias femeninas son particulares, mientras que la experiencia del hombre es universal. Por otro lado, recuerda que muchas veces se estigmatizó y se patologizó a las mujeres escritoras y dice que eventualmente correr el riego de parecer un monstruo pensar y decir por cuenta propia es importante, para dejar registro de la existencia de una parte considerable de la humanidad. Es importantísimo, además, ver cómo construye una genealogía de mujeres escritoras en la que están voces como Jean Austin o las hermanas Brontë, que, si bien se escondieron detrás de un seudónimo, consiguieron vencer todos los prejuicios de género y reforzar su voz.

Los reclamos de Virginia Woolf, lamentablemente, siguen vigentes.

-Vemos con más frecuencia de la deseable, concursos literarios en los que todos los miembros del jurado son hombres, antologías en las que los nombres femeninos son menos del 10% y textos panorámicos en los que se omiten los nombres de mujeres que escribieron en el mismo período o con la misma estética que se quiere sistematizar. Vemos cómo, por ejemplo, en el estudio de las novelas de la Revolución mexicana, se pasan por alto las obras de Magdalena Mondragón, Consuelo Delgado, Rosa de Castaño o María Luisa Ocampo o cómo se habla de lo Real maravilloso americano sin mencionar a Elena Garro. Virginia dejó claro que la exclusión obedecía solamente a razones políticas, por eso es bueno volver sobre ella cada cierto tiempo y darnos cuenta de que los pretextos usados para la exclusión se han repetido hasta el agotamiento en la historia.