El silbido del arquero

El silbido del arquero, frase que da título a este libro, de la escritora española Irene Vallejo, puede ser a gusto del lector, el de la flecha que dirige a la presa que cazará, a su enemigo en la guerra o a la próxima víctima del amor. La historia puede ser también una o todas, entre varias posibilidades. El amor o desencuentro entre el legendario Eneas y la reina Elisa. El poeta Virgilio atormentado por la culpa y sintiéndose incapaz de escribir para cumplir su compromiso. Eros fascinado con la naturaleza humana e intentando infundir la pasión entre dos mortales. La historia de Cartago o la de Roma.

El relato que me ha marcado a mí, es el del pasado llegando a nuestras manos, a nuestros ojos, a nuestra mente ávida. El del romano Virgilio recogiendo mágicamente historias anteriores a su vida, con la vasta imaginación que tiene un creador para acompañar a sus personajes en otros tiempos y oírlos. El del poeta con sus motivos, sus temores, su inspiración elusiva, su voluntad ignorada: el producto final que pervive por miles de años más que el imperio cuyo origen relata.

Mis líneas favoritas lo describen mejor:

– “A los dioses nos provoca risa, y a la vez nos fascina, escuchar cómo relatan los mortales sus propias vidas. Casi sin querer, la fantasía empieza a rellenar los huecos que abren los remordimientos y el olvido. Y así, los recuerdos de los humanos pueden ser totalmente imaginarios, pero nunca totalmente verdaderos.”

– “A veces sospecho que hay una profunda conexión entre las dos habilidades que más admiramos en los humanos: su destreza para imaginar historias y su capacidad de amar. …he sostenido en varias ocasiones que el amor no es más que otro nombre del impulso creativo.”

– “Mi madre solía decir que, algún día, muchos aprenderán a dibujar sus pensamientos, y la magia de guardar las palabras se extenderá, y será un gran conjuro contra el olvido.”

– “Virgilio moribundo no llegó a saberlo, pero ha escrito una obra más duradera que el propio imperio romano.”

 Fotografía: Manuel Castells

Además de historias y personajes interesantes, “El Silbido del arquero” (2015) de Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) tiene una narrativa que enamora, ligera y muy cuidada. Más allá de los acontecimientos, la autora desvela para el lector algo que damos por hecho casi sin mayor análisis: la magia que contienen los relatos y las palabras para transportarnos a otros tiempos, generar sentimientos, volver realidad lo que deseamos y mostrarnos lo que no vemos.

Me acerco a los libros con nada más que mi fascinación por las historias. Cada uno es para mí algo vivo y maleable, con lo que consigo la dosis de belleza, razón e inspiración que necesito en cualquier momento de la vida.