El Huaro, documental dirigido por Patricia Wiesse y producido por Jenny Velapatiño, obtuvo tres premios en el último 28 Festival de Cine de Lima: dos a mejor dirección concedidos por la Asociación de directoras NUNA y por el Jurado de la Competencia Peruana del Festival y el tercero y último por el jurado la Comunidad PUCP. En los próximos meses, el premiado documental se estrenará en las ciudades de Trujillo, Chiclayo, Arequipa, Cusco, Ayacucho, Huancayo, San Martín, Jaén, entre otras.
La película ofrece una conmovedora y cruda mirada -a partir de los testimonios de niñas awajún- sobre la comunidad awajún de Wachapea, en Amazonas, y sus constantes luchas en un contexto marcado por la violencia de género y las consecuencias del Baguazo. Justamente, para charlar sobre el premiado documental, entrevistamos a Jenny Velapatiño, productora del documental El Huaro.
-Jenny, El Huaro es un documental que más allá de la historia que nos ofrece sobre la violencia de género, estamos ante un tema crudo, latente y teje con hechos de la coyuntura política…
-Bueno sí, la película toca justamente el tema de violencia de género que sufren las niñas, las mujeres awajún y conectó directamente con las absurdas declaraciones del ministro de Educación que afirman que el abuso de género a las niñas y mujeres awajún son prácticas culturales, versiones que debieron ser sancionadas en su momento y no se hizo nada. Hay un punto más álgido en este asunto, nosotros nos estamos acostumbrando a normalizar todo tipo de violencia contra las mujeres. Hay una fuerte tendencia a quedarnos callados. Esto no puede seguir. No podemos callar frente al recrudecimiento de la violencia de género. Ante semejante despropósito de parte del ministro de Educación tenemos que reaccionar porque eso no le afecta a él sino a las niñas de 8 o 9 años, a los adolescentes, preadolescentes que son víctimas de violación y como resultado observamos los embarazos tempranos y, en muchos casos, madres prematuras contagiadas de VIH. Frente a estos casos, no se puede tolerar a un ministro con posturas descabelladas, todo lo contrario, se debe sancionar y se debe denunciar.
– ¿Cómo surgió la idea de abordar esta problemática de las niñas, awajún?
-Patricia trabajó durante mucho tiempo como reportera en el programa “Sin rodeos”. Actualmente, ella continua sus labores en IDL. Debido a su labor como investigadora trabajó varios casos sobre la problemática de las mujeres awajún y sobre el ‘Baguazo’. Justamente, la película tiene dos líneas. Por un lado, esta el tema del ‘Baguazo’, por otro, el de las mujeres awajún. Precisamente y a propósito del ‘Baguazo’ uno de los dirigentes fue acusado de asesinar a once policías en la estación seis. Coincidentemente, éste trabaja como carpintero en el colegio Fe y Alegría número 62, ubicado en la parte de la comunidad awajún llamado Wachapea. Para llegar ahí hay que cruzar el río a través del Huaro. Esa es justamente una temática, la otra es el caso puntual del suicidio de las mujeres awajún.
– ¿Por qué es importante que una película como El Huaro ponga estas temáticas tan necesarias en la mesa, en la pantalla?
– Patricia y yo trabajamos problemáticas sociales durante mucho tiempo. Estar inmersas e investigar estos temas nos permite a ambas coincidir en cómo observamos los mismos. Cuando produzco una película tengo clarísimo que el resultado tiene que ser como a mí me gustaría ver las películas en la pantalla grande. Una película me debe conmover además de estar técnicamente bien hecha. Cuando termino de ver un filme me tiene que decir algo para bien o para mal. Estos requerimientos personales me llevan a hacer una película. Si se debe gastar el dinero recolectado y un poco más para hacer una película se gasta y punto. Particularmente, hago todos los esfuerzos para que el resultado de la película sea en términos óptimos. Eso es lo que a mí me gusta de producir una película.
– ¿Cómo has observado la participación de las cineastas, las productoras, guionistas mujeres en este último festival?
-Definitivamente se observó una respetable participación. Tú misma sabes la cantidad de actividades que ha tenido NUNA en este 28 Festival de Cine de Lima a través de charlas, películas, homenajes y conceder un premio. Si bien la participación de la mujer en el cine todavía tiene una brecha grande, sobre todo con las mujeres en las regiones cuya participación es mínima, observo una respetable participación con temas y películas que hablan sobre nosotras desde otra mirada. En esta última versión del 28FCL vi cuatro películas dirigidas por hombres. Automáticamente me pregunté cómo hubieran sido si hubieran tenido una mirada de mujer. Hubieran sido no sé si mejores, pero sí de una mirada completamente diferente.
Sobre El Huaro
Documental que narra historias de amor “marcadas por la tragedia” en un territorio de la selva amazónica. Allí, el río separa dos mundos que no se encuentran. En uno de ellos, se oculta un tesoro vital para la supervivencia del pueblo donde funciona un colegio que alberga a un grupo de niñas que comparten sus esperanzas y desesperanzas. En el otro, prevalece la hostilidad e incertidumbre. El río no solo divide geografías, sino también destinos. Por eso, cruzarlo es un desafío con consecuencias imprevisibles. El Huaro está allí para recordarles el precio de sus decisiones