La reconocida activista, poeta, psicóloga y gestora cultural Lourdes Aparición nos habla sobre su poemario Apacheta (Hipatia Ediciones, 2021), por el cual recibió recientemente la mención especial en poesía del Premio Nacional de Literatura 2023. Fotos: Rosana López Cubas
Apacheta, de Lourdes Aparición, esgrime una poesía abiertamente social en la que manifiesta su condición de mujer beligerante en defensa de su género. Bajo un dolido lirismo vuelve a tocar el recurrente tema del retorno al hogar, que bien podría interpretarse como el regreso a la lengua quechua y a la casa de la evanescente poesía. Es un canto en el que la piedra es la imagen de un conjuro para proteger caminos hacia una nueva concepción de la mujer, señala el escritor Alberto Alarcón.
-Lourdes, Apacheta es un poemario fundamentalmente social, político. Haces un paneo sobre los quehaceres cotidianos de las mujeres migrantes, de las trabajadoras…
-Todos los poemas de Apacheta hablan sobre mí. Básicamente, es mi historia. Es la historia de las mujeres que me antecedieron. Es la historia de mi madre, de mis tías, de mis primas. En suma, es la historia de toda mujer migrante. Mujeres que abandonan sus lugares de origen por construir un sueño, sus sueños. En las regiones del país las oportunidades son mínimas. Mis ancestras han muerto sin saber escribir, sin saber leer. Desde niñas nos enseñan que nuestro lugar es la cocina. De mi generación soy la primera mujer en tener una carrera profesional y esto te da una idea de la cruda realidad que viven las y los jóvenes de regiones.
-Lo reivindicativo es también un tema latente en Apacheta, ¿no?
-¡Así es! A través de mi poética busco reivindicar a las mujeres que tienen metas, sueños, más allá de ser objetos de la casa, de dedicarse a la cocina, al hogar, más allá de esa vida que automáticamente nos desaparecen.
-Al leer tu poética siento que estamos ante un ajuste de cuentas con un país absolutamente colonial, segregador, racista, violador…
– ¡Claro! La violencia de género se ha normalizado significativamente en los pueblos y comunidades de las diferentes regiones del país. Esta problemática también se refleja en el rol de las mujeres en la sociedad. Hasta dónde nos permite llegar esta sociedad colonial y radicalmente patriarcal: ¿hasta aprender a leer? ¿hasta terminar la secundaria? ¿hasta encontrar un esposo?
Justamente, en el poema Chola de mierda hablo de todo esto. Una mujer que deja su pueblo y viene a Lima a terminar su secundaria en un colegio de horario nocturno. En su pueblo no podía concretar sus estudios por asumir la responsabilidad de cuidar a sus hermanos, a su familia. Lo que busca es incomodar a su familia, protestar contra la vida misma.
-El poema Chola de mierda habla sobre el crudo racismo existente y vigente a lo largo y ancho de nuestro país.
-El racismo existe, es real y no solo en la capital. Nací en regiones y a lo largo de mi vida experimenté el racismo. Soy de Apurímac y crecí en Ica. Viví el racismo diariamente. Un racismo aprendido por los niños hacia sus padres. A mi me han dicho: “Chola de mierda”, “Serrana” y una serie de insultos más. Parecen agravios inocentes cuando lo dice un niño o niña, pero en realidad estos denotan un racismo crudo. Estos insultos tocan tu vida, te marcan. Piensas que no perteneces a ningún lugar. Frente a esto es importante hablar de nuestra identidad como cultura, como país…
-A propósito de nuestra identidad, en estos últimos años hay toda una apuesta por revalorar nuestras lenguas originarias. ¿Qué opinas al respecto?
-Personalmente no hablo quechua, pero lo valoro. Entiendo su importancia en mi generación y en la de mis ancestras. Para ellas ha sido importante comunicarse a través del quechua. Mi abuela Agustina de Apurímac y mi abuela Estela de Ayacucho hablan esta lengua originaria. Observé sus vidas. Mi abuela Estela regresó a su pueblo para morir después de contraer un cáncer. Para mi es importante escribir sobre ellas porque las hago presente. Ellas también renunciaron a sus planes y proyectos de vida. Imagino, que mis abuelas harán suyo todos mis logros.
– El gobierno de Dina Boluarte tiene una mochila pesada en sus espaldas tras las manifestaciones que sacudieron el país entre diciembre de 2022 y marzo de 2023 que dejaron un saldo de 77 víctimas fatales. ¿Desde tu labor como poeta qué papel consideras debe asumir la escritura en estas circunstancias?
-No podemos ser egoístas o mezquinos y pensar únicamente en nuestros logros, en lo que deseamos de manera individual. Debemos observar a fondo estos problemas, ver a nuestras comunidades y advertir cómo podemos resolver estas problemáticas. Si nuestras comunidades van a Lima es porque les afecta ser tratados con indiferencia. Estas crisis político sociales me afectan en mi rol de migrante y creadora. El artista tiene que ser sensible a estos hechos. No podemos separar el arte de la política o de la realidad misma. El saldo de 77 víctimas fatales deja a madres, padres sin sus hijos. Los deudos aún no encuentran justicia. Es lamentable que dejemos pasar los meses y aún no reflexionemos de todo lo que pasa. Este gobierno es indolente con el dolor de los deudos, con nuestros muertos inocentes.
Lourdes Aparición (Apurímac, 1993)
Lourdes Apari Moscoso, también Lourdes Aparición. Migrante, activista, psicóloga y gestora cultural comunitaria. Radica en Paracas (Pisco, Ica), donde es cofundadora del Grupo Cultural Emergentes del Mar. Es autora de la plaqueta Warmi. Asimismo, ha sido invitada a participar en diferentes eventos literarios, nacionales e internacionales, y algunos de sus textos integran diversas muestras literarias en Perú, Bolivia, Argentina y México. En 2020, obtuvo la primera mención honrosa en el XI Concurso El Poeta Joven del Perú con una primera versión de su libro titulado Apacheta.