Lucy Fernández: “Hay mucho que deconstruir sobre la sexualidad femenina”

Mercedes dejó Portugal, su país de origen, para internarse en la agreste Amazonía peruana durante la fiebre de la explotación del caucho. Tenía dieciséis años. Su padre, quien ya vivía en la zona, la involucró en el negocio familiar y al asumir esta responsabilidad laboral lidió con todos los abusos que significó trabajar en estas plantaciones. Es en pocas palabras el nudo De los vientos o la muerte (Forjadestino, 2022), nuevo título de la narradora cusqueña Lucy Fernández. Fotos: Colección de la autora.

Justamente, sobre este interesante libro, el escritor Alonso Cueto señala: “Lucy Fernández tiene una enorme capacidad para hacernos notar la majestuosidad sensual de la naturaleza, por donde pulula el yacuruna o genio del agua. La tierra pantanosa y llena de troncos y flores de la que habla es un marco adecuado a una novela llena de revelaciones y descubrimiento para su protagonista.”

Para charlar al respecto Lima en Escena entrevistó a la autora.

-Lucy, más allá de la recurrente exploración sobre la explotación del caucho y toda la parafernalia de este período de barbarie más que civilización. ¿Por qué te atrajo el boom del caucho?

-Bueno, deseaba escribir una novela ambientada en la selva. Con toda su belleza, mitología y exuberancia. La selva representa también ese descenso hacia ese salvajismo ancestral que anida en el fondo del ser humano. Esa zona intermedia en donde afloran nuestros vicios y virtudes. También quería que la protagonista fuera una mujer en una época donde las condiciones para serlo no eran amigables y mucho menos en el ambiente hostil y genocida del “boom del caucho”.

– ¿Qué representó César Calvo en la construcción de este tu segundo título?

-Me gusta la poesía. Me agrada leerla y memorizarla. César Calvo es un poeta inmenso, lírico y complejo. Su obra aborda temas como el amor, el dolor y la muerte que están presentes en mi historia también. Sumó su condición de poeta amazónico al elegir sus versos:
“Porque escribo estas líneas no solamente con mi vida
sino con el jadeo de todos los fantasmas que me amaron
de todos los fantasmas que murieron y renacieron
con el rostro vuelto a una feroz desolación,
culpándome…”
Creo que reflejan bien el sentir de la protagonista y de algunos de los personajes que se cruzan en su camino. Al inicio la novela se iba a llamar: “Otra selva para Mercedes”, sin embargo, al leer: “Y de pronto huyeran el valor y el destino, como alas, de este pájaro que me lleva a los vientos o la muerte”, se me vino la idea de ponerle el título actual.

– Centrémonos en la protagonista Mercedes, una mujer de contrastes, quien pese a todo pudo campear con esta especie de “infierno verde”: misoginia, violencia de género, laboral también.

-Mercedes está, de algún modo, adelantada a su época. Vive al margen de las convenciones sociales, en un tiempo donde el matrimonio era la máxima aspiración y destino de la mujer. El no haberse casado y tener que tomar el lugar de su padre en “Flor de Agosto”, la hace una mujer autónoma que debe resolver sus problemas. Además, vive su sexualidad sin prejuicio del que dirán. Desde pequeñas nos inculcan la idea de “tienes que hacerte respetar”, “ese hombre solo se aprovechó”, “una buena chica, no hace eso”, en fin. ¿Acaso vivir abiertamente tu sexualidad, y estar en armonía con tu alma y con tu cuerpo, es malo? Puedes estar sin salir con nadie por años, o explorar la sexualidad.  Si es tu decisión es válida. Y nadie debería juzgar tu calidad humana o valor como persona por ese motivo. Hay mucho que deconstruir referente a la sexualidad femenina. Sin ningún tipo de prejuicios, sin machismo.

-Mercedes cruzó el charco -con lo traumático que ello representó- para asentarse en un país ajeno y diferente al de su origen. Vino para responsabilizarse de la empresa de su padre. ¿Es la representación de una mujer que en nuestra modernidad podríamos llamar empoderada?

-Ella es traída a la Amazonía por su padre siendo una adolescente. Tiene que asumir un destino para el cual no está preparada. Un destino que le es impuesto, más allá de sus sueños o verdaderos deseos. Es algo que nos puede pasar a todos. Y no nos queda otra, sino que aceptar y enfrentar aquello que la vida nos impone. Mercedes no tiene otra opción que adaptarse a lo que le toca, tratar de ser feliz, y obviamente desarrolla las cualidades de independencia, valor y coraje que le exigen las circunstancias. Pero, por otro lado, la frustración de su vida la hace enfermar física y psicológicamente.

-La lectura y la música culta están presentes en los hábitos cotidianos de Mercedes. Es tal vez lo poco que la disipa en esta selva agreste y violenta. ¿Cómo fue la construcción de tu protagonista?

-Cuando empiezo una novela escribo un resumen general de la historia. Hago la lista de personajes, las cualidades y peripecias a las que se enfrentarán. Trato de ver el mundo a través de lo ojos de cada uno de ellos. Para empezar, le puse Mercedes porque es un nombre que me encanta y significa “la que libera”. Ella es una mujer europea, que ama la cultura y las cosas bellas. En el ambiente que le ha tocado vivir puede paliar su soledad con la lectura y principalmente la música. Por eso hago referencia a Caruso, a Geraldine Farrar, entre otros. También la película «Fitzcarraldo» de Herzog, me inspiró para dotar a mi protagonista de ese espíritu musical. Y no es primera vez, ya que, en «Rojo», también está el personaje de Lavinia que es pianista. Doto a mis personajes con estas características, porque a mí, la música y los libros me han acompañado durante toda mi vida. ¿Cómo concebir la existencia sin un libro, sin ver una buena película, sin una melodía? Y, es más, son placeres que no necesitan mucha inversión. Alguna vez escuché, que mientras más culto eres, menos dinero necesitas para divertirte.

-Finalmente, Khuyana, su hija adoptiva, es un ser que pese a su carga de rebeldía le produce o saca de Mercedes esa humanidad que en apariencia no la tiene o no es precisamente su don. Khuyana también teje con las grandes problemáticas actuales como el abandono infantil, la relación madre/hija, ¿no?

-Mercedes es una mujer con una vida hecha y múltiples ocupaciones que nunca sintió el deseo de ser madre. Por eso, cuando su padre adopta a la niña, se opone y trata de mantenerse al margen. Pero, cuando Khuyana enferma, Mercedes la salva y el sentimiento materno va aflorando. Creo que cuando hacemos algo por los demás, nos convertimos en sus salvadores. Y firmamos un contrato implícito que no podemos romper. Khuyana es solo una más de las numerosas niñas huérfanas fruto de la violación y del genocidio que hubo. Es criada con amor, en un ambiente occidental, pero su sangre y sus raíces son nativas. Hay una herida no cicatrizada, que la lleva a actuar con rebeldía y con un ansia salvaje de libertad. También quería explorar la relación madre e hija, muchas veces compleja, idealizada y poco comprendida.

Sobre Lucy Magály Fernández Medina

Es profesora de español como lengua extranjera y licenciada en Turismo por la Universidad Andina del Cuzco (UAC). Ha llevado talleres de narrativa y escritura creativa en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Publicó la novela Rojo (Forjadestino, 2018). El 2016 participó en la “Antología de microrrelatos eróticos II” en la editorial Altazor. Su cuento “Un trozo desprendido de la luna”, inspirado en Tomaza de Amat y García Mancebo, fue publicado en 21 Relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú de Petroperú. De los vientos o la nieve es su segunda novela.