Como de la familia

Este libro de Paolo Giordano comenta la evolución de la relación de pareja de forma genérica en el tiempo y en particular de una, a partir de la dura experiencia de la enfermedad de una persona muy cercana a un joven matrimonio italiano. Con el hábito científico de un físico, el protagonista enumera y detalla las perspectivas que aportan hombre y mujer a su vida en común, así como la influencia de las creencias, las costumbres, el orden doméstico y otros tantos factores que dan forma a una relación.

La pareja de la historia llega al matrimonio llena de una energía que crece y se fortalece alimentándose de buen humor, de momentos compartidos, de pequeños rituales y un testigo valioso. Sin embargo, en algún momento empiezan a sólo sobrevivir, cada vez con más esfuerzo, a la vida cotidiana, a la escasez de tiempo y el agobio de las obligaciones, la rutina y los temores.

Mis líneas favoritas de este trabajo:

-“Para recorrer un largo camino, todo amor necesita que alguien lo vea y lo reconozca, que lo valore; de otro modo, se arriesga a que lo tomen por un malentendido.”

-“Y aquí estamos, pues, los tres absortos en nosotros mismos y en nadie más (…) Una familia que da sus primeros pasos, y quizá también otra cosa: una nebulosa contraída por el egocentrismo que corre peligro de entrar en fase de implosión.”
-“Nuestra vida conyugal proseguía inalterada exteriormente, en manos de una sucesión de quehaceres, pero era como si orbitara en torno a un corazón agotado.”

No se trata de un tema nuevo, ni del primer libro que habla sobre esto, sin embargo Giordano presenta una perspectiva contemporánea y reflexiones íntimas que ayudan a seguir desentrañando lo que sucede silenciosamente para bien y para mal entre dos personas.

En este relato además, se pone de relieve la importancia que puede tener un referente, que para este matrimonio es el personaje de la Señora A, la mujer que les daba apoyo en casa y con la crianza de su hijo pequeño. Su presencia les dio fuerza y su repentina ausencia hizo tambalear su relación, ayudándoles a poner en evidencia sus puntos más débiles.

Me acerco a los libros con nada más que mi fascinación por las historias. Cada uno es para mí algo vivo y maleable, con lo que consigo la dosis de belleza, razón e inspiración que necesito en cualquier momento de la vida.